Sangre de Reyes

Capítulo 22

Kate llevaba ya un tiempo pensando en cómo acercarse al Palacio, pues como dijo Bud ahí encontrarían la respuesta a tantas cosas; pero la realidad era que el Palacio estaba demasiado custodiado, incluso cuando los guardias acabaron con el rumor de que los antiguos Reyes habían vuelto a la vida, sólo fue un pequeño escuadrón el que se encargó. Para Kate algo estaba claro, si querían entrar al Palacio y salir ilesos tendrían que dispersar al ejército y que mejor manera que hacer que los necesitaran por todo el país y no solo en una zona. Para lograr eso necesitarían mucha ayuda y aunque ya había quienes se habían ofrecido a ayudarlos Kate no confiaba en ellos, pero con las habilidades de Sheryl sería más fácil descubrir sus verdaderas intenciones.

—¿Y a donde se supone que iremos en tres días?— pregunto Bud ante la expectación del nuevo panorama que ofrecería el cerebro tan desarrollado de su amiga.

—Recorreremos todo el lado oeste del Reino— dijo Kate mientras desenrollaba un mapa —la vez pasada el Rey no nos considero una amenaza real así que esta vez le demostraremos que estaba equivocado— sonrió —en estos tres días contactaremos con aquellos que nos han ofrecido su ayuda, Bud, tu te encargarás de esparcir el rumor de que estamos reclutando y veremos quien más se une, y ahí entras tú— señalo a Sheryl —te asegurarás de que sean personas confiables y estén dispuestos a seguir nuestras ordenes—

—¿Como sabes que podré hacerlo?— pregunto Sheryl curiosa.

—He leído un poco sobre tu habilidad y después de verla en acción no me cabe la menor duda de que incluso podrías obligarlos pero sólo quiero saber sus verdaderas intenciones— Sheryl asintió satisfecha.

—¿Pensé que preferías un grupo pequeño?— dijo Dilan.

—Así es, pero tardaríamos demasiado en recorrer el país y sería más fácil seguirnos el rastro, pero— Kate puso unas figuras en diferentes partes del mapa —imagina varios grupos pequeño con la descripción del nuestro haciendo lo mismo que nosotros por todo el Reino, incluso si atraparan a alguno los demás seguirían. El Rey no podrá ignorar nuestros movimientos y tendrá que desplegar a la mayoría de su ejército a buscarnos dejando sin defensas el Palacio, cálculo que en un año podremos entrar sin ningún problema y según lo que descubramos ahí elaboraré el siguiente plan de acción— miro a Sheryl —en cuanto al noble que buscas sólo necesitamos la descripción de la joya para dársela a los otros grupos y si alguno lo encuentra nos avisarán—

—Si me conociste ayer, ¿significa que elaboraste todo este plan en una noche?— Sheryl estaba asombrada.

—Digamos que ya tenía las bases sólo había que rellenar un par de huecos— Kate sonrió satisfecha.

—¿Como planeas estar al tanto de lo que hacen los demás grupos?— pregunto Dilan después de analizar el plan.

—Simple, iremos con la Corporación Sombra, nuestro recorrido debe tener algún interés para ellos y veremos que trato nos ofrecen—

—¡Espera un momento! ¿Corporación Sombra? ¿Como planeas encontrarlos?— Sheryl la miraba incrédula, después de todo dicha Corporación era la encargada de ocultar secretos de noble y de dirigir a los asesinos de más alto nivel, se rumoreaba que tenían ojos en todo el mundo y que podían cumplir con cualquier trabajo, pero también era bien sabido que estaban en guerra con el actual monarca. Pero nadie podía encontrarlos, ellos te encontraban.

—Te sorprenderá saber que ella sabe donde esta su cede— contesto Bud y Sheryl se asombro más —llevaba unos días trabajando con ellos cuando le conté de la Corporación Sombra y una semana después, a base de rumores y datos históricos me dijo donde sería el lugar ideal para ellos, fuimos y ahí estaba, ellos estaban igual o incluso más sorprendidos que tu y le ofrecieron trabajar con ellos pero Kate se negó—

Sheryl no podía creer a la clase de grupo al que se había unido, si bien los dos hombres eran "normales", Kate era otra historia pues para su edad tenia una inteligencia que la podría hacer ganar una guerra. Una extraña sensación le recorrió la espalda, era emoción, quería saber hasta dónde llegaría está niña, quería verla triunfar.

—Tienes mi palabra de que haré lo necesario para lograr que se cumpla tu plan— Sheryl sonrió.

Los siguientes tres días los pasaron haciendo breves entrevistas para formar los grupos, se aseguraron de no mostrar su rostro hasta estar seguros que los nuevos miembros serían de confianza. Claro que hubo sujetos que sólo querían aprovecharse de la creciente fama del grupo, incluso hubo un guardia tratando de infiltrarse pero por suerte Kate tenía todo preparado y eran tantos filtros que pasar que sólo lograron unirse los más aptos. Al final se lograron cinco grupos de cuatro personas. La Corporación Sombra estuvo encantada de ayudar después de escuchar el plan de Kate, pues ellos buscaban como deshacerse del Rey así que ofrecieron su total cooperación a cambio de que Kate dejará que uno de sus miembros se infiltrará al Palacio en el momento en el que el grupo lo fuera a hacer.

Teniendo todo listo y después de una última charla en la que se pulieron los últimos detalles todos los grupos partieron en diferentes direcciones.

Mientras tanto, a miles de kilómetros de ahí el Rey sonreía mientras observaba todo su Reino, aunque podría decirse que el país estaba en paz la realidad era que las injusticias estaban a la orden del día. Pero eso a él no le importaba, había luchado tanto por el poder y ahora que era suyo no lo dejaría ir.

De pronto uno de sus sirvientes llamó a la puerta y le informó que alguien quería verlo y pregunto si lo hacían pasar a la sala de audiencias. El Rey se molestó ¿quien sería quien se atrevía a presentarse sin previo aviso? Odiaba sentir que alguien lo obligará a hacer algo. Inmediatamente pregunto el nombre de aquel que lo importunaba pero su sirviente sólo le dijo que había dicho que era un viejo amigo.

Mientras tanto, a la entrada del Palacio un hombre esperaba sonriente, después de algún tiempo saliendo de la prisión en la que estaba su cuerpo se veía mas saludable. Cuando se le informó que el Rey lo recibiría no pudo evitar una leve sonrisa con sabor a venganza.