Capítulo 9

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A la mañana siguiente, Kate y Dilan, se levantaron muy temprano. Al parecer aun tenían un poco de camino que recorrer.

La gente del pueblo les dio regalos, comida, ropa, herramientas, semillas para sembrar e incluso un caballo que podía decirse era un lujo.

El viejo Keneth los llevo a una orilla del pueblo y ahí se interno en el bosque. Kate y Dilan lo siguieron sin dudar aunque varias veces les pareció estar caminado en círculos. Finalmente después de un par de horas llegaron a una colina en medio del bosque en la que se apreciaba una pequeña casa de madera.

—Este es el lugar que Khronth preparó para ustedes— dijo el anciano abriendo la puerta de la humilde cabaña. Era pequeña pero tenía todo lo necesario para vivir.

Keneth les explico todo lo que se suponía debía haberles dicho Khronth. Les mostró donde sacar agua, donde y como debían sembrar. Les mostró la ruta al pueblo, varias rutas de escape y otra ruta hacia otro pueblo al pie de la montaña. Les dijo que el volvería cada mes a verlos, les recomendó que no bajaran a ningún pueblo a menos que fuera estrictamente necesario. Después de varias indicaciones más se retiró.

Kate y Dilan se quedaron sentados frente a la cabaña, tratando de asimilar lo sucedido. Aún no podían creer que Khronth ya no estuviera a su lado. Ahora volvían a estar solos, un joven de 15 y una niña de 13 años.

Al entrar en la cabaña Kate encontró una especie de escritorio y en el una carta dirigida a ellos, corrió hacia Dilan y se la mostró. Comenzaron a leerla:

Dilan y Kate

Si están leyendo esto significa que he muerto, así que si tenían alguna esperanza de volverme a ver será mejor que la abandonen. Significa que he cumplido con mi destino y mis promesas.

Prepare este lugar para que puedan vivir a salvó un tiempo, sólo yo y Keneth conocemos su ubicación. Dejé dinero y joyería que podrían vender en la quinta tabla superior izquierda del muro de la derecha, eso los mantendrá un tiempo libre de preocupaciones.

Espero les sirva para mantenerse alejados del resto de las personas hasta que sean mayores y puedan valerse por sí mismo. Me hubiera gustado estar con ustedes y seguirlos apoyando, pero era mi destino dar mi vida por la de ustedes, lo supe desde el momento en que los encontré.

Se que debería haberles dicho todo lo que sabía pero no era momento, incluso ahora me parece que entre menos sepan de ustedes mismo les da un nivel de seguridad. Pero hay cosas que si deben de saber.

No fue una casualidad que los encontrará, yo los estaba buscando. Llegué a su pueblo después de que los guardias lo quemaron, desde ese momento me dediqué a buscarlos en los alrededores y los encontré justo a tiempo. Le prometí a su madre que la protegería y no pude hacerlo, pero haré lo mejor que pueda por que ustedes estén bien.

El rey los busca, eso es un hecho. Lo que mejor pueden hacer es mantenerse alejados de la capital, en ese lugar ronda la muerte. Sus padres fueron personas importantes del anterior reinado, pero me temo que si les doy mas información los ponga en un peligro innecesario. A veces la ignorancia es uno de los mejores regalos.

No confíen en nadie que diga conocerlos, en nadie.

Dilan, vuelvete un espadachín capaz de partir el mundo entero. Tus espadas son tu legado, eran de tu padre. Tu eres su viva imagen y posees sus habilidades no las desaproveches, las necesitarás para protegerse en el futuro.

Kate, tu inteligencia es asombrosa la demostraste varias veces y debo decirte que la heredaste de tu abuelo. Pero tu mirada y tu sonrisa le pertenecen a tu madre, lamento no haber podido protegerla. Se que podrás sacarle provecho a todos los documentos que se encuentran en este escritorio, cada uno de ellos posee gran valor. Confío en tu capacidad.

Si algún día tienen que acercarse a la capital o a un grupo de guardias, nunca olviden este nombre: Jahiel. Si él está cercas alejense lo más que puedan, nunca le digan sus nombres y si es posible no dejen que los vea. Estoy seguro de que si muero será en manos de él. No lo olviden.

Estoy orgulloso de haber sido parte de su vida, fue un honor y siempre se los agradeceré.

Espero logren enfrentar su destino con valentía, y lamento no poder estar a su lado.

Adiós.

Al terminar de leer las lágrimas corrían sin parar, pues ambos aún albergaban una pequeña esperanza de volver a ver a Khronth. Una esperanza que se desvaneció como la luz del sol al llegar el anochecer.

Dilan se alejó de su hermana y desenfundando sus espadas se puso a golpear con fuerza un gran árbol que tenía al frente. Lo golpeó tantas veces y con tanta fuerza que logró partirlo, y finalmente agotado, cayó de rodillas y dejó que el dolor fluyera junto a sus lágrimas.

Kate se acercó lentamente, comprendía el sentir de su hermano, comprendía su dolor. Puso su mano en el hombro de Dilan tratando de darle algún consuelo.

—Entremos a la casa— le dijo Kate. Dilan sólo asintió, se limpio las lágrimas y entró con su hermana. Estaba tan agotado que se durmió instantáneamente.

Kate se acurrucó junto a él y se durmió tratando de imaginar a una madre a la que no recordaba.

Al día siguiente, el ruido de unos golpes despertó a Kate, quien al inicio se sobresalto al no ver a su hermano a su lado. Rápidamente se levantó y al asomarse por la ventana vio a Dilan cortando el resto del árbol que había partido, estaba preparando leña.

Kate salió a encontrarse con su hermano y al ver el sol se percató de que hace poco había amanecido. Se preocupó al pensar en la hora en la que Dilan se había levantado, pero al acercarse toda preocupación desapareció.

—Buenos días— le sonrió Dilan —estoy preparando la leña para comer—

—¿Te encuentras bien?— pregunto la pequeña. Dilan guardo silencio unos segundos.

—Me di cuenta de no importa lo que haya pasado ni el dolor que sentimos, sufrir no cambiará nada. Pero si puedo cambiar el futuro que nos espera— Dilan la miró —mi obligación es protegerte y seré tan fuerte que no tendremos que temer de nada ni nadie— Dilan se acercó a ella y le acarició la cabeza —Siempre estaré a tu lado y siempre te protegeré. Seré más peligroso que cualquier enemigo que tengamos que enfrentar. Lo prometo—

—Lo se. Confío en ti—

Sangre de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora