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Acariciando su espalda con cariño, Lord Sunghoon disfruta del exquisito aroma a Orquídea de Invierno de "su Omega"

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Acariciando su espalda con cariño, Lord Sunghoon disfruta del exquisito aroma a Orquídea de Invierno de "su Omega".

—Jaeyoon, este lugar es demasiado alejado de la protección del Palacio Real y no son horas para que deambules solo, prométeme que no volverás a hacerlo, prométeme que no volverás a ponerte en riesgo.

—Sunghoon, no es lo que piensas.

—Debes prometérmelo por favor, no sé qué sería de mí si algo llegara a sucederte, dudo mucho que mi vida tenga algún sentido si algo malo llegara a sucederte.

Jaeyoon no quiere que su destinado se sienta agobiado y preocupado por sus acciones, aún hay mucho que el Rey Vampiro debe aprender acerca de su Reino y de sus costumbres, toma con ambas manos el rostro de rasgos perfectos de Sunghoon y mirándolo a los ojos le asegura.

—Te lo prometo, no volveré a ponerme en riesgo.

El Príncipe Omega se enternece ante la sincera preocupación que logra distinguir en el tono de voz del Rey Vampiro y nuevamente funde sus labios en un beso. ¿Quién hubiera pensando que su arrogante y altiva actitud cambiaría tanto desde su primer encuentro?

La Diosa Luna y sus designios son tan confusos pero, a la vez, son tan poderosos, es simplemente imposible luchar en contra de ellos y el joven Omega no tiene la mínima intención de cambiar su destino, no después de la confesión de su destinado.

El Rey Vampiro no sólo ha cambiado su propuesta de matrimonio después de conocerlo, quiere cortejarlo y no piensa alejarse de su lado hasta lograr su cometido.

—Aunque no lo creas, este podría considerarse uno de los lugares más seguros de todo el Reino Licántropo, ella nos observa con claridad sin la artificialidad de las luces del Reino, nos escucha sin la interrupción de las voces de  sus habitantes; ella nos protege desde lo alto, no hay necesidad de contar con muros a nuestro alrededor que nos limiten, nos encontramos en el punto de la Tierra Media que nos conecta directamente con la Diosa Luna.

—¿A qué te refieres con el punto que nos conecta?—Sunghoon le pregunta acomodando con delicadeza uno de sus mechones de cabello del Príncipe Omega detrás de su oreja, Jaeyoon lo ha derrotado sin haber iniciado si quiera una batalla.

—La Diosa Luna es nuestra madre, la montaña de "Piedra Luna" es nuestro primer contacto real con ella, la vertiente de agua que nace de la montaña recorre todo el Reino Licántropo convirtiéndose en lagos y ríos, gracias a la vertiente tenemos agua para regar nuestros campos, para beberla, gracias a nuestro contacto con ella tenemos vida y podemos disfrutar de las riquezas y beneficios de la naturaleza que nos rodea, vivimos en un equilibrio con la naturaleza, nuestra vida depende de ella.

Lord Sunghoon no puede despegar la mirada del Príncipe Omega, sus ojos color miel brillan con intensidad al punto en que parecerían que el tono dorado que reflejan es su color natural y se llenan de pasión con cada palabra que expresa, si algo tiene Jaeyoon, es el poder de adueñarse de su atención, mucho más cuando empieza a hablar de su Reino, de sus costumbres, de su Diosa Luna, mucho más cuando empieza a hablar acerca de lo que le apasiona y ama.

Under the Blue Moon 🌑 JAKEHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora