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Los días después de la ceremonia fueron de una felicidad inigualable para Sunghoon y Yoon

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Los días después de la ceremonia fueron de una felicidad inigualable para Sunghoon y Yoon. Se habían convertido en compañeros eternos, libres de las cadenas del destino que tantas veces los habían separado en vidas pasadas. La conexión entre ambos era más fuerte que nunca, y todo parecía perfecto.

Yoon siente su cuerpo renovado, lleno de energía y vitalidad como nunca antes. Su transformación en Vampiro ha sido exitosa, y con ella, el amor que comparte con Sunghoon se siente más pleno que nunca.

Pero, con el paso de las semanas, Yoon comienza a notar algo extraño en su cuerpo. Al principio pensó que era parte de su reciente transformación, los cambios que conllevaba convertirse en un Vampiro, pero algo en su interior le dice que esto es distinto. Había una calidez creciente, una sensación de vida que no había sentido antes.

Una mañana, mientras Sunghoon lo observa desde la cama, Yoon se lleva una mano al vientre, sus ojos ensanchándose con una mezcla de sorpresa y emoción.

—Sunghoon... —Dice en un susurro tembloroso, sus ojos encontrándose con los de su amado Rey Vampiro—. Algo está ocurriendo dentro de mí.

Sunghoon, siempre atento a cada uno de los movimientos de Yoon, se sienta rápidamente a su lado, tomándole la mano con suavidad. Sus sentidos vampíricos se agudizan mientras trata de entender lo que Yoon siente.

—¿Qué es? —Pregunta Sunghoon, su voz llena de preocupación y curiosidad.

Yoon cierra los ojos, concentrándose en la sensación que cada vez es más clara. Siente algo profundo, un latido tenue pero constante, una pequeña chispa de vida. Cuando abre los ojos de nuevo, lágrimas de emoción comienzan a caer por sus mejillas.

—Estoy... esperando un hijo —Susurra, su voz quebrada por la incredulidad y la alegría.

Sunghoon queda en silencio, completamente paralizado. Jamás había creído que algo así fuera posible. Los Vampiros convertidos como Yoon no podían engendrar vida de la manera en que lo hacían los Licántropos o los Humanos, pero Yoon es diferente.

Él había renacido no solo como un Vampiro, sino como algo único, una fusión perfecta entre sus vidas pasadas y su nueva naturaleza.

—Un hijo... —Repite Sunghoon, como si necesitara procesar la magnitud de las palabras. Su mano tiembla levemente mientras la coloca suavemente sobre el vientre de Yoon, esperando sentir esa nueva vida que comienza a crecer dentro de su amado.

El toque lo confirma. Un suave pulso de energía, algo que solo un Vampiro tan antiguo y poderoso como Sunghoon podría percibir, le recorre los dedos.

Es real. Dentro de Yoon, un hijo suyo comienza a formarse, una pequeña vida creada del amor que habían compartido por siglos.

Sunghoon siente cómo las lágrimas se acumulan en sus propios ojos, algo que no había experimentado en siglos. Sus emociones lo abruman, y sin poder contenerse, envuelve a Yoon en un fuerte abrazo, apretándolo contra su pecho.

—No puedo creerlo... —Susurra contra su cuello, su voz rota por la emoción—. Vamos a tener un hijo. ¡Tú y yo, Yoon!

Yoon lo abraza de vuelta, su propio corazón latiendo rápido con una mezcla de amor, nerviosismo y una felicidad que no puede describir con palabras.

—Es nuestro destino —Dice Yoon, con una sonrisa dulce—. La Diosa Luna nos ha dado esta nueva oportunidad. No solo de estar juntos para siempre, sino de formar finalmente una familia.

Los siguientes días son de pura emoción. Sunghoon no deja de admirar a Yoon, tocando su vientre con una mezcla de asombro y devoción.

Yeonjun, al enterarse de la noticia, queda impactado. Sabe que algo como esto es extremadamente raro, pero viendo a Yoon florecer, entiende que el amor y el destino han roto todas las barreras.

Soobin, por su parte, está emocionado por convertirse en un "tío" para el bebé. Sus días con Yoon se llenan de risas y conversaciones sobre cómo será el pequeño o pequeña que crece dentro de él.

El embarazo avanza rápidamente, más de lo que cualquiera esperaba. Yoon no se siente débil ni enfermo, sino más fuerte cada día. Su cuerpo vampírico parece adaptarse perfectamente al proceso de gestación, y con Sunghoon a su lado, siente que todo es y será perfecto.

Una noche, mientras ambos contemplan la Luna  desde el balcón de su casa, Sunghoon abraza a Yoon desde atrás, apoyando su barbilla en el hombro de su esposo.

—Nunca imaginé que podría ser tan feliz de nuevo —Susurra Sunghoon, sus labios rozando la piel de Yoon—. No solo te tengo a ti, sino que ahora vamos a tener un hijo. Es más de lo que alguna vez soñé.

Yoon sonríe, acariciando las manos de Sunghoon que reposan sobre su vientre.

—Todo ha valido la pena, Sunghoon. Todo lo que pasamos, todas las vidas anteriores, nos llevaron a este momento. Y ahora, nuestro amor será eterno... y vivirá en nuestro hijo.

Sunghoon lo besa con ternura, una promesa silenciosa de que siempre estarán juntos, sin importar lo que el futuro les deparara.

Sunghoon lo besa con ternura, una promesa silenciosa de que siempre estarán juntos, sin importar lo que el futuro les deparara

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Mis niños tendrán una bendi😭

Under the Blue Moon 🌑 JAKEHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora