"Bajo la Luna Azul de invierno te conocí, bajo la Luna Azul de invierno marqué nuestro destino y te perdí"
La lucha de poder entre Vampiros y Licántropos cobra un giro inesperado, una unión que para los primeros significa una luz de esperanza y salv...
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—Según la sacerdotisa Rhee y su lectura del oráculo, la Luna Azul de Invierno debió marcar el inicio de una nueva esperanza para nuestra Raza... ¡Gracias a las impulsivas acciones de nuestros Rey, lo único que está marcando es el inicio de su autodestrucción! Pugnas internas surgirán si piensa seguir con este juego.
El Duque Yeonjun, encargado de los asuntos médicos del Reino Vampírico y sucesor de una de las familias más antiguas y respetadas de esa Raza, exclama furioso al enterarse de los planes de su Rey.
—Lord Sunghoon fue el primero en decir que cualquiera de los Príncipes Omegas con quien resulte unirse en matrimonio, no debía ser más que un instrumento fértil que nos otorgue herederos con sangre real ¿Qué acaso nuestro Rey se ha vuelto loco? Regalarle las joyas de su madre, pretender que los miembros del Reino aceptarán a un Licántropo como mandatario y como autoridad; no sólo pondrá en riesgo al pobre muchacho, se está poniendo la soga al cuello y nos arrastrará con ellos.
—Creo que tu visión es muy exagerada, como su Consejero Real, intenté hacerlo entrar en razón; lastimosamente, Lord Sunghoon ha decidido que las cosas se hagan a su estilo... Al menos por ahora. —Heeseung se lamenta y le explica al no haber podido convencer a su Rey acerca de las consecuencias que pueden acarrear sus planes y deseos futuros— .No quiero ni imaginar la reacción de los miembros del Consejo Real, las joyas reales no son un problema, el problema es pretender que el joven Licántropo ostente un título real sin ser Vampiro, si hablamos de actuar por impulsividad, ellos son incluso peores que Sunghoon: sin embargo, por ahora no hay nada que podamos hacer, necesito que termines de redactar el documento absolviendo todas las preguntas que te envío acerca de su unión con el Príncipe Omega y necesito retornar de inmediato con las Joyas de la Realeza.
—¿Y Jungwon? Hace días que no compartes con tu pareja ¿No verás a tu dóncel?
—Me temo que si lo veo, no podré regresar a tiempo, debes mantener en secreto esta corta visita Yeonjun, los guardias ya tienen instrucciones de guardar silencio y prudencia.
—Entiendo, no quiero que me malinterpretes ni que Sunghoon lo haga; por un lado, estoy muy feliz por nuestro amigo, jamás hubiera imaginado que llegaría a enamorarse de esta manera tan intensa y repentina y mucho menos que sea de un Licántropo. En un mundo ideal, todo lo que me cuentas acerca de su unión y que se encuentra bendecida por una deidad suena maravilloso y hasta poético, suena como si se tratara de un milagro, así como parecen creer los Licántropos; sin embargo, nuestro mundo carece de ese idealismo, nuestro mundo es más crudo y racional, debemos ser realistas Heeseung, cuando Lord Sunghoon regrese con el Príncipe Jaeyoon como su esposo, el Omega no será visto como algo más que una máquina para procrear hijos, no tendrá poder de voz ni voto en el Reino, incluso le negarán poseer un título real por no ser un miembro de nuestra Raza y siempre será conocido como el hijo de un asesino.
—Sunghoon quiere convertirlo en Vampiro y quiere crear un Vínculo de Sangre con Jaeyoon.
—¡Esa idea es descabellada! Es muy riesgoso para ambos, Soobin y yo corrimos peligro por mucho tiempo hasta lograr estabilizarlo ¿Qué acaso Sunghoon no recuerda todo por lo que mi pareja y yo pasamos?
