Yoon permanece de pie junto a la ventana, mirando hacia la Luna Llena que ilumina el cielo nocturno. El silencio entre él y Sunghoon es casi insoportable, cargado de una tensión emocional que ninguno de los dos puede ignorar por más tiempo.Su corazón late con fuerza, como si algo dentro de él estuviera a punto de desbordarse.
Finalmente, sin poder contenerlo más, Yoon rompe el silencio.
—Desde que apareciste en mi vida, no he podido dejar de pensar en ti —Dice, su voz apenas un susurro, cargada de emociones contradictorias—. Cada noche sueño contigo, con... algo más profundo. Y no entiendo por qué. —Hace una pausa, luchando por controlar las lágrimas que amenazan con escapar de sus ojos—. Me siento atraído hacia ti, Sunghoon, pero también sé que no soy más que un iluso esclavo que no vale ni un centavo.
Sunghoon, que había estado escuchando con una intensidad feroz, siente que las palabras de Yoon atraviesan sus defensas.
Todo lo que había contenido, todo el amor y la pasión que había reprimido durante siglos, ahora está al borde de explotar.
Yoon, Jaeyoon, su amado, está aquí frente a él, herido y roto, pero también lleno de la misma luz que siempre había iluminado su existencia.
—No digas eso —Responde Sunghoon, su voz grave, llena de emoción—. Tú vales más de lo que puedas imaginar. No eres un esclavo, y nunca lo has sido para mí. Eres... —Se interrumpe, sintiendo que las palabras son insuficientes para expresar lo que sentía—. Eres todo para mí.
Yoon baja la mirada, sus manos temblando. Las emociones que Sunghoon le despierta son demasiado intensas, demasiado abrumadoras. No puede entender cómo alguien como él, alguien que había sido reducido a tan poco, podía atraer a un ser como Sunghoon, un hombre que irradia poder, misterio y una belleza sobrehumana.
—Cuando me recupere —Continúa Yoon, tratando de sonar decidido— .Me iré. No puedo quedarme. No merezco esto. No merezco... a ti.
Sunghoon, que había estado escuchando en silencio, no puede contenerse más.
Da un paso adelante, cerrando la distancia entre ellos, y sin decir una palabra más, toma a Yoon por la cintura y lo atrae hacia él. Yoon levanta la cabeza, sorprendido, justo cuando los labios de Sunghoon se encuentran con los suyos.
El beso es profundo, intenso, y en ese momento, algo dentro de ambos despierta.
Una ola de recuerdos, de emociones enterradas, atraviesa sus cuerpos como un rayo.
Ambos son transportados al pasado, a otro tiempo, a otra vida. Jaeyoon y Sunghoon, en sus vidas anteriores, reviven a través de ese beso todo el amor que había estado dormido durante siglos.
Yoon siente cómo su cuerpo responde a Sunghoon, como si siempre hubiera pertenecido a él.
Su mente es invadida por imágenes: recuerdos de noches bajo la Diosa Luna, susurros de promesas eternas, caricias que habían compartido en otra vida.
En ese instante, lo recuerda todo. Recuerda quién era. Recuerda quién era Sunghoon. Y recuerda cuánto lo había amado.
El beso se vuelve más apasionado, más urgente, mientras ambos se aferran el uno al otro como si el mundo a su alrededor desapareciera.
No hay más dudas, no hay más miedos. Solo hay amor, ese amor eterno que ha sobrevivido a través de los siglos, a través de la muerte y la reencarnación.
Finalmente, cuando el aire se hace necesario, Sunghoon se separa ligeramente, pero no suelta a Yoon.
Sus respiraciones son pesadas, sus cuerpos tiemblan por la intensidad del momento.
—Jaeyoon... —Susurra Sunghoon, usando el nombre que había estado guardado en su corazón durante tanto tiempo—. Por fin te encontré. Te he estado buscando durante siglos.
Yoon, todavía recuperándose de la avalancha de emociones y recuerdos, lo mira a los ojos. Las lágrimas que había estado conteniendo comienzan a caer.
—Lo recuerdo todo —Dice, su voz quebrada—. Te recuerdo. Te amé... te amé tanto.
Sunghoon lo abraza más fuerte, su propia voz llena de emoción.
—Y yo nunca dejé de amarte. He esperado por ti, Jaeyoon. Te prometí que te encontraría, y aquí estamos.
Ambos permanecen abrazados, sintiendo cómo las piezas de sus vidas caen en su lugar. El destino, guiado por la Diosa Luna, finalmente había cumplido su promesa. Aunque el camino había sido largo y doloroso, estaban juntos nuevamente.
Pero el dolor del pasado aún está allí, las cicatrices no desaparecerán tan fácilmente. Yoon, aunque ahora consciente de quién es, sigue luchando con las heridas que le había dejado esta vida.
Los supresores, los abusos, la esclavitud, todo sigue presente en su mente.
—¿Y ahora qué? —Pregunta Yoon, inseguro—. ¿Qué hacemos ahora?
Sunghoon lo mira con ternura, acariciando su mejilla con el dorso de su mano.
—Ahora, nos sanamos —Responde—. Nos tomamos el tiempo que necesitemos. No importa cuánto tiempo pase, Jaeyoon, estaré aquí. No dejaré que nada ni nadie vuelva a separarnos.
Yoon cierra los ojos, sintiendo el calor del cuerpo de Sunghoon, esa seguridad que siempre había buscado.
Por primera vez en mucho tiempo, siente que ha encontrado su lugar.
Por fin mis bebés juntos 😭❤️
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Under the Blue Moon 🌑 JAKEHOON
Fanfiction"Bajo la Luna Azul de invierno te conocí, bajo la Luna Azul de invierno marqué nuestro destino y te perdí" La lucha de poder entre Vampiros y Licántropos cobra un giro inesperado, una unión que para los primeros significa una luz de esperanza y salv...