Una semana había pasado desde la última vez que Jake visitó la librería, y cada día que transcurría parecía perderse un poco más en su propio mundo.
La culpa lo consumía lentamente, y el peso de su atracción hacia Sunghoon se volvía insoportable. Cada vez que estaba con Jay, su esposo alfa, se esforzaba por ser el omega que siempre había sido, pero su mente constantemente lo traicionaba, llevándolo de vuelta a ese misterioso ser.
Jay, por amor a Jake, había notado el cambio: las distracciones, el silencio, el ensimismamiento en el que su pareja parecía sumergirse. Pero su amor era tan profundo que no lo cuestionó. En lugar de presionarlo, Jay lo abrazaba, esperando que fuera solo una fase pasajera.
Sin embargo, Jake sabía que no lo era. Sabía que había algo más, algo que necesitaba aclarar. El libro que había comprado sobre mitos y leyendas no era solo una excusa, sino la llave para entender lo que lo estaba perturbando.
Durante las noches, había estado leyendo acerca de la teoría de las almas destinadas y la posibilidad de que la Diosa Luna uniera a dos seres más allá de las barreras del tiempo, incluso entre especies que parecían irreconciliables.
Descubrió la antigua leyenda de un amor prohibido entre un Príncipe Licántropo y un Rey Vampiro, un amor que había sido borrado por el tiempo pero que, según el mito, siempre encontraría la manera de renacer.
Esta tarde, mientras Jay está en el trabajo, Jake decide regresar a la librería. No puede seguir viviendo con la incertidumbre y el remordimiento que lo consumen.
Necesita hablar con Sunghoon, entender lo que está sintiendo y si hay alguna verdad detrás de los mitos que lo obsesionan.
Al llegar a la librería, Jake siente una mezcla de alivio y ansiedad. Sabe que está jugando con fuego, pero su corazón lo lleva directamente hacia Sunghoon.
Él lo espera, como si hubiera sabido que Jake volvería. Sus miradas se cruzan y, por un breve instante, el mundo alrededor de ellos desaparece.
—Sabía que volverías —Murmura Sunghoon, su voz profunda y cargada de una emoción que Jake no puede identificar de inmediato.
Jake asiente, sus manos tiemblan ligeramente. Se dirigen a la misma mesa apartada, como aquella vez, pero esta vez no hay necesidad de excusas. La tensión entre ellos es palpable, y ambos saben que hay mucho más que palabras no dichas.
—He estado leyendo el libro —Comienza Jake, rompiendo el silencio con voz vacilante—. Hay una leyenda sobre las almas destinadas, unidas por la Diosa Luna, y también sobre un amor prohibido entre un Príncipe Licántropo y un Rey Vampiro que se gestó en una Luna Llena Azul de Invierno, pero este amor fue manchado por una traición.
Sunghoon lo escucha con atención, sus ojos oscuros clavados en Jake, cada palabra resonando en su corazón.
—Siento que... hay algo más, algo que no entiendo del todo —Continúa Jake—. Es como si todo esto fuera más que un simple mito, como si realmente hubiera algo detrás de todo lo que estoy leyendo y... sintiendo.
Sunghoon permanece en silencio por unos instantes, sabiendo que debe decirle la verdad, pero temiendo lo que esa verdad pueda desatar.
El deseo por Jake, la necesidad de estar cerca de él, es casi insoportable. Sin embargo, hay una parte de Sunghoon que sabe que Jake no está listo para entenderlo todo.
No todavía.
—No estás equivocado, Jake —Dice finalmente—. Los mitos que has leído no son solo cuentos. Hubo un tiempo, mucho antes de esta vida, en que un Príncipe Licántropo y un Rey Vampiro se amaron. Un amor que trascendió todo. Eran... estábamos destinados el uno al otro. Eran nuestras almas las que se unieron, pero el destino fue cruel y te perdí.
Jake siente un escalofrío recorrer su espalda. Sus ojos se abren con sorpresa, y por un instante no sabe qué decir.
Es como si todo lo que había leído y sentido cobrara sentido de repente. La idea de que él puede ser la reencarnación de ese amor perdido es abrumadora.
—No entiendo... —Balbucea Jake, mientras su corazón late con fuerza.
—Es por eso que te siento tan cercano, Jake. Porque en otra vida... fuimos más que extraños. Estábamos enamorados.
El silencio entre ellos es espeso, cargado de emociones contenidas. Jake está tan confundido como fascinado por lo que escucha.
Su mente grita que debe detenerse, que todo esto es un error. Pero su corazón, su cuerpo, deseaban lo contrario. En un instante, la distancia que los separa desaparece.
Ninguno de los dos puede contenerse más. Sus labios se encuentran en un beso suave, casi temeroso, como si ambos estuvieran probando algo prohibido.
Sin embargo, ese primer toque enciende algo en ambos. El beso se vuelve más profundo, más apasionado, mientras sus manos buscan más contacto, acariciándose como si el tiempo no existiera, como si estuvieran recuperando algo que habían perdido siglos atrás.
Pero de repente, la culpa regresó con fuerza, golpeando a Jake como un torrente. Jay.
Recuerda a su esposo, la marca en su cuello que lo une a él. Se separa bruscamente de Sunghoon, jadeando, con el rostro lleno de confusión y arrepentimiento.
—No... esto está mal. No debería haber venido. Fue un error.
Se levanta apresurado, dispuesto a huir, pero antes de que pudiera irse, Sunghoon lo detiene, agarrando suavemente su brazo.
—Jake —Dice, con un tono grave y dolorido—. Lo que sientes no es un error. Sé que es difícil, pero si alguna vez buscas más respuestas, si necesitas entender lo que realmente somos... yo estaré aquí. Te esperaré. No importa cuánto tiempo tome.
Jake lo mira una última vez, sus ojos llenos de emociones conflictivas, y sin decir una palabra más, sale corriendo de la librería.
Mientras se aleja, las palabras de Sunghoon resuenan en su cabeza:
"Te esperaré"
Pero Jake sabe que no puede seguir huyendo de lo que siente, ni de la verdad que ha comenzado a descubrir.Cómo me duele escribir cada capítulo 🥲
ESTÁS LEYENDO
Under the Blue Moon 🌑 JAKEHOON
Fanfic"Bajo la Luna Azul de invierno te conocí, bajo la Luna Azul de invierno marqué nuestro destino y te perdí" La lucha de poder entre Vampiros y Licántropos cobra un giro inesperado, una unión que para los primeros significa una luz de esperanza y salv...