"Bajo la Luna Azul de invierno te conocí, bajo la Luna Azul de invierno marqué nuestro destino y te perdí"
La lucha de poder entre Vampiros y Licántropos cobra un giro inesperado, una unión que para los primeros significa una luz de esperanza y salv...
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—¿Pasa algo? —Seokjin Luna de su Reino y su compañero de vida, le pregunta extrañado y al notar su serio semblante— .¿La carta de Jaeyoon no te satisface? Hace tiempo no recibíamos noticias de él.
—No se si realmente sean buenas noticias, no puedo dejar de pensar en la seguridad de mi hermano.
—Son buenas noticias amor mío, Jaeyoon no corre ningún peligro ante la mordida de Sunghoon, la mezcla de sus sangres no lo afectará, incluso lo hará más fuerte, estoy seguro de que una vez que Sunghoon lo marque, pronto tendremos incluso mejores noticias, podrán concebir herederos y extender su familia, así como nosotros lo hacemos.
Taehyung sonríe ante las palabras de aliento de su esposo y acaricia con cuidado su creciente vientre.
—Nuestro Jaeyoonie estará feliz de saber que pronto será tío, siempre fue su sueño, quisiera ver el rostro de mi hermano al saber que la Luna del Reino espera a nuestros primeros herederos.
—Tío en doble partida, un niño y una niña. Estoy seguro que pronto, él nos dará las mismas buenas noticias.
—Son buenas noticias para ellos y para nosotros porque compartimos la alegría de Jaeyoon y de Sunghoon, pero no puedo evitar pensar en cómo reaccionarán los demás miembros de su Reino en especial los que conforman su Consejo Real, aunque es un tema que decidimos dejar atrás con el Tratado de Paz, son esos Vampiros los que decidieron asesinar a mi padre sin darle el derecho de un juicio justo.
—Esos Vampiros se comprometieron a mantenerlo a salvo, Jaeyoon es su Rey Consorte, lo mínimo que deberían hacer, es compartir su alegría y estar agradecidos por tener una oportunidad de salvar su Raza.
—En teoría amor mío, solo espero que cumplan su promesa, sé que Sunghoon lo hará, si no confiara en él, no hubiera permitido que se case con el menor de mis hermanos.
—Lo harán, son seres impulsivos pero no son estúpidos, no se atreverían a dañarlo, no se atreverían a tenernos de enemigos.
—Lo lamento, amor mío, no quiero alterarte con todo esto, quién hubiera imaginado que los glóbulos rojos de Jaeyoon no se verían afectados por el veneno en la sangre de Sunghoon, Jaeyoon no es el frágil e indefenso Omega de Licántropo que ellos piensan, su hijos serán tan o incluso más fuertes que Sunghoon.
—Lord Sunghoon vino a nuestro Reino en busca de un Tratado de Paz entre nuestras Razas y para encontrar una solución a su problema de infertilidad, en todo caso ellos deberían ser los primeros en celebrar, esto es mucho más importante que asegurar su futuro como Raza, esto incluso puede significar que en su Raza y la nuestra pueden existir más miembros que sean destinados y cuya unión asegura la subsistencia de nuestras Razas.
—Lo sé, en teoría eso es lo que debería suceder, pero no podemos confiar cien por ciento en ellos, quisiera enviar otra delegación de guardias que custodien a mi hermano.
