"Bajo la Luna Azul de invierno te conocí, bajo la Luna Azul de invierno marqué nuestro destino y te perdí"
La lucha de poder entre Vampiros y Licántropos cobra un giro inesperado, una unión que para los primeros significa una luz de esperanza y salv...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los rayos de sol ingresan por el amplio ventanal y besan con delicadeza su encantadora piel acaramelada, sus labios dibujan una sutil sonrisa y sus cabellos oscuros acarician con extremo cuidado su rostro angelical.
Cualquiera en su sano juicio, juraría que se encuentra frente a una criatura celestial, un ser extraordinario, tan frágil y tan inocente, tan puro y difícil de alcanzar, tan irreal y mágico como el sueño más anhelado.
Suspiro enamorado al observar su belleza, no puedo evitar sentir celos incluso del mismo aire que respira ¿Quién hubiera pensado que yo, un Vampiro sería el ser de la Tierra Media más afortunado?
Es irónico, pero a pesar de pertenecer a dos Razas conocidas como enemigos naturales, yo Park Sunghoon soy su destinado, soy su esposo, soy su compañero de vida y soy con orgullo, el único ser vivo capaz de saciar su creciente deseo y necesidad.
Mi Omega, mi veneno, mi cárcel, soy tu prisionero y me tienes cautivo comiendo en la palma de tus manos, me venciste, derribaste mis murallas y te tatuaste en cada centímetro de mi piel, tú despertaste a mi alma dormida, tú me enseñaste el sentido de la vida.
Quien te viera durmiendo pacíficamente jamás creería tu nivel insaciable de estamina, jamás imaginaría los dulces y adictivos sonidos emitidos por esos gruesos y esponjosos labios a consecuencia de cada uno de mis besos, de cada una de mis caricias y de cada estocada profunda que te hace tocar el cielo y gritar mi nombre rogando por más.
Jamás pensarían que un ser tan perfecto, puede ser a la vez tan terrenal, tan necesitado, tan deseoso de ser complacido y de dar placer, tan adictivo y a la vez tan demandante, mi pequeño ser de fuego, qué dichoso me siento de arder en las llamas de tu pasión e infinito amor.
Mi Jaeyoon, mi cómplice, mi mejor amigo, hablar contigo hace que las horas parezcan segundos y los días eternidades en el prometido paraíso, perderme en tu mirada es como descubrir galaxias desconocidas, cada una más brillante y magnífica, cada una diferente y especial.
Tus ganas de aprender, tus deseos de descubrir nuevos universos y teorías, tus ganas de vivir a pleno cada uno de tus días, han despertado en mi oscuro ser las mismas ganas y necesidad de vivir.
Vivir por y para ti, vivir de ti.
Se dice que los Vampiros no tenemos corazón, al menos no uno como el que posee todo ser vivo, se dice que es un mero órgano vital y que a la vez es nuestra mayor debilidad solo necesitas apagarlo o arrancarnos la cabeza para concluir con nuestras miserables vidas.
Se dice que nuestro podrido corazón no está ligado a una idea emocional o sentimental, se dice que carecemos de alma, se dice que somos semi dioses estancados en un mundo insuficiente para nuestra ambición y deseo de poder.
