Lían
-Gracias señor, linda noche –
Como niño pequeño miraba sonriente mi bolsa, mi estomago rugía y mi saliva caía de mi boca, había esperado demasiado tiempo para esto.
-Que rico se ve – comente ansioso – Tengo que llegar rápido a casa para comer –
Había salido de mi casa a altas horas de la noche, no había podido aguantar el no seguir comiendo, por lo que lo único que estaba abierto a esta hora, era una pequeña tienda de 24 horas, ahí podía encontrar cualquier cosa que necesitase.
Un frio fresco abrazo mi cuerpo, erizando cada parte del mismo, era hermoso sentir este frio chocar contra tu rostro, la noche no podía estar más bonita, las calles se encontraban vacías mientras que la única compañía que tenía era la luna.
El silencio absoluto y la oscuridad era lo único que mis oídos y ojos percibían, permitiéndome disfrutar del momento.
El sonido de un contenedor de basura cayéndose capto mi atención, esfumando mi momento de tranquilidad. Había sonado por un callejón del cual iba pasando de largo, inmediatamente pare mi caminar volteando a mirar aquel animal que pudo haber provocado ese sonido.
Entrecerrando mis ojos observo cada parte, con cierta duda me froto los ojos volviendo a mirar aquella bolsa de basura que tenía forma humana. Al acércame me percato de que realmente se trata de una persona, y no cualquier persona, parecía ser un chico de mi edad, de cabellos oscuros que no traía una camiseta, dejando al descubierto su pecho dejándome ver que estaba herido.
Busque en todos lados a alguna persona que estuviera ahí, pero parecía estar solo. Tembloroso me acerco al chico mirándolo de pies a cabeza, extendiendo mi mano tocando su hombro, no pareciera percatarse ante mi toque, creo que ya se había desmayado.
¿Qué se supone que deba hacer ahora? ¿dejarlo aquí y seguir mi camino como si no hubiera visto nada? No, eso no sería correcto, entonces ¿Qué hago? El hospital más cercano está a una hora de aquí, seguramente cuando llegue ya estará muerto. Tenía que buscar una solución y rápido.
Dudoso tomo su brazo y lo paso sobre mi hombro para cargarlo, sujetándolo de la cintura, sin tocar su herida.
De la nada, siento como algo apunta detrás de mi cabeza.
-Ni se te ocurra llevarme a un maldito hospital – susurro con dificultad aquel chico.
-está bien, pero por favor deja de apuntarme con lo que sea que tengas- traque duro empezando a temblar. Suponía que se trataba de una pistola, pero rápidamente borre esa idea ya que no seria capaz de moverme o articula alguna palabra si estaba en lo cierto.
-Llévame a la zona norte de Brytsey si no quieres que jale del gatillo – amenazo dando un pequeño golpe con su pistola en la parte trasera de mi cabeza. Si, estaba en lo correcto.
Obedeciendo su petición empecé a caminar a paso lento, revisando a cada rato si no estaba tocando su herida, el chico se mantenía sujeto a mi hombro, mientras que con su otra mano, seguía apuntando a mi cabeza, lo bueno es que queda algo cerca el lugar que me dijo.
Después de eso lo dejaría ahí y me iría corriendo sin mirar atrás, seguramente jamás vuelva a pisar estas calles.
El chico se empezó a mover inquietante inclinándose hacia delante, bajando su arma, agarrándose su estómago. Después que quedarnos unos segundos en esa posición, el chico empezó a vomitar sangre, tosiendo cada vez más fuerte lastimando su garganta.
-No sigas tosiendo, te estas lastimando más – de mi bolsa saque un papel, para luego pasárselo por su boca limpiando todo rastro de sangre. No mentiré, mi corazón estaba latiendo muy fuerte, tenía miedo cometer un error que me costara la vida, pero sorprendentemente no hizo ni dijo nada.
Seguimos caminando sin decir alguna palabra, con cada paso que dábamos el chico parecía costarle seguir de pie, estábamos a las afueras del lugar que dijo, todo se encontraba oscuro, la poca luz que emanaban los postes hacia más difícil ver por donde íbamos.
-entra a esa casa – ordeno el chico apuntando a una pequeña casa que estaba escondida entre los arboles
Caminando con cierto temor a no salir vivo, me dirigí aquella casita entrando al instante, antes de que pudiera dejar al chico en algún lugar donde pudiera descansar, este se soltó de mi caminando hacia lo que parecía ser la cocina, buscando algo en los cajones, sosteniendo su herida.
- ¿Te ayudo en algo? Si sigues ejerciendo más fuerza, perderás más sangre – tome su hombro para sentarlo en el piso - ¿tienes algo para curar tu herida o para evitar que sigas sangrando? –
El chico empezó a observar todo el lugar, evitando hacer contacto visual conmigo.
-si no me dices, morirás desangrado aquí –
El chico me miro serio, analizándome de pies a cabeza, sosteniendo su herida se levantó prendiendo la luz de la sala haciendo más visible las cosas. El chico parecía sufrir con cada paso que daba, soltando quejidos y maldiciendo en voz baja, para finalmente sentarse en una pequeña cama.
Volví a caminar hacia el mirando el piso, no quería levantar mi mirada por que podía sentir la suya clavada en mí, con algo de valor suspiré apretando mis manos alzando mi cabeza, encontrándome con unos penetrantes ojos azules que me miraban sin expresión alguna. Unos ojos que te obligan a seguir mirándolos perdiéndote en el color tan intenso como el mar. Dejándote sin palabras ante esos hermosos ojos.
- ¿se te perdió algo? –
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Favorite Crime (BoyXBoy)
Romance¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...