Lían
El tiempo había transcurrido lentamente, el chico se encontraba peor acostado en su cama, lo único que pude hacer fue cambiarle el vendaje por uno nuevo, claramente el chico no tenía uno, por lo que me toco improvisar y ponerle una camiseta blanca que tenía aquí.
Sabía perfectamente que si no lo atendían de inmediato podría morir, no se necesitaba hacer un cálculo para saber que moriría gracias a su herida, y que también a lo largo de este trayecto había perdido una gran cantidad de sangre.
El chico me había prohibido salir de aquí, amenazándome con que si llegara a pararme del suelo me mataría, eso me pasaba por ayudar a un desconocido a punto de morir. A lo lejos podía ver como su respiración iba subiendo y bajando cada vez más lento.
Tenía miedo no salir vivo de aquí, temía no volver a ver a mi mamá, no poder terminar mi universidad, ni mucho menos conocer a la persona con la cual me case. Si, talvez suene ridículo, pero es algo que mi corazón anhela vivir.
Mi respiración aumentaba con cada pensamiento, podía sentir mi corazón latir con mucha fuerza, los ojos me empezaron arder opacando mi vista, mis manos inconscientemente tocaron mi pecho, sintiendo como subía y bajaba desesperadamente.
Sentía una impotencia no poder hacer algo, quería salir, gritar, correr lo más rápido que pudiera, pero simplemente no podía.
Con miedo levanto mi cabeza observando al chico, quien tenía los ojos cerrados ¿se habrá muerto ya? Dudoso miro la puerta, aún estaba medio abierta, si me levanto sigilosamente, podre huir de aquí he irme a casa.
¿será correcto? ¿Y si no está muerto y solo está descansando tratando de no hacer ningún movimiento para no morir? Si lo intento, el no podrá atraparme, esta lastimado y si hace un movimiento brusco empeoraría su estado.
Con las piernas temblorosas logro ponerme de pie mirando fijamente que el chico no se despierte, caminando a paso lento con los pies en punta tratando de no hacer ningún ruido, me dirijo hacia la puerta tomando la manija girándola con cuidado empujándolo hacia mi logrando abrirla.
De reojo miro al chico quien aún tenía los ojos cerrados, al voltear a lo lejos del lugar podía divisar la silueta de dos personas caminando hacia aquí, emocionado levando mi mano gritando ayuda desesperadamente, ya no me importaba si el chico se despertara al escuchar mi grito.
Antes de correr hacia ellos, uno de los tipos empujaba al otro apuntándolo con lo que parecía ser un arma, en ese momento supe que no me ayudaría y que probablemente fuera un ayudante del chico.
Con los ojos llorosos volteo hacia atrás viendo como el chico se movía en su cama, desesperado empiezo a gritar llorando cayendo sentado al piso, negando una y otra vez por haber intentado escapar, este sería mi fin, ya no volvería a ver mi mama, ya no podre terminar mis estudios, todo por la estúpida idea de salir de aquí. Sentía que en cualquier momento me desmayaría, era tanta la presión y el miedo que sentía, que incluso no lucharía ni pondría resistencia cuando me intenten matar, mi mundo y mis sueños se habían perdido para siempre.
Los tipos cada vez se acercaban más, podía oír la voz de uno de ellos. De un momento para otro, siento como me agarran bruscamente del brazo.
-! CAMINA NIÑO ¡- sin poner resistencia deje que me volvieran a meter, sentándome en una silla.
-Demonios Alec, estas muy herido, lamento la tardanza, pero encontré a alguien que puede sanar tu herida – comento jadeante – es un estudiante de medicina, después te cuento como lo traje aquí –
El tipo de ojos verde extendió su pistola hacia un chico de cabello negro, quien ante tal acción brinco del susto ocasionando que se le cayeran sus lentes. Tenía pinta de ser uno de esos niños que se les da bien hacer de todo y que sacan buenas notas.
Caminando torpemente empezó a checar al chico herido, creo que su nombre era Alec, pero no estoy seguro si ese era su nombre o su apodo. Este no había pronunciado ninguna palabra desde que yo y los demás habíamos entrado, supongo que ya no tenía mucha energía como para hablar, mientras tanto yo, solo sollozaba en silencio desde mi lugar observando todo, no quería perjudicar en algo que me costara la vida.
-E-Esto tiene S-Solución, pero el joven ya perdió demasiada sangre y no creo que pueda aguantar más – el chico enfermero miro asustado al otro, esperando que le dieran indicaciones.
-haz lo que sea para que este bien, si el muere tú también, así que piénsalo dos veces – amenazo recargando su pistola.
-C-Como usted ordene –
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Favorite Crime (BoyXBoy)
Storie d'amore¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...