Lían
En lo alto de un edificio se encontraba lo que Alec me había dicho su departamento, durante el camino me había propuesto quedarme a dormí esta noche con él. Al principio esto me sonaba de lo más gracioso e irónico que había escuchado, pero su silencio junto con su mirada me había dejado en claro que estaba hablando en serio. Al pensar en mis desventajas me habían faltado más dedos para contar, por lo que solo había asentido con la cabeza siguiéndolo.
El estar junto con mi secuestrado me hacía sentir seguro, pero de cierta manera que daba mucho miedo, pues tenía en claro que estaba en la misma área en donde el ya conocía y estaba muy familiarizado, en cambio yo, solamente era un pobre conejo en territorio ajeno, en donde mis probabilidades de salir vivo eran pocas.
Al entrar al edificio, la luz de las lámparas me había segado por unos momentos, parpadeando repetidas veces para que pudiera acostumbrarme a la claridad del lugar.
-Es un gusto volverlo a saludar Joven Alec ¿Qué lo trae a estas horas de la noche? – saludo una persona ya mayor de edad, quien se encontraba barriendo la entrada de este. El lugar estaba algo llamativo, como si fuera la entrada de un hotel en donde se hospedaban empresarios o personas con dinero, los muebles blancos estaban bien acomodados dándole una mejor vista al entrar. El color de la pared daba la impresión de estar hecha de madera, decorando el pequeño escritorio con madera de bambú, las plantas por lo general se encontraban a los costados o en el centro de los muebles, decorando mejor.
¿Cómo es posible que Alec pudiera vivir aquí como si nada? ¿Acaso ese señor no sabía lo que hacía? Este lugar parece caro, ni reviviendo nuevamente podría hospedarme en un lugar como estos ¿De dónde sacara tanto dinero?
-Buenas noches, el trabajo – limito a decir sacando un pequeño ¿Papelito? Creo que eso era, pero tenía algo más que lo hacía grueso y duro - ¿Algo nuevo? –
-Nada de qué preocuparse Joven, puede pasar tranquilamente, nadie esta despierto a estas horas – extendió su mano mostrando las escaleras, quedando de lado, agachó la cabeza asintiendo levemente para mirar con una sonrisa encantadora al chico frente mío. Acto que me había encantado, mirando con una ligera sonrisa aquel hombre de ojos alegres, pensando en que no todo estaba perdido.
-Muchas gracias – exclamo seriamente, eso me había molestado un poco, el señor amablemente le dio la bienvenida y el solamente decía gracias con cara de pocos amigos, por lo menos que diga algo más, de verdad que no entendía a este tipo.
Entregándole el pequeño papel subió las escaleras lentamente, mirándolo desde atrás pude observar como con su mano se sujetaba del barandal tratando de subir las escaleras, mientras que con su otra mano libre se agarraba la parte baja de su abdomen soltando pequeños quejidos inaudibles.
Con algo de duda y un poco indeciso, camino hacia el nervioso para sujetarlo. Me había olvidado por completo que aún estaba herido de su abdomen, herida que seguramente fue ocasionada en una pelea, mientras que la otra fue por mi culpa, Alec me había salvado de esa bala, nunca me tome el tiempo para pensarlo y ahora que lo veo me siento culpable, de no ser por él, ahora estaría bajo tierra.
-Déjame ayudarte – agarre su brazo pasándolo por encima de mi hombro, esto había provocado que Alec soltara un quejido algo fuerte, deteniendo mi movimiento en seco – lo siento ¿Te duele mucho? – ¿pero qué clase de pregunta es esa? obviamente le está doliendo, no seas idiota Lían. Deja que preguntar y ayúdalo de una buena vez.
-No...Puedo soportarlo – contesto en un suspiro.
Con los nervios recorriendo mi cuerpo, trago en duro mirando de reojo los gesto de Alec, no quería provocarle más daño.
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Favorite Crime (BoyXBoy)
Romance¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...