Capítulo 7

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Lían 

Después de comer con abril, me fui directo a casa, me la había pasado algo emocionante, no había comido nada a parte de las gomitas que compre y el café que abril me ordeno. Mi estomago rugía, pero mi cuerpo y ojos pedían agritos descansar.

Subí a mi habitación dejando mi mochila junto a mi escritorio, acostándome mirando el techo de mi cuarto por unos cortos segundos, para luego cerrarlos y dormirme en un profundo sueño. 

Al día siguiente me desperté a las 6:15 de la tarde, había dormido mucho tiempo, era la primera vez que despertaba a esta hora. Me levante dirigiéndome a mi baño, tomaría una ducha rápida, para luego bajar a la sala.

Mi mamá se encontraba sentada en el sofá mirando la tele, comiendo unas galletas junto con un vaso de leche. Antes de pronunciar una palabra, mi madre se percata de mi presencia, bajándole el volumen y volteándome a ver.

- ¿ya estas bien? – pregunto con una pequeña sonrisa.

- ¿Por qué no lo estaría? – respondí con nerviosismo mirando de un lado a otro.

-no has comido – sentencio cruzando sus brazos - ¿Por qué no has comido Lían? No has comido nada en más de 10 horas – sabía que esto sucedía si le llegase a contar que no he comido, para mi mala suerte justo eso iba hacer.

-lo lamento mamá, pero no comí porque estaba realmente cansado – sabía que no debí acompañarla, la estoy pagando por eso.

-ya estas muy grande como para no saber que no tienes que saltarte la comida – camino hasta la cocina, revisando el refri – ya debes tener algo de responsabilidad, al menos hubieras bebido un yogurt para que tu estomago no esté tan vacío – me quede en silencio escuchando y observando lo que hacía. No quería meterme en problemas, porque si le llegase a contestar, seguramente me castigaría. Mi madre susurro maldiciendo unas cuantas veces, volteándome a ver.

-no hay nada para que te puedas hacer, hay un poco de comida del almuerzo, si no te llenas, puedes ir a comprar lo que gustes –

-está bien mamá, no te preocupes – camine hacia la estufa calentando mi comida, no quería voltear a ver a mi madre, pues podía sentir su mirada clavada en mí. Después de un hacerme el tonto caminado alrededor de mi comida, mi madre volvió a la sala continuando viendo la televisión.

Termine de servirme en mi plato, sentándome en la mesa viendo fijamente mi supuesto almuerzo, para ser honesto, esto no tenía buena pinta, parecía ser un revoltijo de varias comidas. Eso me había quitado las ganas de comer, supongo que tendría que cómprame algo más, no puedo estar sin comer por un día completo.

Me levante con el plato en manos, mirando si mi madre aún estaba en la sala, y para mi mala suerte aún estaba ahí. A paso lento fui caminado hacia las escaleras para subir nuevamente a mi cuarto, aguantando la respiración, mirando a cada segundo que mi madre aun estuviera sentada en la sala.

Al llegar me dirigí a mi baño, votando la comida en el inodoro, evitando rastro alguno de que no comí.

Escondí el plato entre los montones de libros en uno de mis cajones, mañana bajaría temprano para lavarlo y ponerlo en su lugar.

Por el momento solo esperare a que pase una o dos horas más, para que pueda comprar algo de comer.

Por el momento solo esperare a que pase una o dos horas más, para que pueda comprar algo de comer

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- ¿Estás loco? – pregunto sacudiendo mi hombro.

Mire con el ceño fruncido a Eithan, quien había sido soltado después de que retara al tipo de la cicatriz.

-bien niño, las reglas son sencillas – el tipo con el cual iba a pelear se paró frente a mi mirando la cancha - en mis peleas, está permitido el uso de un arma, específicamente la navaja – comento extendiéndome una.

-ya tengo la mía – agite mostrándosela sin interés.

-bien, como te decía, mis peleas son famosas por tener una regla – camino alrededor de mí, mirándome de pies a cabeza – para poder salir de aquí, tienes que matar a tu contrario – susurro en mi oído con una sonrisa.

Rodando los ojos me vire hacia Eithan quitándome la sudadera, dejando al descubierto mi abdomen. El tipo ya había entrado sin camisa, dando vueltas a su alrededor saludando a todas las personas que gritaban su nombre.

Dando un largo y pesado suspiro me pare en la entrada observando el piso.

-No cometas una locura Alec, Tienes que salir victorioso – susurro Eithan agarrando mi muñeca.

- ¿con quine demonios estás hablando? – comente entre risa. 

Favorite Crime (BoyXBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora