Alec
La tensión en el aire era abrumadora, mis manos estaban frías por el nerviosismo y por la adrenalina que sentía en estos momentos. El juego había comenzado hace unos minutos y ya no podría esperar a que alguien recibiera el disparo. Me había salvado la primera vez al igual que el viejo, el otro chico no quería apretar del gatillo, sus nervios lo traicionaban, eso era lo más emocionante del juego.
-! APRIETA EL GATILLO DE UNA VEZ ¡- grito desesperado el viejo, no lo culpaba, el chico estaba así desde hace 2 minutos, pero el verlo totalmente nervioso y con miedo me ponía eufórico, me gustaba verlo de esta manera.
Ante el susto el chico jalo del gatillo en seco, se había salvado. El chico suspiro aliviado al no sentir nada, pasándome el arma al mimo instante. Ahora mis posibilidades de que pierda eran mayores, podía observar de reojo como el viejo movía su pierna de arriba abajo rápidamente, parecía ansioso por saber lo que me sucedería.
Lían se mantenía a mi lado observando cada movimiento que pudiéramos hacer los 3, también lo veía ansioso, jugaba con sus manos a cada rato. Lo único que pude pensar al momento de poner la boca de la pistola en mi cien fue en mi mamá, le pedía internamente que si llegara a recibir la bala me disculpara por no ir con ella el día que le prometí. En momentos como este, en donde sabes que tu vida peligra, todos los buenos recuerdos como los malos vienen repentinamente a tu cabeza. El primer cumpleaños donde la pase bien con mi madre, Mi primer beso y los buenos momentos con monic, son los recuerdos más vividos que tengo. Pero al voltear a ver a Lían, supe que no debía morir aquí, sentía que por alguna razón él estaba conmigo, algo estúpido si lo pienso de esa manera, pero no hayo las palabras correctas para describirlo. Simplemente sé que la vida me ha dado nuevamente una razón más para seguir intentándolo.
Apreté del gatillo con fuerza esperando el impacto, pero nuevamente no siento nada y suspiro un poco más tranquilo pasándole el arma al viejo.
-Demonios, la sentí cerca – suspiré murmurando para mí mismo poniendo mi mano sobre mi frente, este juego sin duda te hace sentir un sin fin de emociones.
-solo quedan 4 tiros más – observó detenidamente el arma murmurando más cosas que no alcanzaba oír bien -
-No seas tramposo – exclame aun con el corazón acelerado. El viejo parecía estar tan metido en sus pensamientos que no logro escucharme. – Póntelo en tu cabeza de una vez – estire mi pierna dándole un golpe llamado su atención.
-Si mis cálculos son correctos, entonces la bala...- dejo de hablar al momento de apuntar con el arma al chico rubio.
- ¿! Qué demonios haces¡? – me levanté lo más rápido que pude tratando de quitarle el arma, pero el viejo fue más rápido logrando esquivar mi agarre para luego disparar sin pensarlo.
El sonido de la bala siendo disparada resonó por toda la habitación, el chico no logro reaccionar a tiempo logrando que la bala le perforase la cabeza. La expresión que tenía el chico antes de caer de rodillas fue una sorprendida y con miedo. El viejo había matado a otro de los suyos.
- ¿!Pero que has hecho, tramposo¡? – cuestione sin dejar de mirar como del cuerpo del chico se formaba un gran charco de sangre, el sillón había sido salpicado de la misma sangre, por suerte solo era eso, no había partes de sus sesos en el piso o en el sillón.
-Estaba en lo correcto – escuche musitar al viejo, claramente lo que había estado haciendo era calcular si la bala hubiera impactado en su turno. Maldito viejo, estaba en lo correcto. No le importo matar a uno de sus muchachos con tal de no ser él quien recibiera la bala.
Al dejar mi vista del cuerpo observo como ahora el viejo apuntaba directamente a lían, quien ante al asombro se mantuvo quieto, por suerte en ningún momento me aleje de él, solo me había levantado para observar la escena, por lo que lo tome de la muñeca poniéndolo detrás de mí.
ESTÁS LEYENDO
Favorite Crime (BoyXBoy)
Romance¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...