¿Un asesino puede amar?
Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro.
Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente.
Quien diría que una noche Lian conocería al f...
Entre los montones de basura, se encontraba un pequeño cachorro buscando algo de comida, parecía no haber comido en días, sus huesos se podían ver a simple vista.
Camine a paso lento hacia el cachorro, no quería asustarlo. A unos pocos metros, él se percata de mí y rápidamente se esconde en el bote de basura. Me agache buscándolo entre los montones de bolsas que había, metí mi mano tranquilamente dejando primero que lo olfateara, este al verla rápidamente la lamio, estaba lamiendo la sangre que quedaba en mi mano, tomándome por sorpresa su pequeña acción.
Con tranquilidad aleje mi mano para que saliera. Lo agarre y lo lleve hasta la casa, a un costado de esta, había una caja, lo metí y lo asenté en la mesa, el cachorro estaba bien flaco y no tenía las fuerzas necesarias para saltar. Lo que le haría más difícil escapar.
En el piso se encontraba mi cuchillo aun con sangre, lo agarre y baje al sótano, la luz de ahí alumbraba poco, con mi vista busque el cuerpo que estuviera más cerca, después de todo, no podía desperdiciar esta carne, serviría para el alimento del cachorro, carne es carne, no importa si es de un animal o de una persona.
La carne humana cuenta con nutrientes por lo que sería buena elección dársela al cachorro.
El cuerpo completo de una personal podría tiene un total de 80,000 calorías.
Los brazos y piernas cuentan con muchas, por lo que, si llegase a comerlo, engordaría por exceso.
Creo que solo le daré el corazón por el momento, aun es un cachorro y no le puedo dar mucho. Puede que el corazón cuente con 700 calorías, y si solo le doy la mitad no le hará mal.
Vire el cuerpo que estaba en el piso boca arriba, era una lástima que terminaras muerto, con el dinero que tenías, de seguro hubiera vivido más, pero por no pagar tu deuda, ahora estas así, y ahora serás comida para un cachorro. Por lo menos servirás de algo.
Era la segunda vez que hacía esto, en todas las ocasiones que me toco ver el cómo descuartizaban los cuerpos, siempre me mantenía espectador, nunca me agrado hacerlo. La primera vez que hice algo así, fue cuando el viejo Ferrini me obligo abrir el pecho de un muchacho de maso menos mi edad, aún estaba respirando, pero los golpes que le dieron, lo habían dejado casi inconsciente. No quería hacer ese trabajo, no quería lastimar al pobre chico que solo estaba intentando proteger a su hermana de ser violada por los hombres del viejo.
Tal vez sea un hijo de puta a la hora de matar a otras personas, pero yo nunca lastimaría a una persona que dio su vida por proteger otra. Como consecuencia me agarraron de ambos brazos y piernas, estirándome, dejando al descubierto mi abdomen. Perdí la cuenta de cuantos golpes me dieron, estaba agonizando del dolor, como una última oportunidad me lanzaron un cuchillo al piso, para que pudiera culminar con lo que nunca pude empezar. El grito que dio el chico hizo que vomitara sangre, no tenía otra escapatoria, el viejo al ver que hice lo que me dijo, me dejo ir. Después de eso no me ha vuelto a exigir tal cosa. Pero esto es una situación diferente, la vida de un cachorro está en juego y no iba a permitir que muriera.
Comencé a cortar cada parte de su piel, gran parte de su sangre estaba coagulada, sus costillas estaban algo rotas, tal vez me había sobrepasado con el golpe que le había dado anteriormente. Con ayuda de una herramienta que estaba en la mesa junto con otras cosas más, golpee lo más duro que pude rompiendo por completo los huesos de enfrente, solo necesitaría su corazón. Con una mano, lo agarre y con la otra lo corte.
Mi trabajo había terminado, era momento de dárselo al cachorro. Al subir Eithan estaba con el cachorro en manos, en cuanto me vio, agarro al cachorro del cuello alzándolo, ante ese movimiento el cachorro empezó a ladrar fuertemente. Con cierta molestia, agarre de la muñeca a Eithan apretándolo, haciendo que soltara al cachorro.
-!!No vuelvas agarrar al perro así¡¡ - lo mire fijamente sin soltar su muñeca, estaba molesto, como se atreve agarrar al perro así, lo estaba lastimado.
Con un poco más de fuerza, empecé a doblar su muñeca hacia su cuerpo, haciendo que Eithan se arrodillara del dolor, tratando de detener mi agarre para zafarse.
- ¿Q-Que te pasa? S-suéltame, m-me estas L-lastimando – Eithan no podía decir mucho, el dolor le ganaba. Al ver que había dejado de forcejear, lo solté. Eithan se agacho agitando su muñeca y maldiciendo en voz baja.
-ya te había dicho que no agarres así a los cachorros y más cuando estoy presente – me voltee en busca del perrito, este estaba escondido debajo de la mesa, le mostré el trozo de carne que traía en la mano para que viniera, a los pocos segundos el salió y empezó a comer de la carne, parecía contento, movía su colita de un lado a otro.
-Idiota, casi y me quiebras la muñeca – Eithan se agacho junto a mí, mirando al cachorro.
-para la próxima, piénsalo dos veces – seguía mirando al cachorro comer, en unos segundos más se acabaría el trazo de carne.
- ¿En dónde sacaste esa carne? – pregunto confundido.
-del pecho del empresario – el cachorro había terminado de comer, moviendo su colita se dirigió a mí, lamiendo mis dedos. Le asenté otro pedazo del corazón y se lo llevo a un rincón.
- ¿ESTAS LOCO? ¿COMO TE ATREVES A DARLE ESO? ¿COMO PUDISTES DESCUARTISARLO? – pregunto exaltado rascándose con ambas manos su cabeza.
-por lo menos que sirva de comida – comente lanzándole otro pedazo más al cachorro. Eithan se quedó callado, su mirada se mantenía fija en mí, tratando de buscar algo.
-en verdad estás loco Alec – suspiro negando con la cabeza – bueno, ya deja a ese perro, nos tenemos que ir – se paró y revolvió mi cabello para luego salir del lugar. Me pare y me quede viendo al cachorro comer, no quería dejarlo, no podía, mi corazón no me lo permitía.
Alrededor de unos 2 minutos, el cachorro ya había dejado de comer, en cuanto me vio, corrió hacia mí, parándose en dos patas.
-obviamente no te voy a dejar aquí, tu vienes conmigo – agarre al cachorro en brazos saliendo del lugar, acariciándolo y jugando con él. -Tú serás mi compañero, te protegeré y cuidare, lo prometo- una sonrisa adorno mi rostro al decir la última frase.
-! Alec, vámonos ya ¡- grito Eithan a unos 4 metros de distancia.
-!!VOY¡¡-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
