Capítulo 45

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Alec

En lo profundo de ese oscuro agujero se encontraba mi corazón, viendo en completo silencio como mi madre era enterrada. Antes de cerrar por completo la lápida, arroje partiendo a la mitad mi teléfono, fue un ataque de ira lo que logro que pudiera romperlo. Perdiendo todo lo que una vez construí hace años. Gracias a lían fue que logramos hacerlo, poniendo a su nombre todos los papeles que se necesitaban.

El clima estaba muy caloroso, el sol estaba en su mejor punto, pareciendo como si este fuese un día muy feliz. Las únicas personas que estábamos éramos nosotros dos y el señor que acepto ayudarnos con el entierro. Compre un par de coronas de flores para ponérselas después de taparla y una vela negra que fue encendida y colocada encima de la lápida por lían.

El ambiente en sí, era amargo y agrio al mismo tiempo, no había ninguna alma rondando por aquí más que nosotros. Mis lagrimas se habían gastado y secado en el hospital, ya no me quedaban para más. Al contrario de lían, quien no dejaba de llorar sollozando de vez en cuando agarrándome del brazo.

Después de finalizar, el señor se retiró amablemente agachando la mirada para despedirse, lían fue el único que dio las gracias despidiéndose también.

Miles de pensamiento pasaban por mi cabeza al estar frente a su tumba, leyendo la frase que había elegido para colocarla sobre está diciendo "Mi querida guerrera, siempre serás mi inspiración y motivación. Te ama, tu hijo". El dolor que te deja la partida de un ser querido es más fuerte que cualquier otra cosa, incluso diría yo que una bala. Me da gracia pensar que yo, siendo un animal sin control haya estado al borde de la muerte varias veces, no esté en el lugar de mi madre. Muchas veces solía pensar que ella iba ser quien me enterraría justo con Eithan, siendo cambiado totalmente en estos últimos meses.

Ay querida madre, en verdad que quise hacer mucho antes de tu partida, no sabes cómo me dueles. Jure por mi vida darte la vida que tanto merecías, pero la vida misma te me ha arrebatado. El sabor agridulce no se me ha quitado desde que te vi, que injusta es la vida, se lleva todo lo bueno y deja todo lo malo. Se lleva a personas que jamás han hecho nada malo, mientras que deja a personas que violan, asesinan o roban, premiándolos en muchas ocasiones. Es que lo más detesto a esto llamado vida.

Y quien me diga lo contrario, aun no ha experimentado los golpes tan crudos y crueles que da la vida misma, de no ser así, no pensarían igual.

Madre mía, te convertiste en lo que jamás quise que fueras, un recuerdo.

-Con llorar no ganas nada – mi voz sonaba realmente apagada, no tenía ánimos de nada, solo sentía esta impotencia y rabia en mis venas. Las palabras que me dijo mi madre antes de partir, se quedaron grabadas en mi mente.

- ¿Por qué dices eso? – lían se secó las lágrimas con un pañuelo que tenía, dejando salir todos sus pecados de la nariz. Ignore su pregunta anterior empezando a caminar, ya no quería estar más aquí, el cementerio nunca me dio buenos recuerdos, nunca me gusto estar en uno, la energía que carga es muy pesada y triste que te agobia de solo entrar, además, la pequeña espina que se me instalo en la cabeza al recordar las palabras de mi madre.

-Espérate tan siquiera unos minutos más, tu madre acaba de fallecer – me tomo de la muñeca deteniéndome con un poco de fuerza. Su llanto volvió a cesar mirándome con sus ojos brillosos.

-Necesito volver a casa –

- ¿Para qué? ¿Qué es más importante que tu mamá? –

-No sigas Lían – me solté de su agarre con la mano tensa. Acababa de perder a mi madre como para estar soportando esto, no me encuentro de buen humor como para tomármelo con calma.

Favorite Crime (BoyXBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora