Lían
Vi como sus ojos se cerraban perdiendo el color azul en ellos, mientras el charco de sangre se hacía más grande debajo de él, manchando mis manos de un carmín oscuro.
Sus palabras hicieron que todo mi mundo perdiera su eje, sacudiéndose, quemándose, sangrando y rompiéndose.
-No, No, NO, NO ALEC, DESPIERTA¡¡ - repetía una y otra vez mientras sacudía su cuerpo, tratando de despertarlo. Creyendo que de esta manera lograría que reaccionara – ¡¡TIENES QUE ABRIR LOS OJOS, NO PUEDES DARTE POR VENCIDO!! – mi cuerpo era un mar de sensaciones negativas, tenía miedo y estaba desesperado, tanto que no me importaba desgarrar mi garganta con tal de provocar una mínima reacción de su parte. -¡¡NO POR FAVOR, NO PUEDES ESTAR MUERTO ALEC, NO AHORA!!, ¡NO AQUÍ! - entre nudos en mi garganta y lágrimas atoradas abrazaba su cuerpo sin vida, sosteniendo al chico que llego a mi vida sin que lo estuviera esperando, poniendo mi mundo de cabeza y alterando todo mi ser. Mi corazón latía desenfrenadamente, no podía controlar mi respiración, me ahogaba, no podía respirar. Todo era llanto, todo era culpa. La ansiedad provocaba miedo, confusión y enojo.
Alec no podía estar muerto, NO PODIA. El no pudo dejarme, no se atrevería. – DESPIERTA POR FAVOR, ABRE LOS OJOS ALEC, !!ABRELOS¡¡- El dolor de mi garganta empezó a quemarme, ya no podía hablar, mi voz se había quebrado completamente, no tenía fuerzas para seguir.
El grito en mi garganta no salió estrangulándome. Uniendo mis labios con los de él por impulso, rompiendo mi garganta en un grito al momento de ver como su cabeza había caído hacia atrás, tomándolo fuertemente en brazos mientras lloraba.
-Lían...Hijo – la mano de mi padre en mi hombro hizo que lo golpeara y mirara furiosamente.
-! NO ME TOQUES ¡- no quería soltarlo, seguía aferrada a él como al principio, llorar no me bastaba para dejar este dolor que sentía, este vacío que se instaló en un abrir y cerra de ojos ¿Por qué? Toda mi esperanza murió al igual que él.
Con odio buscaba al culpable de esto, viendo como este se rastraba en el piso tratando de escapar, estaba a nada de gritare que lo atrapasen cuando vi a un castaño conocido, no era el Alex, sino Eithan. Quien tenía en manos el arma de Alec, no me di cuenta del momento en el que lo agarro, estando parado frente al viejo y con el arma en su cabeza.
-Nunca debí de hacer esto, nunca debí de decirte todo lo que una vez me confió Alec. Por mi culpa ahora está muerto – el odio se notaba en sus palabras, desde aquí podía escucharlo claramente – Terminare lo que no le dejaste hacer –
-Espera Eithan, tú no eres igual a él. Si me ayudas te daré la mitad de todo mi dinero ¿Qué dices? – comento Ferrini sobornándolo.
-El diablo no negocia...- susurro. El tono con el que lo decía demostraba lo furioso y triste que estaba – Tu nunca cambiaras – su brazo firme contra su cabeza estaba lista – Aunque me ofrezcas el mundo entero por tu miserable vida, no te perdonare – Apunto – Fue demasiado egoísta matarlo solo porque quería su libertad, y ahora que encontró una razón para que su vida valiera la pena, se lo arrebataste. No soportaste que el viviera lo que TÚ nunca pudiste tener, ni en esta vida, ni en otra. Estoy seguro que a Alec le encantara verte en el infierno, ahí es donde nos volveremos a encontrar –
Eithan no espero alguna respuesta u objeción por parte del viejo, fue demasiando tarde cuando vi su cuerpo caer, Eithan hizo lo que Alec hubiera querido, al ver a Ferrini sin vida en el suelo hizo que mis lagrimas volvieran a salir, pero esta vez por tranquilidad y felicidad. Eso era lo que mi Alec anhelaba, eso era lo que él necesitaba para dejar y soltar su pasado que lo atormentaba cada día de su vida.
-Gracias...- musite abrazando fuertemente el cuerpo de Alec – Cumpliste tu promesa, a partir de hoy construiste un mundo en donde hubiéramos podido vivir una vida normal los dos, pero que a causa de eso, tuviste que pagarlo con tu vida – mi voz se quebró rompiendo en llanto otra vez. Muchas veces me pregunté porque el destino te puso en mi camino, ahora se, que fue el destino quien me puso en el tuyo.
Me duele aceptar que esto está pasando un día después de tu cumpleaños, estar de un momento feliz a otro es abrumador e inexplicable.
-Hijo, tienes que soltarlo, tenemos un protocolo que seguir –
-No me importa, no me alejaras de él. Prefiero morir que soltarlo para siempre-
-Lamento esta situación, y espero que no me odies más por lo que estoy a punto de hacer –
Pude ver de reojo como mi padre le daba una señal con su mano a los demás policías quienes se mantenían espectadores ante todo lo que estaba pasando, asustándome al pensar que podrían agarrar a Eithan, por lo que al voltear solo me encuentro con el cuerpo del viejo Ferrini tirado en el suelo. No sé en qué momento le había disparado, pero me alegraba que lo hiciera.
Mi cuerpo se alarmo al sentir como unos brazos me rodeaban del cuello y de la cintura, fijándome como aquellos policías me intentaban separar de él bruscamente, mientras lo tomaban sin cuidado alguno a la hora que habían logrado desprenderme de él.
Con cada forcejeo sentía caer a chorros su sangre, manchando la sudadera que él mismo me dio, al igual que mi pantalón.
-! Tienes que soltarlo, debemos estudiarlo. Hijo no seas necio ¡- intentaba razonar mi padre conmigo, pero el miedo y la desesperación por aléjame de Alec era más fuerte, no lo iba a permitir, no lo volvería a soltar.
Una suave tela blanca cubrió mi boca, debía suponer que algo así me harían al no seguir sus órdenes, era la misma cosa que Alex uso en mi la última vez que lo vi, relajando mi cuerpo y cerrando mis ojos al instante.
No por favor... no quería despedirme así de él.
ESTÁS LEYENDO
Favorite Crime (BoyXBoy)
Romansa¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...