¿Un asesino puede amar?
Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro.
Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente.
Quien diría que una noche Lian conocería al f...
-Mi señor, no hay rastro de él, es como si hubiera desaparecido del país – aquel temeroso chico estaba rezando en sus adentros para que su jefe no hiciera nada malo y se lo tomara bien.
Aunque hubiera interrumpido de su tiempo libre con una jovencita años más joven que él, nada fuera del otro mundo puesto que el dinero podía hacer grandes maravillas. Era la octava vez en todo el día que intentaban dar con su dirección sin tener éxito alguno.
-NO PUEDE DESAPARECER ¿QUE LES CUESTA HACER BIEN SU TRABAJO? - grito muy enfadado tirando al piso aquella botella de vino muy costosa partiéndose en pedazos. Llamando la atención de los pocos presentes que habían entrado tras ser llamados por el mismo, teniendo a una chica apurada vistiéndose antes de acabar con la paciencia del viejo.
-No hay por que llegar a esos extremos señor – aquel conocido castaño hizo su presencia al escuchar los gritos de su socio jefe. -No por nada era tu mejor arma y el mejor entre todos los presentes, incluso llegando a ser mejor que tú – siendo mirado furiosamente por unos ojos verdes junto con otros más. Era rara la vez que solía meterse en conversaciones en donde no tenia nada que ver, pero que era realmente divertido molestarlo con el asunto de su hijo cada que se brindaba la oportunidad.
- ¿Tu qué vas a saber si hace apenas unos meses estas conmigo? Que no se te olvide cual es tu lugar dentro de mi organización ¿entendiste Alex? – algo que no soportaba el viejo Ferrini era el admitir que había alguien mejor que él, y que ese alguien fuera su propio hijo.
-Deberías sentirte orgulloso, después de todo es tu hijo, lleva tu sangre en sus venas – la poca paciencia que tenía el viejo fue acabada desde que Alec llamo, siendo expulsada contra aquel castaño, agarrándolo fuertemente de su camisa atrayéndolo a él, envolviendo su mano en la misma para evitar que pudiese soltarse. - ¿Cómo crees que se pondrá al saber que fuiste tú quien mato a su madre? ¿ah? –
-Eso no tenía poque haber pasado – el agarre del viejo se debilito brindándole la oportunidad a Alex de soltarse, pero en lugar de eso prefirió provocarlo un poco más.
-Lo hecho, hecho esta. No me digas que tu intención nunca fue matarla cuando te dejo en claro que ya no te amaba, y que se lamentaba todos los putos días el haber estado contigo – escupió cruelmente observando como lograba molestarlo más – Tu ego y orgullo no te permitieron sentir el rechazo de tu "Amor". Fue tanto tu molestia que incluso la violaste con tal de limpiar tu ego de "Hombre" – sus palabras ardían, cortando profundamente su piel como una filosa navaja. Diciendo la última frase en un susurro y con mucho odio:
– Acabaste con su vida ... - sin esperar más Alex se alejó del viejo a una distancia considerable, sabía que se podía meter en graves problemas solo por querer hacerlo enojar.
Le importaba poco los problemas que tenga él o cualquier persona de aquí, no eran de su incumbencia y tampoco quería conocer cuales eran, pero quería decirte todo lo que nadie más se atrevería a decirle, en sí, Alex también detestaba al viejo, no soportaba a las personas que se dejaban llevar por tu ego y orgullo más allá de lo necesario.
El poco tiempo que estuvo con el viejo, fue más que suficiente para saber y conocer los secretos que él mismo se encargó de ocultar. Extorsionando a cada miembro para sacar información sin que nadie lo notase o delatase, Alexander era un experto para adaptarse a las diferentes personalidades de cada uno, usándolo a su favor y conveniencia.
-Yo quería hacer las cosas bien, ella fue la que dijo que preferiría estar muerta antes de decirle a su hijo que era mío – dijo con rabia al recordar sus palabras.
- Pues te felicito – Dijo con ironía – Por primera vez en tu vida te tomas algo muy enserio – Aquel castaño de dudosa mentalidad lucia molesto, incluso más de lo que debería.
- Solo quería recordar viejos tiempo con ella ¿Era tanto pedir? – En sus palabras no había ni una gota de mentira, lo decía tan nostálgico y con tanta calma que te juraba la verdad. Ciertamente la madre de Alec fue un Amor Aventurero lleno de pasión. Los dos amantes se amaban con locura llegando a verse a escondida de su entonces esposo de Feira, el fundador de la organización de Ferrini. Fue tanto su amor que una noche ambos se entregaron completamente dejándola embarazada, ambos planeaban irse a una cuidad en donde su hijo pudiera crecer, en donde comenzarían una nueva vida los tres.
Todo era perfecto hasta que una noche fueron descubiertos por una de las prostitutas que trabajan junto con Feira, suplicándole y rogándole que no digiera nada, manteniéndolo en secreto. Aquella chica sabia que lo que hacían era más que prohibido, siendo la amante la esposa de su señor, amo y patron. Esa misma noche aquella chica fue asesinada por el viejo Ferrini tras el temor de que el esposo de Feira se enterase, viendo esta misma a lo lejos como era brutalmente ahorcada su compañera.
En ese momento Feira dejo en claro que su amor ya no podía seguir y que era mejor dejar las cosas como estaban, con mucho dolor y tristeza Feira le suplico a Ferrini que no le dijera nada y que, por el bien de los dos, dejara que el hijo que esperaban, tendría el apellido Dagger. A Ferrini no le quedo más remedio que aceptar, pero prometió que algún día tendría la organización en sus manos, siendo en ese momento en el que le dirían toda la verdad.
- Todo ese "Amor" no fue más que solo una ilusión que te creaste para no sentir su rechazo. No vengas a relatar tu historia romántica porque la verdad me da flojera. Acepta que la mataste, abusaste de ella y no te importo como se sentía en ese momento, porque solo estabas tú y tu maldito ego.
Tu insistencia fue tanta que no escuchaste cuando te advertía que estaba sangrando. Sus gritos te molestaron y fue ahí cuando te desquitaste golpeándola gravemente, dejándole moretones por todo su cuerpo y algunas cortadas, o más bien rasguños. – Alex era frio, y no le importaba si había herido los sentimientos del viejo, estaba seguro de que no poseía alguno. – No mereces el perdón de nadie-
-Después de todo lo volverás a ver, si en verdad lo quieres, le dirás la verdad y que fuiste tú quien mato a su madre – una sonrisa con algo de malicia se había formado en los labios del castaño. Solo lo decía por fastidiar, el orgullo del viejo era mayor y no lograría romperlo. Por eso le hacia sufrir con sus palabras.
-Y en cuanto a ti – camino apuntando con el dedo aun par de ojos verdes muy conocido – No te imaginas lo que te espera si Alec se llegase a enterar que gracias a ti, es que el viejo supo sobre la ubicación de su madre, y que gracias a tu visita en su viejo departamento fue que todo esto exploto – me inclino levemente para susúrrale al oído – Bien que pudiste quedarte callado y no decirle nada al viejo respecto a que Alec no se encontraba ahí, no se en donde mierda tienes la cabeza si no lo usas para nada, idiota. –
Eithan se quedo quieto con la mirada en el piso, no le gustaba que Alex tuviera razón pero, si tan solo pudiera pensar mejor las cosas no estaría perjudicando Alec, nunca lo hizo con esa intención, el solamente quería encontrar a su amigo lo antes posible.
El castaño se levanto nuevamente soltando un grave suspiro, dándose media vuelta para volver a ver al viejo.
-Mi labor aquí ha terminado – se acomodo y limpio su playera para luego dar una leve reverencia como burla al viejo – Nos vemos en tres días – sonrió levantándose para luego decir – se me olvidaba, deséale feliz cumpleaños Alec de mi parte, seguramente le alegrara mucho –
Sin más que decir, aquel castaño decidido salir de aquella habitación, con una sonrisa algo falsa y unos ojos que planeaban muchas cosas, o simplemente eran una fachada.
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