Alec
- ¿Qué haces aquí, No estabas muerto? –
-Yo también me alegro de verte – comento con una sonrisa arrogante y sarcástica, apoyándose en el borde de la puerta, como si fuera la cosa mas bella y sexy que existiera en el planeta.
-Me acabas de arruinar la tarde ¿Qué diablos quieres? Dilo de una maldita vez para ya no ver tu horrible rostro – rodé los ojos apoyándome en esta.
-También te extrañe – me tiro un beso al aire, entrando y aventando su chaleco que cayó en el sofá.
- ¿Qué crees que haces? –
-Pasar ¿No es obvio? – se lanzó sentándose de golpe, subiendo ambos pies a la mesa de enfrente, dejando caer la poca tierra que traía pegada en sus zapatos. Mi tarde estaba muy tranquila para ser real, ya decía que esto no tardaría, y justo como lo predecí, Eithan viene y lo primero que hace es pasar como si fuera su casa a la vez que manchaba de mis pertenencias. La paciencia es algo que nunca he tenido y nunca tendré, pero si el no copera tendré que sacarlo a golpes de aquí.
-Si no bajas tus zapatos apestosos de mi mesa y si no te sientas como es debido, te meteré una bala en tu cráneo y me asegurare de que todo tu maldito cuerpo quede descuartizado en porciones tan pequeñas que se las daré a mi cachorro de comer. Te aseguro que no dejare ni un maldito rastro de ti. - lo amenacé mirándolo fijamente a pocos centímetros de su cara, podía sentir como su respiración había parado por unos cortos segundos. Eithan me miraba en estado de shock, sus ojos verdes se mantenían estáticos, su cuerpo poco a poco se iba relajando, poniendo una mano sobre mi hombro diciendo – si...claro...y ¿en dónde está Daisy? – desvió su mirada buscándola por su alrededor.
-No estoy jugando imbécil – lo tome de su cabello acercándolo más a mí, él rápidamente me agarro de mi muñeca ejerciendo presión para soltarlo, pero eso solo provoco que tirara más fuerte hacia atrás.
-N-No te tengo miedo – rio dándome un golpe con su frente en mi cara.
El impacto hizo que caiga de espalda al suelo, levantándome con la mano en el rostro apoyándome de la pared. Su golpe me había ropo el labio, la nariz no, ya que no sentía que me saliera sangre.
- ¿Un golpe de frente? Que bajo – lo mire sonriente limpiándome el labio.
-No hagas esto más grande – se levantó alejándose unos cuantos pasos, cerrando ambas manos en forma de puños y tomando una posición de defensa.
-Vamos ¿Qué esperas? Adelante – hice un ademan con las manos dándole a entender que viniera a mí.
-Esto ya está fuera de control Alec, no es esto a lo que vine, vamos hablar las cosas bien –
-Tu empezaste –
-Está bien esa no fue mi intención, también el golpe fue un error, no lo pensé y solo me dejé llevar – comento alzando ambas manos – estoy aquí para hablar sobre la nueva tarea que nos encargó Ferrini –
Me quede observándolo en silencio, sabía que Eithan solo me había golpeado por reflejo o instinto, lo conozco desde que tenía 16 años, él fue quien me sugirió entrar a trabajar para el viejo Ferrini, en ese entonces él no era tan reconocido como ahora. No tenía en claro aún cuáles eran las consecuencias o que tan malo podría llegar a ser. Lo único que necesitaba en ese entonces era el dinero, Eithan me había dicho que allí en donde él trabajaba le pagaban bastante bien, y no lo niego, pero si tan solo hubiera encontrado otra forma de ganar dinero, no estaría tan malditamente mal como ahora.
-Te escucho –
-Vamos Alec, me conoces y sabes que yo no te pegaría por nada – se acercó a paso lento con las manos a su costado – Hablemos de una manera civilizada –
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Favorite Crime (BoyXBoy)
Romance¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...