Capítulo 24

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Lían

Tras salir del edificio en lo único que pude pensar fue en que mi muerte estaba asegurada, la inseguridad de quedarme o seguir mi camino me ponía ansioso, todo había cambiado drásticamente, cuando vi a Alec me sentí seguro y a salvo, fue una sensación que no pude aceptar y terminé lastimándolo. Ahora me encontraba caminando aterrado junto con el señor que conocí el día anterior, él no es el problema del cual tenga miedo, lo que me tiene así son las palabras que Alec dijo antes de sacarme, aun no lo comprendo ¿Por qué sus palabras me afectan tanto? ¿por qué me siento de alguna manera protegido cuando estoy con él? ¿Por qué dude en salir cuando me dieron la oportunidad? Cualquiera lo habría hecho ¿pero por qué yo no? Mi mente en ese momento empezó a dudar, mi cuerpo se había paralizado sin saber que hacer, estaba seguro que quería salir y ver a mi familia de nuevo pero, aunque no quiera admitirlo, una parte de mí no quería salir, me sentía tan seguro y protegido que me quería quedar junto a él. Claramente no estaba pensando bien y que por el resfriado que me dio, estaba sobre pensando las cosas, no me creo capaz de sentir esto, no porque sea un chico sino porque lo conocí en condiciones diferentes.

-Disculpe, pero ¿A dónde me lleva? – pregunte sujetándome fuertemente de su brazo.

- El joven me pidió que lo entregara a la policía – comento con tranquilidad – El me pidió que lo dejara a unas cuantas calles lejos de acá para luego yo llamar a la policía y decirles que te había encontrado – puso su mano sobre mi hombro dándome pequeñas palmaditas – yo le sugerí que sería mala idea, pues sabía perfectamente que si lo hacía tú lo delatarías, pero como era de esperarse él no me hizo caso, así que lo único que pude hacer fue vendarte los ojos para que no supieras por donde te estoy llevando, aunque dudo que te aprendieras las calles cuando el joven Alec te trajo -

Era verdad, mi memoria era tan mala que nunca me aprendí por donde Alec me había traído, siempre he sido muy olvidadizo, por eso es que termino reprobando algunas materias.

- ¿Pero por qué me cubre los ojos? Nunca delataría a Alec – me queje apretándolo más del brazo, su comentario me había molestado, nunca se me había cruzado por la mente delatarlo, menos ahora.

- ¿Cómo iba a estar seguro? –

-Alec me salvo cuando su jefe intento dispararme – suspire agachando mi cabeza -el recibió la bala por mí, por mi culpa Alec tiene dañado el hombro – era verdad, estaba en deuda con él ¿será que por eso me siento así cuando lo veo? ¿o es que estoy confundiendo las cosas?

- ¿El joven hizo eso? – pregunto con asombro.

- ¿Por qué lo pregunta de ese modo? Alec es un buen chico y no tengo la menor idea del porque lo hizo, pero estoy agradecido con él – una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al decir lo último, podía sentir como mi corazón incrementaba su ritmo cardiaco, tenía que tranquilizarme, no era momento de ponerme así.

-Tú eres especial – le escuche decir.

- ¿Especial? ¿a qué se refiere? – cuestione moviendo su brazo, pero como era de esperarse su respuesta nunca llego, el sonido de sus zapatos era lo único que podía escuchar - ¿señor? –

-Camina, casi llegamos –

- ¿Por qué ignora mis preguntas? No me deje con la duda – suplique esperando ahora si una respuesta, pero nuevamente su silencio fue lo único que reino por todo el camino.

(...)

- ¿Es este el chico que buscaban? - interrogo un oficial llegando a mi lugar, al levantar mi vista me percato de que eran mis padres quienes me miraban estupefactos

-!!MI HIJO¡¡ - mi madre se lanzó sobre mi llorando, sus brazos me rodearon toda la espalda, podía sentir como temblaba, su respiración junto con sus jadeos se escuchaban agitados. Jamás imagine el encontrarme con ella de esta forma.

-Hijo, cuanto tiempo – levante mi rostro al sujeto que estaba enfrente mío, mi padre, el que siempre estuvo ausente por su trabajo – sé que te debo disculpas –

-No es hora – mi madre lo miro con el ceño fruncido – mi bebe ahora debe descansar, debió estar asustado – levanto su mano dándome un golpe en mi cabeza – Eres un tonto por salir solo en la noche ¿Cuántas veces te he dicho que es peligroso idiota? – su cambio de humor me tomo por sorpresa, mi padre junto con el oficial nos miraron sorprendidos por las palabras de mi madre - Lo siento mucho hijo, perdóname por favor – negó moviendo su cabeza de un lado a otro pegando su frente con la mía. Entendía perfectamente su enojo, mi mama no tenía la culpa de nada, el que le debe pedir perdón soy yo. Ver a mi madre de esta forma me ponía mal, no podía imaginar las veces en la que mi madre no pudo dormir por mi culpa, tenía las ojeras grandes y oscuras, sus ojos se veían cansados, todo esto fue culpa mía.

-Perdóname a mi mama, yo fui el causante de esto, si no hubiera salido esa noche nada de esto estaría pasando – trate de formar una sonrisa para calmar a mi madre que termino más como una mueca.

-ya no importa, ahora estás conmigo – me abrazo sobando mi espalda, estoy feliz de regresar.

-bien hijo, vámonos –

- ¿ahora? ¿Qué no tienes que hacer papeleo? –

-Tu padre se encargará de eso, ahora vámonos – me tomo de la mano levantándome del asiento.

-Así es, no te preocupes hijo, yo me encargare de atraparlo –

- ¿Qué no me preocupe? – detuve el jalón de mi madre tras mirar a mi padre – si cuando me tenías enfrente tuyo preferiste irte tras el criminal que a por mi ¿Acaso tu trabajo es más importante que tu hijo? – lo miré con los ojos borrosos, quería llorar, mi voz se rompía con cada palabra que decía.

-! Claro que no, pero si no lo hacia ese sujeto seguiría suelto y seguramente seguiría matando a personas inocentes ¡–

- Pero ni siquiera lo atrapaste ¿La vida de personas desconocidas es más valiosa que la vida de TU HIJO? –

-!!ESE ES MI DEBER¡¡- grito con su voz grave resonando por todo el lugar, las personas que estaban en la misma habitación que nosotros estaban expectantes mirando la escena que mi padre y yo habíamos armado.

-SI ES TAN IMPORTANTE PARA TI, ¿POR QUE ESTAS AQUÍ? –

-POR QUE TU MADRE ME OBLIGO A VENIR, DE NO SER POR ELLA YO ESTARIA BUSCANDO AL CULPABLE DE TODO ESTO – levanto su mano a punto de darme una bofetada, pero rápidamente se detuvo mirándome con los ojos abiertos, dándose cuenta de las palabras que había dicho.

Sus palabras habían sido las que nunca me imaginé oír, siempre lo supuse, pero nunca pensé que algún día me lo diría a la cara. Con la vista perdida observo de reojo como mi madre tenía ambas manos cubriéndose la boca con los ojos lagrimosos, la habitación emanaba un silencio incomodo junto con las miradas de todos sobre mí, eso había sido lo suficientemente claro como para no darme cuenta de que no significaba nada para mi padre.

-Eso no era lo que... - susurro tratando de tocar mi hombro.

-No me toques – dije con tono molesto, pero a la vez con la voz rota – no quiero volverte a ver en mi maldita vida – golpee su brazo quitándolo de mí, estaba decidido salir de aquí, no quería estar cerca de la presencia de mi padre.

-Hijo no es lo que parece – mi madre me tomo de la muñeca intentando detenerme, pero mi silencio fue más que suficiente para que me soltara y siguiera con mi camino, alejándome sin siquiera mirar atrás. 

 

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Favorite Crime (BoyXBoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora