¿¿¿???
Eran pasadas las 3 de la tarde. Todo parecía estar tranquilo en aquel edificio, ninguna persona había salido y ninguna rondaba por ahí, simplemente era él y el cómodo sonido del silencio.
Hasta que el estruendo de la puerta siendo fuertemente azotada contra la pared, asustó al señor que se encontraba disfrutando de su último día.
-¿Lo puedo ayudar en algo joven? - pregunto amablemente llamando la atención del causante de ese fuerte sonido.
- Tengo prisa, Quitese de mi camino - Fue empujado por un joven de cabellos cafes claros. Subiendo a toda velocidad las escaleras, sin importarle hacer mucho ruido en el intento. Dejandolo pasar, el señor se percató y reconoció aquel rostro que solía venir con mucha frecuencia, imaginándose el porque de su inesperada visita.
Al cabo de unos 10 minutos, el joven bajo con la respiración acelerada y el semblante molesto.
-¿En dónde está? -
-No se de qué me está hablando - Se escuso volviendo a su tarea anterior.
-No se haga el gracioso conmigo, usted sabe en dónde está - Aquel joven lo tomo fuertemente de los hombros haciendo que lo mirase. Sabia perfectamente a quien buscaba, pero como lo había prometido, no diria palabra alguna.
- Joven Eithan, entienda que no se de lo que me está hablando -
-Sabe perfectamente que Alec no pudo desaparecer tan fácil - se sostuvo la cien dando vueltas a su alrededor. -Necesito aclarar las cosas con él -
-Usted no puede remediar lo que ha hecho, entienda que Alec no es el tipo de persona que perdona fácilmente, y menos cuando se trata de una traición - dijo empezando a limpiar la pequeña mesa en dónde solía comer.
-¿Y usted cómo sabe? -
- Siempre me entero de todo - No existía una razón más allá para saber lo que Eithan había cometido. Conocia al joven Alec desde que este apenas era un jovencito de 17 años. Siempre lo cuido ganándose su confianza, contándole todas sus aventuras y problemas que lo atormentaban. Siendo su única compañía y a la vez su gran consejero.
El joven Alec le había comentado todo aquella noche. Cuando salió a tomar aire fresco en lo profundo de la noche, recuerda haberlo visto tan sumido en sus pensamientos que esa fue la primera vez que bajo la guardia, algo que en el momento le preocupo ya que Alec siempre estaba atento a todo 24/7. Fue en ese momento en que comprendió que algo malo le sucedía. Enterándose a los pocos segundos de lo que el joven Eithan había hecho.
El no era nadie para juzgarlo, no sabía el motivo por el cual lo había hecho. Pero también comprendía el porque el Joven Alec reaccionó de esa manera ¿Cómo podrías estar tranquilo sabiendo que en cualquier momento te pueden atacar? O incluso peor, poniendo en peligro a la persona que más amas, poniendo en vano todo lo que Alec había hecho para que nadie supiera de su ubicación y puede que ahora la de su mamá tambien. Eithan había traicionado y abusado de su confianza, jugando con ese valor que no todos somos capaces de entregar.
Todo lo que ha hecho, todo por lo que ha trabajado el joven Alec, había Sido en vano gracias a qué Confío en alguien que nunca supo valorarlo.
- Le repito que no se en donde está, hace más de dos semanas que se marchó de aquí - Tenía que poner algún pretexto para que le creyeran, puesto que en realidad Alec se había marcado hace apenas un día.
-Mierda - aquel señor se quedó observando como Eithan sacaba de su bolsillo su teléfono llamando a alguien.
- ¿En dónde lo tienes? - escucho decir al poco tiempo. - ¿Qué le hiciste? - su voz sonaba realmente molesta, no habia necesidad de gritar para darse cuenta. Solo bastaba con verle y escuchar su voz.
-No te hagas, Dime de una vez en dónde lo tienes - No entendía muy bien de lo que estaba hablando, mucho menos con quién. Pero no debía meterle importancia, volviendo a realizar sus labores anteriores.
-Tú fuiste quien me alejo de él, y ahora resulta que no sabes en donde está - Fue en ese momento en que su cuerpo se congelo, aquel anciano entiendo lo que estaba pasando. Eithan se encontraba hablando con el jefe de Alec.
No sabía hace cuando tiempo había dejado de sentir miedo como en ese momento, sabía que las cosas se pondrían peores ahora que su jefe sabía sobre su desaparición. Aquel hombre al que todos le tenian miedo y respeto, con aspecto frio e intimidante lo que le daba mas poder. Solo una vez en su vida se habia topado con él, solo basto con verlo para sentir la energia tan negativa que cargaba. Y eso que no habia intercambiado palabras, siendo el unico que se enfrentara a él, fuera Alec. Jamas olvidara ese dia en el que el viejo los sorprendio platicando a las afueras de la cuidad, desde ahi, Alec se dio cuenta que algo malo estaba pasando.
Esto no tenía por qué pasar, Alec nunca le dijo nada sobre si llegase a venir alguien por él. Simplemente se marcho sin antes despedirse, no se necesitaba ser un genio para entender el porque Alec habia tomado esa decision, en su momento se lo confeso y hasta ese dia lo seguia recordando. Solo le quedaba seguir con su fachada de no saber nada, orando y resando para que no lo encontraran.
- ¿Cómo no sabías? - Eithan parecía no entender nada de lo que el Viejo ferrini decía. Su mueca estaba más confundida ahora que su jefe no estaba enterado de nada.
Y fue ahí en dónde Eithan entendió que se había escapado, había cumplido con lo que anteriormente Alec le había dicho. Esa fue su salida definitiva, y lo había hecho de la peor manera.
Eithan colgó el teléfono dejando a medias lo que decía su jefe, no sabía si lo que había hecho estaba bien o simplemente había empeorado las cosas.
Con los puños cerrados se golpeó en la cabeza maldiciendose internamente. No sabía por qué el viejo conocería el paradero de Alec cuando claramente se lo habia dejado en claro la ultima noche que estuvieron juntos.
Fue pésima idea haberle llamado.
- ! MALDICIÓN ALEC! - grito con el enojo a tope.
Tenía que ir con el viejo ahora, sí quería mejorar las cosas. Sabía que Alec había cometido un error al siquiera pensar en salirse. Y ahora que lo ha hecho, pondría de muy mal humor al viejo.
No sabía de qué tanton era capaz de hacer el viejo y ni quería saberlo.
Sentía que de alguna manera, si hacía las cosas bien, tal vez Alec lo perdonaría y le permitiría confiar nuevamente en él. Aunque sabía que era imposible por el tipo de persona que es, no debía rendirse y menos cuando quieres remendar tu error.
Las cosas resultarían muy complicadas para Alec.
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Favorite Crime (BoyXBoy)
Romance¿Un asesino puede amar? Aunque no lo creas, el corazón de un monstruo puede ser más humano que cualquier otro. Nadie nace siendo un monstruo. El mundo nos rompe a todos de una manera única y diferente. Quien diría que una noche Lian conocería al f...