Todo por un Sí - #1 [Editando]

CAPÍTULO 24

—Tengo sueño.

Giro mi cabeza hacia Emma, la cual está apoyada en mi hombro.

—Yo también.

Es normal que tengamos sueño, ya que son las seis de la mañana y estamos sentadas en las sillas del aeropuerto esperando a que nos llamen.

Al final, llevamos a cabo la idea de Emma de hacer un viaje. Así que, una semana después de que lo dijera, estamos en un aeropuerto con destino a Londres.

También decidimos hacer caso a la idea de Emma, ya que estábamos.

Estamos todos menos Nate y Ethan. El primero puso una excusa bastante mala para no venir, la verdad. Creo que le abruma que le estemos invitando a todo lo que organizamos, así que supongo que quiere darnos un tiempo sin su presencia.

Le insistimos varias veces en que no pasaba nada y que, realmente, nos cae bien. Pero su respuesta seguía siendo un no y dejamos de insistir para que no se incomodase.

Ethan dijo que las navidades siempre las pasa en familia, sobre todo con su hermana pequeña, así que por esa razón no está aquí.

—¿Cuánto tiempo llevamos esperando? —Escucho a Emma decir con exasperación.

—Había que estar aquí dos horas antes y además de eso llevamos media de retraso.

Bufa.

—¿A qué se supone que están esperando?

—No lo sé, Emma.

—¿Queréis? —Giro la cabeza hacia el lado contrario en el que está Emma y veo a Hayley, que había desaparecido para comprar café con tres en la mano.

Acepto uno y le doy el primer sorbo.

—No, gracias —le agradece Emma.

—¿Dónde se suponen que están los otros dos? —Pregunta Hayley.

—El último mensaje de Keith decía que habían tenido un problema con los asientos y por eso están tardando —explico— Por cierto, ¿dónde te sientas tú?

—Conseguí un asiento delante del vuestro.

—¿Para ti sola?

—Ajá. La verdad es que voy a dormir la mayor parte del tiempo y no me gusta que haya gente a mi lado.

—Ventajas del business —comenta Emma.

—Exacto, rubia.

—Buenas.

Miramos al frente las tres a la vez cuando oímos la voz de Keith. Él y Emily ya están aquí.

—¿Lo habéis podido solucionar?

—Sip —le contesta Emily a Hayley.

—Genial. Londres allá vamos.

—Eso si no nos retrasan más el vuelo —Todo positividad en mi sistema.

Justo cuando lo digo la voz de una mujer suena por los altavoces, indicando en varios idiomas que ya podemos embarcar.

Rápidamente nos levantamos y cogemos las maletas para ir hacia la zona de embarque. Cuando llegamos allí, nos piden los billetes de avión y los pasaportes y una vez que nos revisan todo, entramos.

Al ir en business tenemos asientos —por no decir camas, porque literalmente parecen camas— mucho mejores. Estos tienen botones para ajustarlos por si quieres dormir y hay mantas, antifaces, auriculares y unos calcetines por si te da frío cuando estás volando. Hay también una consola y puedes jugar online y el servicio de comida es mejor.