Suelto un suspiro de satisfacción al sentir el toque de Emma en mi mejilla y posteriormente en mi cabello.
—Margot.
No abro los ojos. Estoy demasiado cómoda como para querer hacerlo.
La mano en mis mechones se desplaza nuevamente a mi mejilla.
—Oye, Margot.
Esta vez, me obligo a abrir los ojos. Me paso las manos por ellos, frotándolos, intentando acostumbrarme a la luz. Distingo a Emma acostada de lado, frente a mí.
Nuestros rostros están a centímetros y su mano sigue acariciando mi mejilla con suavidad.
Quiero despertar así todos los días de mi vida.
—Buenos días —logro vocalizar, con la voz ronca.
—Buenas tardes —rectifica—. Son más de las doce. ¿Cómo puedes dormir tanto?
—Anoche me cansaste —murmuro socarronamente, con una sonrisa perezosa—. ¿O ya no te acuerdas?
—Claro que me acuerdo —responde, con las mejillas sonrosadas.
Me inclino y le doy un beso en la mejilla y en la frente y en la nariz y, lo que empiezan siendo pequeños besos, acaban en un ataque de cariño de mi parte hacia ella, el cual la hace reír. Le rodeo la cintura con los brazos y con poco cuidado la muevo a mi antojo, dejándola boca abajo, encima de mí.
—¡Margot! —Se queja, riéndose.
Me encanta su risa.
Le planto un último beso en los labios, fuerte y de varios segundos. Llevo mis manos hasta sus mejillas y las aprieto.
—Joder, eres preciosa.
Echa la cabeza hacia atrás, zafándose de mi agarre.
—No seas tonta —murmura, avergonzada.
—No lo soy. Sólo digo la verdad —me encojo de hombros.
Miro su rostro unos segundos más y bajo la mirada. Es en ese momento cuando noto que sigo desnuda. Ella, en cambio, trae puesta una camiseta negra que distingo como mía.
—¿Por qué estoy desnuda y tú no?
—Porque no duermo tanto como tú y me he duchado.
—¿Sin mí? —Asiente—. Eso está muy feo, Emmita.
Pone los ojos en blanco y hace el ademán de levantarse. Le rodeo la cintura de nuevo, dejándola sin oportunidad de alejarse. Su barbilla se apoya en mi pecho. Pone una mueca de disgusto cuando se remueve, tratando de incorporarse, sin éxito.
Veo como bizquea los ojos cuando intenta mirarme y se me escapa una carcajada. Su expresión de disgusto aumenta.
—¡Déjame! —Se queja, lo que me hace volver a reír.
—Aww —me burlo—. ¿Qué pasa? ¿La niña se ha enfadado?
—No te soporto. —me hace saber, desistiendo de escapar. Gira su cabeza y apoya la mejilla en mi pecho.
Paso una de mis manos por sus mechones rubios, mientras que la otra dibuja formas sin sentido en su cadera. Es como si mis manos no pudieran estar lejos de ella. He esperado tanto tiempo por esto, que ahora necesito tocarla hasta saciarme de ella, aunque dudo que sea posible.
—Anoche no decías lo mismo.
—Ya pasó, Margot. Suelta el pasado.
—No quiero —siento como clava su dedo en mis costillas, provocándome cosquillas. Aprovecha mi momento de vulnerabilidad para incorporarse y se coloca a horcajadas sobre mis caderas—. Eso es jugar sucio —replico.
ESTÁS LEYENDO
Todo por un Sí - #1 [Editando]
أدب المراهقينMargot quiere estar con Emma. Margot no aguanta ver a Emma con alguien más. Margot quiere a Emma para ella. Cuando un día Margot decide aceptar una propuesta de Emma no puede dejar de pensar en lo tonta que ha sido, pero... ¿Qué pasaría si con ese...