CAPÍTULO 25

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Emma.

La alarma de mi teléfono suena despertándome del extraño sueño en el que mi mente estaba sumergida.

Rayos de sol se cuelan por las zonas que las cortinas no tapan, pero aun así la habitación está bañada, la mayor parte de ella, por oscuridad.

Apago el insistente sonido que emite el móvil y me froto los ojos intentando despertarme del todo y evitando que el sueño no se apodere de mi otra vez.

Miro hacia mi derecha y veo a Margot boca abajo durmiendo profundamente. Decido no despertarla aún, porque ella suele tardar mucho menos que yo en arreglarse y sé cuánto le gusta dormir.

Me levanto de la cama y me visto con lo primero abrigado que encuentro. Luego voy al baño, hago mis necesidades y después me hago un maquillaje sencillo para estar todo el día de turismo.

Cuando ya he terminado salgo otra vez a la habitación y me acerco a Margot, sacudo su hombro con suavidad y la llamo.

No me responde y vuelvo a intentarlo con más ímpetu.

—Margot, vamos, despierta.

—Déjame —murmura con la voz ronca y enterrando más la cara en la almohada.

—Enserio, despierta, seguro que los demás ya están yendo para abajo.

—Me da bastante igual.

—Margot —su nombre sale con dureza de mi boca porque ya tuvimos esta conversación y no lo está cumpliendo.

Muy bien, pues dentro de unos días estaremos montadas en un avión con destino a Londres —está diciendo Margot.

Asiento y entonces la miro severa.

—Margot.

—¿Qué pasa?

—Si hacemos este viaje es para ver el sitio y pasarlo con ellos —digo refiriéndome a Keith, Emily y Hayley—. ¿Sabes verdad?

—Lo sé. Prometo no quedarme más tiempo del justo y necesario en el hotel —levanta mi camiseta dejando mi abdomen al descubierto y empieza a esparcir besos por el lugar. Para ella la conversación ya ha terminado pero yo aún necesito aclarar algunas cosas.

—Ni quedarte dormida por las mañanas —hablo, intentando no desconcentrarme.

Emite un sonido dándome la razón.

—Ni querer irte al hotel antes de tiempo porque estás cansada.

—Vale.

—Ni querer quedarte en el hotel más tiempo porque quieres foll...

—Está bien, Emma, lo he entendido. Disfrutar el viaje y no ser una ermitaña —baja la cremallera de mi falda y la saca por mis piernas—. Ahora déjame celebrar que vamos a hacer ese viaje.

Esto no es lo que hablamos —digo.

Ella no responde y yo empiezo a sentir la frustración invadir cada parte de mi cuerpo.

—¿Te gusta molestarme? Enserio, levántate.

—Emma, baja la voz —habla adormilada contra la almohada.

Decido no insistir más porque sé que, si sigo insistiendo, terminaré a gritos y no es lo que quiero para empezar el día en el viaje que tenía tanta ilusión de hacer.

Simplemente cojo mi bolso y salgo de la habitación sin decir una palabra más.

Algunas veces me saca tanto de quicio que es mejor no seguir discutiendo con ella porque podríamos salir muy mal paradas las dos.

Todo por un Sí - #1 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora