Es sábado, por lo tanto, es el día de la fiesta a la que Alexander nos había invitado.
Sinceramente, no tengo muchas ganas de ir. Básicamente, porque no quiero ver a Emma liarse con el idiota. Es una imagen que no quiero tener en mi mente por el resto de mi vida. Pero, ya había aceptado, así que ahora no me podía echar atrás.
Sacudo mi cabeza, intentando alejar esas imágenes de mi cabeza y me miro al espejo, dándome un último repaso. Emma está sentada en mi cama, lleva un vestido rosa claro con unos tacones negros.
Está más increíble que de costumbre.
Vale, hoy no es día para tener ese tipo de pensamientos. Hoy era un día para pasármelo bien, sin pensar en toda esta mierda. Así que eso hago, guardo todos esos pensamientos en un lugar escondido de mi cerebro.
—¿Cuántas veces te has mirado ya? Vamos a llegar tarde.
La voz de Emma llega a mis oídos, metiéndome prisa para que nos vayamos ya. Según ella, estamos llegando tarde. Según yo, no se puede llegar tarde a una fiesta.
—Es que no me gusta cómo me queda —me quejo, volviéndome a repasar de arriba a abajo.
Dios, hoy mi autoestima estaba en la mierda. No conseguía verme bien con nada. Me había probado tres vestidos, y al final me he quedado con uno rojo, de tirantes y ceñido al cuerpo. Mi pelo estaba planchado, y mi cara con un maquillaje bonito, y aun así, me sentía horrible.
—¿Qué dices, Margot? —Pregunta, acercándose y quedando a mi lado. Ahora ella también se ve reflejada en el espejo—. Pero si te queda genial.
—Solo lo dices porque eres mi amiga.
—No, eso es mentira. Te lo digo porque es verdad. Estás genial.
—Mira, ¿sabes qué? A la mierda —me giro y ando hacia la puerta—. No me miro más. Vámonos.
—Espera —llama, haciendo que pare.
—¿Qué pasa? ¿No llegábamos tarde?
—Es que... — Habla mientras juega con sus manos, señal de qué está nerviosa.
—¿Qué?
—Bueno...
—Emma, cariño, no tenemos toda la noche.
Me encantaría que un extraterrestre viniera y me abdujera en este preciso momento. ¿Cariño? ¿Enserio? Por Dios, ¿qué me pasa?
—¿Me acabas de llamar cariño?
—No, sí, o sea... —Cállate ya, Margot— Oye, no me cambies de tema. ¿Qué te pasa?
—¿Qué pasa si me besa?
Ni de coña iba a hablar con ella de esto.
—Día libre, ¿lo recuerdas?
Era lo único que le había pedido a Emma para hoy, que no sacase el tema de Alexander. Hoy no la ayudaba, solo la acompañaba a la fiesta.
—Margot, solo esto y prometo que te dejo en paz.
Me hago la interesante haciendo que lo pienso, aún cuando sé que mi respuesta va a ser un está bien y que la ayudaré.
—Déjate llevar, Emma. ¿No es eso lo que quieres?
—¿Qué pasa si me bloqueo y hago el ridículo?
—No vas a hacer el ridículo, ¿sabes por qué? —Camino hacia ella, nuestros pies se rozan y de un momento a otro estamos muy juntas—. Porque cuando alguien que te gusta hace esto —subo mi mano lentamente y la poso en su nuca. Mi voz ha bajado tres tonos, creando un ambiente más íntimo—. Y luego esto otro —mi otra mano rodea su cintura—. No te quedas bloqueada —acerco mi cara a la suya—. ¿Sabes por qué, Emma?
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Todo por un Sí - #1 [Editando]
Novela JuvenilMargot quiere estar con Emma. Margot no aguanta ver a Emma con alguien más. Margot quiere a Emma para ella. Cuando un día Margot decide aceptar una propuesta de Emma no puede dejar de pensar en lo tonta que ha sido, pero... ¿Qué pasaría si con ese...