CAPÍTULO 29

6.4K 402 154
                                    

The night we met – Lord Huron

Una semana y tres días.

Ese el tiempo que había pasado desde que mi relación con Emma se rompió, o mejor dicho, la rompieron.

Había sido una semana de mierda. Aparte de la tristeza que me acompañaba a donde iba, también había un sentimiento de extrañeza al no haber visto a Emma durante una semana entera. Supongo que estaba demasiado acostumbrada a verla casi todos los días, ya fuese en casa o en el instituto.

Oh, el instituto. Habíamos empezado de nuevo las clases y yo me quería morir. No estaba preparada para volver, no después de todo lo que había pasado. La gente ahora no iba a su rollo, sin prestar atención a nadie, más que a ellos y a sus amigos, no. Ahora esos grupos de amigos se giraban para mirarme, ya que el artículo de la revista había sido todo un éxito.

Pero, lo más raro, es que en parte me daba igual. Obviamente no es que me encante que la gente me mire, pero tampoco era la mayor preocupación de mi vida, sinceramente. Además, esto en una semana estaría olvidado, lo que ha pasado con Emma no.

Y eso era lo peor de todo, lo que había pasado y está pasando con Emma. Era raro de cojones compartir clase y no dirigirnos ni una sola palabra, solo miradas que ella apartaba deprisa, sin querer tener sus ojos en mí por mucho más que un segundo.

Eso era lo peor de todo.

El que ahora en la mesa de al lado ya no se sentaba una rubia de ojos verdes, sino un chico que, si no recuerdo mal, se llama Jason. Aunque bueno, al menos le agradezco que no sea uno de los que me miran como si fuese un nuevo experimento de la ciencia.

Suelto un suspiro de alivio cuando el timbre suena, avisando que las clases han finalizado por hoy.

Recojo todo lo más rápido que puedo y literalmente corro, sin querer estar ahí más tiempo. Es una tortura poco sana el estar viéndola durante varias horas sin poder ni si quiera decirle un simple hola.

Cuando estoy casi en la salida, un brazo se engancha con el mío y veo que es Emily, que me sonríe. Le devuelvo el gesto, aunque no sea cierto, pero al menos no le pongo mala cara. No se lo merece.

—Hola —saluda—. ¿Qué tal el tercer día de regreso?

—¿Te soy sincera o te doy un discurso sobre como mi día ha sido maravilloso? —salimos al exterior y andamos hasta su coche. No tengo ganas de conducir y ahora me está trayendo ella.

—Sé sincera.

—Ha sido una mierda —me encojo de hombros.

—Ya, el mío ha sido un poco igual —cuando lee la pregunta silenciosa que hago, responde—. Keith y yo no... No es que estemos muy bien —dice, abriendo la puerta del coche y subiendo al asiento del piloto. La imito y me siento a su lado.

—¿Enserio? ¿Qué ha pasado? —Preocupada, pregunto.

—A ver, no es que estemos peleados, pero... —busca las palabras para decirlo, encendiendo el coche y poniéndolo en marcha—. No quiero que te sientas culpable, Margot —me echa una mirada de reojo, con expresión precavida.

—Me voy a sentir más culpable si no me lo dices, la verdad. Ahora estaré pensando que he hecho para que estéis así.

—No has hecho nada, ese no es el tema —suspira—. A ver, cuando pasó todo esto, Keith habló con Emma y yo contigo y ahora parece que estamos como... ¿Divididos? —cuestiona, como si creyese que lo que está diciendo no tiene sentido—. No sé cómo explicártelo para que me entiendas, pero parece que hay dos bandos y que cada uno estamos en uno, él con Emma y yo contigo. La verdad, no sé dónde está el grupo de cuatro que éramos.

Todo por un Sí - #1 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora