Todo por un Sí - #1 [Editando]

CAPÍTULO 31

—Margot.

Hago un sonido de protesta cuando escucho la voz, anunciando que ya es hora de dejar de dormir.

—Venga, despiértate, que me aburro.

Froto mis ojos y luego poco a poco los abro, intentando que la luz que entra por las ventanas no me ciegue.

—¿Qué quieres? —Pregunto con voz ronca, abriendo del todo los ojos y chocando con otros azules.

—Que te despiertes.

—Ya estoy despierta.

Sonríe y luego se inclina, juntando sus labios con los míos. Le devuelvo el beso, poniendo su rizado pelo detrás de su oreja y luego dejando mi mano en su mejilla, para dar mayor profundidad.

Deja mi boca y empieza un camino de besos que pasa por mi mandíbula, cuello y cada vez va bajando más, hasta que me pierdo en las increíbles sensaciones y no soy consciente de nada más, solo de ella.

***

—Pelirroja —saluda Hayley alegre a través del móvil.

—Hola.

—Tengo una noticia buena y otra mala.

—Sorpréndeme.

—La buena es que Keith me ha dicho que Nate está de vuelta en la ciudad.

Me sorprendo al oír eso. Sé qué que él dijo que algún día iba a volver, pero que no sabía cuándo lo haría. Me sorprende que después de casi un año y medio él haya decidido hacerlo.

—¿Y la mala?

—La mala, sí. A ver, en realidad no es taan mala, es solo un poco mala. Bueno para mí no es mala, a lo mejor para ti sí, pero no sé, porque...

—Hayley, estás desvariando. ¿Qué pasa?

—Emma ha venido con él.

Mi respiración se corta momentáneamente al oír ese nombre.

—¿Qué? —Pregunto, creyendo haber escuchado mal.

—Emma está aquí, ha venido con Nate —la escucho suspirar—. Mira, iba a invitaros a casa a Sarah y a ti para darle una bienvenida a Nate y a ella, pero si estás incómoda, puedo no invitarla a ella. Quería que lo supieses y me dieses una respuesta.

—¿Quieres que vaya allí sabiendo que va a estar mi ex?

—No. Quiero que me digas que opinas, si quieres la invito y si no, no lo hago, es tu decisión. No quiero que estés incómoda.

Lo pienso un momento. Pienso en que seguramente ellos si querrán verla a ella, y que si yo digo que no les estaría privando de eso. Además, ¿qué es lo peor que puede pasar?

—Vale. Invítala si quieres, no me importa, está superado —miento.

—¿Segura?

—Sí, Hayley.

—¡Genial! —suelta con entusiasmo—. Venid en cuanto podáis, vamos a comer aquí.

—Está bien.

—Y traerse bikini, la piscina está disponible.

—Vale. Te veo ahora, Hayley.

—¡Adiós!

Cuelgo el teléfono y me lo guardo en el bolsillo luego de apagarlo. Me aproximo hacia la puerta de mi baño y toco la puerta.

—¿Sarah?