Capitulo 64

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Advertencia: demasiado cansada para corregir ortografía

Ymir se había escondido entre las copas con Historia a su espalda. Completamente en silencio. Se había detenido para que Historia pudiera descansar un poco (después de todo, era humana)
-¿Crees que nos habrán visto ?- preguntó las rubia intentando recuperar un poco el aliento.
-Esperemos que no...baja la voz - miró hacia abajo buscando a algún ser humano.
Una de las cosas más molestas de su habilidad para leer la mente, era cuando debía escuchar una mente en específico, leer tantas mentes a la vez mareaba porque era como ver mil imágenes pasando una tras otra combinadas en una secuencia mareante y molesta. Ese mareo era sumamente distractor y una especie de neutralizador. No siempre le gustaba su poder.
-Intentaré buscar la mente del cherif - dijo - será más fácil saber hacia donde se dirigen los demás y quienes lideran.
-No te sobre esfuerces, por favor - Historía sabía lo molesto que era para Ymir esa parte de su poder y también que había un límite en su radio hasta que se cansara.
Un ruido hizo eco en el bosque e Ymir nuevamente activó su habilidad a ver qué planeaban o si algo más sabían que les ayudase a huir. Historia se extrañó porque Ymir no hacia ningún movimiento. Normalmente comenzaría a cegarlos y luego irse lo más sigilosa posible (un poco difícil entre ramas y con Historia a su espalda). Aunque no era muy útil, se aferró a un palo a modo de defensa, un arma bastante patética.
-Son los hombres del capitán enano- susurró Ymir -Pero falta uno...- Ymir abrió los ojos de manera desmesurada.
-¿Ymir? - preguntó Historia.
-Aurou está preso...
-¿Qué?
-El cara de viejo está preso por pagarnos el hostal...
-Pero...pero es un caballero de prestigio...¿Cómo...?
-Se le acusa de traición - Ymir seguía escarbando en sus pensamientos, concentrada y medio olvidándose que Historia estaba a su lado.
-¿Qué? - se removió entre las ramas y subió el tono.
-Historia, no te muevas.
-Tenemos que...
-Historia...- y entonces una de las ramas se rompió. No alcanzo a caer al suelo gracias a Ymir. Pero si las notaron arriba.
-¿Historia? - Eld sacó su lámpara.
-¿Qué es lo que ha...?
-Historia, sujétate - inició Ymir, dispuesta a huir, pero la rubia se soltó, y cayendo desde los árboles Ymir no tuvo más remedio que bajarse también para que no se hiciera daño.
-Historía ...-
-No, Ymir. No pienso seguir una hora más huyendo de gente que quizás sabe cosas de mí que ignoro...
-Pero...
-¡Si voy a huir al menos quiero saber por qué demonios lo hago!
Ymir no quería arriesgarse a que las atraparan, pero sabía que estos dos hombres conocí dos suyos no tenían pensado hacer nada malo a ellas (de momento) de hecho, temían ser ellos prófugos también...o más o menos así lo veía en sus mentes.
Carajo, están demasiado cansada para leer más mentes, todo poder mental que uso para evadir y confundir le ardían en la cabeza. Quería vomitar de lo mareada que se sentía.
-Supongo que no perdemos nada con decirle - convino Eld
-Pero debemos escondernos...y las sacaremos por una ruta segura si prometes decirnos donde demonios está Aurou.
-En un rato te lo digo- se masajeo las sienes -¿Qué? Es agotador hacer esto, necesito descansar ahora así que más les vale que sea un lugar resguardado...así que adelante, pueden pensar las cochinadas que quieran...literal, no puedo juzgarlos.
Historia sonrió, adoraba que Ymir pudiera continuar viendo lo gracioso en situaciones críticas, le quitaba un poco de peso él asunto y la hacía sentir que todo iría bien.

Las subieron a sus caballos envueltas estratégicamente en mantas simulando una suerte de equipaje. Así las llevaban a un viejo escondite del cual sólo un grupo privilegiado sabía su existencia. Estaba destinado para proteger a la familia real en caso de que algún grupo enemigo tomara la ciudad y fuera al castillo. Desde la dinastía de los Reiss nadie lo usaba para esconder a los niños, los Ackerman lo usaban como bodega de sus armas más peligrosas. Sabían de ese sitio porque una vez tuvieron que acompañar al capitán en la escolta al rey u ahí habían visto cómo se habría una puertecita en la tierra cubierta de hojas secas y tierra. Ninguno entró, ninguno sabía que había abajo, eso juraron silencio absoluto.
Quien diría que el silencio absoluto duraría sólo siete años...
Ymir se recostó un momento en el suelo con los ojos cerrados, Historia pidió un poco de agua para mojar un trapo que puso sobre la frente de la elfa pecosa.
-Bien, ahora supongo que podemos hablar - Eld encendió otra lámpara de aceite.
-Historia - mencionó Gunther- ¿sabes cuál es tu apellido? -la rubia negó
-¿Sabes de quien era el escudo en tu medallón ?
-Por lo que entiendo la familia Reiss...la dinastía anterior a los Ackerman.
-Bien...¿eso no te dice nada?
-No creo ser una Reiss- dijo ella simplemente - es una familia que hace poco menos de un siglo dejó de existir y yo apenas tengo dieciocho...
-Entonces ¿cuál es tu teoría?
-Creo que mi familia lo habría encontrado por casualidad y se lo quedaron para ver si podían venderlo en algún sitio. Es viejo pero es oro auténtico...
-Bueno, para alguien que lleva un tiempo viviendo lejos de los humanos y que se vio desde le principio viviendo una vida simple imagino que eso es lo que piensas - propuso Gunther. -Pero de ser como dices, tus padres habrían tirado esa joya al fuego, sin importar El Oro.
-Así que, o tus padres eran las personas más ignorantes en ese tiempo...o habrían motivos ocultos de porque tener esa joya -Dijo Eld-. Tienes que saber ahora que en el momento en que se expulsaron a los Reiss, el rey no solo ordenó la completa aniquilación de la dinastía, sino que prohibió cualquier objeto que fuera alguna representación de ellos. Las tiendas de telas, las joyerías y la herrería tenían prohibido expresamente aceptar cualquier material con la insignia de los Reiss, y si pillaban a alguien con alguna de esas antigüedades debían reportarlo inmediatamente. Fue una completa decepción para los sirvientes que robaron y saquearon las propiedades de esa familia...hasta los ladrones saben que no vale la pena robar oro si tiene la cara de esa familia. - le dijo Eld,mientras avivaba el fuego que los iluminaba - Incluso si intentaras venderlo en otro reino distinto a Sina tendría que ser un fuera del continentes por los lazos políticos de los Ackerman con las otras familias.
-También estamos hablando de un hecho que ocurrió hace años, una época en la que ni nuestros abuelos estaban vivos cuando ocurrió el levantamiento contra la familia Reiss. Y aún es ley que si un caballero en servicio encuentra a algún pariente (por lejano que sea) de esa familia tiene la obligación de asesinarlo...y tendrás que ver qué solo por tener ese collar otro te habría abierto la garganta sin más. Nosotros en lo personal no te estamos señalando pero...espero que estés consciente de la situación.
-Pero...y si explicó la situación y solo digo que...
-Historía, no todos en el ejecuto son gente razonable, no todos preguntan antes de cortar. Algunos te venderían al rey incluso si no se creen que eres una Reiss...Ya lo haz visto.
Con esa nueva perspectiva, si antes pensaba que el capitán Levi era un bruto irracional el día de su accidente con el fuego retiraba lo dicho...el la había atacado porque temía por la seguridad de Petra, no por una creencia infundada por seguir una narración de hace tantos años que ya cada día perdía sentido...no era tan diferente a Ymir en ese sentido. Después de todo si iba a desollar viva a Petra por lo que le hizo a su cara.
-El capitán es un caballero ejemplar -dijo Gunther -si resultabas ser una Reiss sabemos que él lo habría reportado por deber...pero decidió priorizar a la señorita en el momento en que se dispuso a confiar en la Elfa- Historía no sabía si llamar confianza lo que ambos tenían...eran más bien negocios fríos, una alianza que podría terminar en traición de ser necesario.
-También era una persona agradecida -dijo Eld -No confía en la elfa, pero si le permitió estar relativamente cerca de nosotros e ignorarla es porque nos ayudaron...de lo contrario habría interrogado por tus orígenes en lugar de ignorar el asunto completamente.
-Petra fue quien lo obligó a seguir aceptarnos...
-Cierto...fue algo bastante inusual, pero estudiamos el arte de la guerra, otro habría intentado engañarlas para que se fueran por otro lado después de que nos ayudaran.
Tenía lógica, si no se conocían, Petra jamás habría abogado por ella, y se conocieron después del escape del ataque de Zeke.
-¿Lo hechas de menos cierto? - observó Historia.
-Es una pérdida enorme para todos que alguien como él haya muerto...
-No me refería a eso...me refiero a cómo persona, no un caballero.
Los dos hombres se miraron, no dijeron nada pero no había necesidad de decirlo, Historia lo había notado, esa pena por alguien que es descrito de forma tan...heroica, inalcanzable...superficial, no podía evocar tanto cariño.
-En pos de todo lo que nos han ayudado y en memoria de lo que fue el capitán...nuestra manera de darles las gracias es dejarlas ir de la manera más tranquila y silenciosa posible. No volveremos a interrogar de tus orígenes, no queremos saberlos pero creemos que deberías tomarte ese collar más en serio de lo que es. Es extraño, peligras - ningún padre medianamente decente con conocimiento común y general del mundo habría expuesto a su hija de tal manera dejándole ese collar. Gunther no se lo dijo, habría sido una crueldad innecesaria revelarle una verdad tan lamentable en esos momentos.
Toda esa conversación le había caído como balde de agua fría a La pequeña rubia, tantas penurias, incomodidad, sueño, hambre, dudas tortuosas...tanto camino que al final no lo había valido. Puso en peligro a Ymir, su alma gemela, su amor, su familia por un estupido capricho. Bien, al menos ya tenía una pista de cómo eran sus padres...las personas más ignorantes de la tierra por haber conservado un artículo tan peligroso.
Comenzó a llorar por los idiotas desconocidos que tenía por padres, por ella misma , por Ymir, por el clan que fijó ya no iba a resurgir las después de lo que hicieron a Zeke )después de todo, seguía siendo a ojos de los elfos de la montaña un héroe). No escucho a los dos caballeros decirle lo mucho que lo sentían ensimismada en lo estúpidamente que se sentía.
Gunther y Eld no sabían que hacer al respecto, se preguntaban en susurros que habría sido de Aurou para no hacer sentir peor a esa rubia. Esperaban que estuviera vivo...no, que estuviera entero aunque fuera. Después de todo, sabían que al encargado de las mazmorras de la Torre de la interrogación le aparecía un brillo demente cuando tocaba la hora de sacar la verdad de los labios a los interrogados. No tenían que ser  unos genios para saber qué tener algo parecido a la excitación sexual ante toda esa miseria y dolor no era para nada algo bueno o saludable. Hasta el rey lo encontraba infinitamente desagradable  y solo lo tenía ahí mientras fuera eficiente y no mostrara su verdadera cara fuera de esa torre.
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Hanji había tenido las miles dificultades para probar su hipótesis. Lo primero era rastrear a Erwin, sin que nadie más supiera, por medios que no fueran las runas. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Ya habrían reportado la desaparición de Erwin?
Con el revuelo que habían causado Ymir e Historia, todo se alentaba y complicaba más. Sabían que ella estaba involucrada y por cómplice también la buscaban a ella. Se preguntaba si Petra habría hablado en su favor...pero desde que habló con ella no podía estar segura de si confiar en ella. No, no lo habia hecho porque de lo contrario no estarían buscando a Aurou, su palabra como prometida del rey valía mucho.
Quería tanto poder meterse en cuarto y usar la pócima de la verdad en ella para confirmar que rayos pasaba...no era para nada normal estar tan tranquila después de descubrir todas sus mentiras y omisiones ¿acaso estaba drogada con obliviate y le habrían inventado otra historia? Como ellos hicieron claro ¿se habría golpeado la cabeza de nuevo cuando Mikasa la encontró? Mikasa era la única que podría decirle todo...joder, tenía que buscar a Mikasa también.
Sentía que la cabeza le iba a explotar con ese extraño rompecabezas con piezas revueltas con las de otro rompecabezas. Quería desesperadamente hablar con alguien de ello.
-Necesito dormir - declaró la mujer de lentes, miró al perro que había secuestrado de la granja del fuerte. A estos los usaban para rastrear alimañas que quisieran saquear el huerto destinado para alimentar a las caballerizas y sabía que la gente normal (que no leía o no podía pagarle a alguien que leyera runas) los usaba para cazar presas específicas y para buscar gente. Era difícil porque primero debió atrapar al perro, amansarlo, ganarse su confianza y asegurarse que memorizara el aroma atrapado en las sabanas de la cama de Erwin. Las runas eran exactas, no se distraían a la primera ardilla que correteara por ahí, no tenían que comer ni abandonar la misión por alguna hembra de su especie en celo.
Vio gente a lo lejos buscando en las afueras de la ciudad (por donde ella andaba), todos con antorchas, trinches, palos y piedras, decidió desviar su camino para encontrar un lugar donde dormir segura. Se maldecía por estar tan escasa de armas.
Una cosa que si pudo preguntarle a las runas y obtener una respuesta útil fue para buscar un lugar seguro para dormir. La llevaron a una ruta muy poco transitada, aunque era de noche y no podía ver muy bien entendía que se estaba acercando a territorio de gente noble. A lo lejos vio humo, se seguía cuestionando si después de todo era sabio confiar en las runas.
Y su fe en estas pequeñas piezas de madera definitivamente murió al verlos arbustos moviéndose.
Se escondió en el riachuelo junto al camino que seguía, llevando al perro consigo, le dio un trapo para morder para que no emitiera ruidos y de paso distraerse. Maniobrar entre el perro y la linterna de aceite fue toda una hazaña para ella (con suerte la confundirían con los peses). 
Estaba atenta a todo los ruidos que hacían para así saber cuándo salir. Esperaba que lo hicieran rápido porque la lampreara están empezando a derramar aceite hirviendo. Apretó los labios con fuerza, mientras sus ojos lagrimeaban por el dolor. Pudo haber mejor lanzado la lámpara pero entonces quedaría sin luz...entonces recordó que tenía unas pequeñas bolas de Ignis. Podría usar un poco para hacerse una rústica antorcha con la rama más gruesa que pudiera encontrar, el problema sería el estruendo que hacía aquella pócima al actuar, imposible pasar desapercibida, de seguro llamaría la atención...no sabía si era lo ma seguro pero era eso o terminar por quemar su mano...
¿Cuánto tiempo más tardarían en irse? No podía estar segura, ni siquiera hablaban, sus pasos eran demasiado silenciosos, lentos, no eran como las otras personas en persecución de las nuevas presas declaradas de Sina: enardecidas por la nada silenciosa histeria colectiva, caóticas, por eso eran los peores cazadores de todos lo tiempos ¿acaso nadie les dijo que los mejores cazadores eran los más sigilosos y qué pasaban desapercibidos? Con ese escándalo era tan obvio que ellas lo verían y escaparían mucho antes...a veces le sorprendía de sobremanera la falta del ma básico sentido común (pero no se puede esperar raciocinio de una persona vivirla de histeria colectiva).
Seguía preguntándose cuánto más iban a demorar en largarse porque ya no sabía cuánto tiempo más podría estar así. El perro se alteró, soltó su juguete improvisado y comenzó a la gruñir.
En su desesperación, Zoé agarro el hocico del animal antes de que empezara a ladrar con su adolorida y que da mano, había soltado la lámpara y está cayo al agua inevitablemente. En ese movimiento, no pudo evitar el sonido del chapoteo en el agua aún más fuerte. El plan de callar al perro para no llamar la atención había fracasado. Fue en una facción de segundo cuando un mano agarró su cabello fuertemente y la jaló hacia arriba, arrastrándola por el suelo de la orilla. No veía nada y comenzó a patalear para cualquier lado. Logró darle un certero golpe en la nariz a su atacante para que la soltara, el sujeto solito una maldición que le sonó bastante familiar pero que no le presto mucha atención. Se puso a buscar su bolso, para sacar su daga o quizás soltaría el ignis para provocar una explosión. Antes de siquiera meter la mano la tomaron fuertemente y torcieron su brazo pegándolo a su espalda. Una luz proveniente de la lámpara de uno de los acompañantes del atacante iluminó su cara.
-¿Cuatro ojos? -y entonces ella supo de quien se trataba.
Levi la soltó y le permitió ponerse en pie. No reaccionó los primeros minutos, miraba fijamente al "fallecido" campeón de Sina frente a ella vivo iluminado por las luces provenientes de las linternas de las personas que lo acompañaban. Estaba acompañado de un hombre mayor, una mujer mayor, dos mujeres jóvenes, un adolescente y cinco niños pequeños. Todos encapuchados, abrazados y asustados. Eran la familia de Aurou. El hombre de cabello negro como la tinta fue hacia ellos para calmarlos, les aseguró que ella también era una fugitiva como ellos.
Después de que la impresión inicial pasara, Hanji saltó a darle un abrazo a Levi. Repitiendo entre lágrimas "lo sabía", haciéndole preguntas entre balbuceos rápidos e incomprensibles junto a sollozos, mezclándose con las protestas del ex caballero. Tenía demasiado que preguntarle, la esperanza volvía a su pecho, por fin podría confirmar si Erwin estaba vivo o no...La empujó y le cubrió la boca con la mano.
-¡Discreción, Cuatro ojos! - mantuvo la mano en su boca- Lo que quieras preguntar, te aguantas. No te estoy entendiendo nada de lo que sale de tu boca y si quieres respuesta te callas y nos sigues o te corto la maldita lengua.
La soltó.
Levi no quería involucrar a Hanji, Aurou, Eld, Gunther y a nadie más pero sabía que la estaban persiguiendo y no tenía donde refugiarse. Al menos le daría una alegría a Erwin y a Hanji...esperaba que esto arreglara las cosas que habían sucedido entre ambos la última vez que se vieron.
Si, Levi sabía del comportamiento de Erwin con Hanji últimamente, pero sabía que Erwin no había querido tratarla así, quería que lo odiara, que se alejara de él, que lo olvidara y siguiera con su vida sin un manco inútil como se sentía. Le respondió que dejara de hacerse la víctima de la manera más suave que pudo el ex capitán (solo mencionó una palabra malsonante).

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora