Capítulo 36

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Hola aquí estoy en un compu prestado (en realidad varios porque me he estado enviando avances por mail a mi misma).

Lean, voten y comenten pliss.

Empecemos nenas

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La chica rubia había recuperado la forma original de sus labios y el huesito del pómulo había recuperado un par de capas de piel, de a poco iba volviendo la carne de la mejilla. Sabía perfectamente que uno de sus ojos se quedaría sin pestañas y tendría que esperar a que volvieran a crecer al igual que la ceja correspondiente, en cuanto al cabello que había perdido también tendría que esperar a que volviera a crecer esa zona pero a diferencia de las otras dos cosas podría peinarse de tal manera que disimulase que estaba calva de una zona en su rubia cabeza.

La hechicera se estaba demorando en aquella curación, pues el daño no había sido algo menor precisamente y debía esperar que cada fina capa de aquel ungüento absorbiera y recompusiera las capas de carne y piel, cosa compleja por el relieve disparejo que había quedado en el rostro de la pobre chica (algo de piel chamuscada en algunos lados, carne al rojo vivo en otros y las zonas donde se podían apreciar partes del hueso). Y encima tenía que ir administrándole pócimas para dormir en cada que iba reaccionando cuando el efecto se iba pasando, luego esperar a que se durmiera por completo y continuar aplicando aquella crema con mucho cuidado para no arruinar el proceso. Se le estaba acabando muy pronto y aun así solo podría arreglar un cuarto de lo que en verdad podría si tuviera la cantidad suficiente. Para todos los Hechiceros y médicos era muy complejo tratar con quemaduras así de profundas y las amputaciones o desmembramientos...Porque requería que nuevos tejidos y carne volvieran a ser lo que eran y como los humanos no son como las víboras que cambian de piel tan fácilmente o lagartijas que pueden hacer crecer los miembros perdidos...estos animales lo hacían porque su naturaleza se los permitía en cambio los humanos tuvieron que recurrir a un montón de hierbas, aceites raros y varias combinaciones de variados líquidos que ningún ser humano normal querría saber o podría comprender como funcionaba.

Hanji se detuvo un momento luego de aplicar la última capa, lo necesitaba para despejarse un momento... demasiadas emociones juntas por un día (o noche). Al notar la posición del sol, con mucho cuidado tomó (como pudo) a Historia en brazos para llevarla a un lugar con más sombra. Tenía que hacerlo todo con la mayor delicadeza posible, todo tenía que salir perfecto en ese aspecto, pues Ymir la estaba vigilando, lo sabía. Sabía también que esa elfa era capaz de aprovecharse de esa conexión forzada que formaron como parte de la tregua que la hechicera quería y necesitaba que durase lo que tuviese que durar y que cuando se acabase todo se diera en una conclusión pacífica.

Hanji no lo hacía por salvarle el pellejo a Petra (aunque sabía claramente que parte de la misión era mantenerla sana y salva), sino porque simplemente no podía dejar a Historia de esa manera. Lo admitía, había torturado y experimentado con diversas criaturas no solo para aprender de la debilidad de cada uno y otros descubrimientos acerca de la fisionomía y magia de cada uno, también para la creación de nuevas pócimas...Pero claro todos habían sido prisioneros de guerra o lo que había cazado que se viera hostil. No se arrepentía de ello, porque de nada valía y los avances que logró pudieron ser de mucha ayuda para su gente...Pero de ahí a dañar a una pequeña inocente como Historia era otra cosa... pues gran parte de su recetario era para sanar y curar a personas como ella, no hizo tantos sacrificios para no reparar esa clase de daños cuando si podía ayudar. Hanji habría servido como buena médico en el pueblo pero la mayoría del tiempo sus labores de sanación eran restringidas únicamente para el ejército y tampoco había llegado a su máximo potencial para ser realmente una sanadora debido a que el rey le interesaba más que se preocupase por implementos para la lucha y que cooperase con los artesanos, constructores, carpinteros y eruditos en avances tecnológicos bélicos.

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora