Una historia que el mundo olvidó

Capitulo 54

Petra había salido rapidamente de la habitación antes de siquiera dejar que Levi terminase de hablar. No pudo soportarlo...no quería creerlo, y si fuera otra persona, cualquier otra persona habría creído ciegamente en que mentía hasta el final de sus días. Pero había sido el propio Levi quien se lo había dicho a medida de que avanzaba con rapidez por la casa a la salida, su cabeza iba haciendo conexiones. Cada pesadilla, Zeke escarbando en cada recuerdo, la falsa imagen de Levi asesinando a Dafne...todos fueron recuerdos intentando salir.

Apenas si se había dado cuenta de que había tropezado, chocado y o que se había golpeado con alguno que otro muelle que pasó a llevar. Estaba demasiado concentrada en otras cosas, demasiado abstraída para siquiera sentir molestia o dolor. Subío al caballo (no se dio cuenta de que tomó uno que era de alguien más) ni se molestó en ensillarlo bien, pero aferrando bien sus piernas no tuvo problema, no pensó que le llegara a doler mañana o que podría romperse las piernas si llegaba a engancharse, para ella era más importante huir de Levi. Incluso si ya no tenía un lugar al que volver o sentirse protegida sus instintos solo decían que se alejase del mentiroso lo más pronto posible.

Levi la había seguido en su propio caballo. La habría detenido mucho antes de no ser porque la chica lo empujó con una fuerza descomunal hacia el otro lado de la habitación y no había sido como cualquier otra vez pasada, pues se sintió como si se hubiera caído de un tercer piso, un poco más a la izquierda y lo lanza por la ventana. Sabía que no estaba en sus cabales en ese momento, o por lo menos eso quería pensar y que no había pensado en hacerle daño en serio, solo esa intención le habría desmoronado.

Siempre había escuchado que es mejor saber antes que después, pero ya empezaba a dudar de aquella filosofía, mejor no se hubiera enterado nunca de nada, derrocarian a Stephan como pudiesen, viajarían a conocer lugares que quizás Petra jamás soñó, intentaría ser el un hombre verdaderamente decente y no a medias, harían el amor cada vez que se pudiera y así podría irse tranquilo al infierno a pulgar culpas que una maldita revolución no iban a darle el perdón que tanto quería y no merecía. Y no seria tan malo, Petra estaría allí (incluso si no lo merecía, seguía pesando la condena de sangre). Si, era un buen plan, y se fue a la mierda en menos de diez minutos.

-¡Petra! - le gritó por centésima vez - ¡Petra! - no había dicho otra cosa desde que salió persiguiéndola en el caballo. Y es que no tenía idea de que decirle, cualquier cosa que se le ocurria no podía disculpar lo que había hecho, no había vuelta atrás. Si de por si era malo para hablar nunca se sintió más inútil.

Habría sido muy ingenuo pensar que cada árbol que cayó casi a su paso, cada vez que casi lo aplastan eran mera casualidad, incluso pudo haberle llegado un tronco encima a la misma bruja. Ella ya no estaba pensando, solo quería huir a donde fuera sin meditar en su propia seguridad.

El caballo en el que iba montada Petra no aguantaba tantos sonidos y emociones a su al rededor, el caos lo había asustado y al parecer la jinete también, no fue sorpresa que el pobre animal se desbocara saltando a cualquier lado en un intento de escapar de lo que consideraba peligroso como ese bosque y la muchacha que iba encima de él. El golpe que se dio esa chica al caer de espaldas al suelo fue una sacudida que la devolvió a la realidad. Y se dio cuenta de que le dolía el cuerpo apenas todo se enfocó mejor ante sus ojos. Levi se había bajado del caballo e intentó que el animal no pisara a Petra mientras aun estaba en el suelo.

-¿Por qué? - preguntó mientras intentaba ponerse en pie por si misma, siendo consiente recién de lo lastimado que estaba su cuerpo - Dijiste que...que no ibas a venderme y...y mira lo que hiciste...- dijo ella - pudiste haberme drogado con más pócima de dormir, dejarme ciega...o seguir mintiendome para que fuera con ustedes...¿qué sacabas haciendo que me interesara en ti?