Capítulo 50

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-Vaya. - Se asombró Ian - Nunca habría imaginado esto así de limpio.

-Es impresionante - Concordó el joven Gareth viendo hacía todos lados, aspiró un poco de aire - Huele menos feo que antes.

-¿Este señor siquiera es humano?

-¡Carys!

-Ay, papá esto no es normal. - Se excusó la más joven - A mi tampoco me gustaría tener que dormir aquí, pero nadie tiene tanta paciencia como para dejar este lugar habitable. -Admiró la chica el trabajo del capitán.

-Impresionante en verdad - Mencionó la druida de plateada cabellera admirando como relucía la madera recién lijada quitando la pare mala, hasta había reemplazado algunas tablas con unas nuevas - Pero todavía no se me olvida la gran falta de respeto a mi casa.

-Pe - pero...- Exclamó sorprendido Gareth al ser una de las pocas veces en el que la serena Riko se mostraba tan resentida -¡Pero si dejó el establo impecable!

-No borra lo que hizo... Yo decidiré cuando perdonarlo. - respondió seria y pacifica como siempre aunque por dentro estuviese aun bastante indignada cuando pensaba en el asunto. Y más cuando pensaba en que casi se entera Carys.

-Comienzo a sospechar que esto no tiene nada que ver con la cocina y la olla de a abuela. Expresó la mencionada. Y es que le mataba de curiosidad que el capitán Levi estuviese ya dos noches durmiendo en el establo por orden de Riko y que más encima hubiese intercambiado cama con la misma Carys durmiendo junto a la de Petra. No le molestaba tener un dormitorio grande para ella sola pero quería una respuesta más concreta que la que le dio cuando preguntó qué sucedió. Pues sabía que no mentía cuando le dijo que habían roto una regla que para ella fue una enorme falta de respeto aun si fue en la cueva en la que le gustaba efectuar algunas de sus actividades. Y para Carys que le ocultasen cosas dando excusas que solo los crédulos se tragaran era una ofensa hacia su persona. Hubiese preferido una mentira bien dicha y creíble que una verdad confusa y a medias.

Entre que miraban el limpio establo que parecía como nuevo, llegó el huésped que ahí dormía como castigo por romper las reglas de la señora de aquellos terrenos cargando dos cubetas de agua, casi ignorando al resto y sus caras asombradas por el impecable establo. Él solo ponía agua nueva para los caballos y lo que sobró lo usó para mojar unos trapo para limpiar, bajo la mirada del grupo de personas que solo habían ido para buscar unos caballos.

-¿Qué? - Les preguntó Levi, al sentirse demasiado observado -¿Es qué nunca han visto a alguién limpiando?

-Pues nos impresiona ver como has dejado este establo, parece nuevo - Observó Ian.

-¿Que nunca habían limpiado aquí antes?

-Si limpiamos...Lo que hizo usted es un poco exagerado es eso.

-Pues, ahora mi cama huele a mierda de caballo. No la uso mucho pero si tengo que permanecer aquí durante las noches no será entre la porquería.

-Pero este es solo el tercer día ¿Cómo es que pudo dejarlo así?

-Duermo poco y me aburro mucho en la noche. -Explicó simplemente.

-Hay libros en la casa ¿sabía? - Le sugirió la pequeña Carys. Aun no podáis concebir que alguien hiciera tal trabajo solo por no tener que hacer.

-¿Puedes leer con moscas sumbando al rededor? - Y comenzó a tallar una viga. Todos menos Riko salieron de ahí para la hora de almuerzo (que Petra había preparado).

-Si esto lo haces para que olvide ese asunto tengo que decirte que estas equivocado si crees que con hacer faenas domesticas te daré libertades dentro de mi casa.

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora