Capítulo 33

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Huía cabalgando lo más rápido que podía la yegua blanca en la que se había montado, poniendo al límite máximo y algo más de la velocidad a la cual podía correr el animal en el que se trasladaba. Era lo único que podía hacer ¿Qué más podía hacer ? Una bruja que apenas estaba aprendiendo a usar su poder no podía contra un ser mágico con habilidades físicas impresionantes, más encima una Elfa guerrera como Ymir. Intentó defenderse (y si que lo intentó) pero el shock inicial y no poder verla por lo rápido que se desplazaba entre copas persiguiéndola no ayudaba mucho, quiso hacerle algún corte o detenerla de algún modo pero era tan rápida y estaba tan sumida en una estado iracundo que le llegó a aterrar. Era una ventaja de que la pobre criatura galopante que nada tenía que ver en el asunto

-¡Lo siento! –Le gritaba al aire por centésima vez rogando ser escuchada si es que no podía ser perdonada. Sabía que Ymir estaba persiguiéndola aunque no pudiera verla, lo escuchaba en el movimiento irregular de las hojas y ramas cuando aterrizaba con brusquedad o se agarraba de las ramas más frágiles - ¡Lo siento! – Gritaba desesperada. Ella no quiso hacerle daño a Historia, nunca se le pasaría por la mente y menos por esa discusión tan tonta que ni llegaba a ser una discusión de verdad. –¡Lo siento!...¡Lo siento! ¡Losientolosientolosientolosiento...! - Y seguía así...totalmente asustada corriendo por su vida ¿De qué le servía la visión nocturna si no podía ver a través de los árboles o divisar esa mancha escurridiza que parecía más un rayo que una persona con intenciones de hacerle mucho daño? La elfa iba tan rápido que ni se veía su forma.

Una daga veloz que provenía de las copas de los árboles se clavó en la parte de atrás de su hombro...Provocándole dolor agudo y helado que la hizo querer detenerse, porque el caballo corriendo desbocado hacia movimientos que le afectaban bastante a la herida, era como si le estuviesen removiendo la daga dentro de la herida. Se la sacó lo más rápido que se pudo, fue igualmente doloroso, pero era mejor que tenerla clavada. A pesar del dolor no podía parar.

Otra daga fue lanzada, solo la rozó esa vez pero no podía permitirse ya no poner atención hacia arriba, cambiando las direcciones del caballo que ya se estaba descontrolando importándole poco su jinete. La meta en ese momento era llegar a un lugar plano, si arboles donde Ymir no tuviera tanta ventaja como la de ese momento (aunque sea un poquito para Petra y darse a sí misma el sentimiento de seguridad que tanto le estaba haciendo falta ya).

Necesitaba enfrentarla, pero no en el terreno boscoso donde no tenía ninguna oportunidad, a diferencia de la vez que mató a esos sacerdotes y a Hitch era diferente. Ellos eran terribles personas, y si bien ella quizás no fuera mejor que ellos, las cosas que ellos hacían en vida eran en su mayoría aberrantes y nadie que se precie tener algo de corazón no debiera repetir esas acciones nunca, el mundo estaría mejor sin un montón de religiosos depravados y déspotas o una bruja que solo vivía para ver a los otros sufrir. Pero Ymir...Ymir no era ni lo uno ni lo otro, Ymir talvez tuviera sus defectos pero no merecía la muerte. Ella. Le recordaba en cierta medida a Dafne, pues tampoco le importaba lo que tuviese que hacer para darle una vida segura y feliz a su protegida, Ymir era capaz de todo por Historia y un poco más, ambas eran familia y se cuidarían a la otra hasta el día en que dejasen de existir, Aunque Historia obviamente se iría del mundo más rápido, pues envejecía y si el tiempo no era lo que se la llevaba seria su propia condición de frágil humana. Cuando ello pasará Ymir ya no tendría más motivos para quedarse en ese mundo, ya había vivido demasiados siglos y sinceramente a cómo iba el mundo no quería imaginar que tan mal estaría a futuro, su pequeña rubia era la única que podía hacerle creer que el mundo seguía siendo bello y si se iba de su lado, entonces seria feo de nuevo a los ojos de Ymir.

¿Cómo matar a alguien que solo lucha por el bien de una persona querida? ¿Cómo matar a alguien que si era necesario en el mundo aunque fuera una sola persona? ¿Cómo matar a quizás a una de los pocas almas que renuncian a todo por alguien que aman? Petra solo quería vivir, pero no tenía ningún derecho de tomar la vida de Ymir.

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora