Capítulo 9

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Apenas las luces y colores tomaron forma ante sus ojos, supo que por fin podía ver con claridad, lo malo era que después de días sin ver nada el sol la deslumbraba obligándola a cerrar los ojos, era muy molesto y le hacía doler todavía más los ojos y la cabeza, se cubrió los ojos con sus manos apenas podía ya ver todo para relajar el daño.

-¿Petra qué sucede? – Preguntó Hanji preocupada al ver el comportamiento de la chica.

-N-no me siento bien? – Dijo la chica – No ver nada con el ruido y movimiento marea mucho...tengo nauseas. –Mintió un poco, en parte era cierto que se sentía mal, pero no pr lo que había dicho.

-Nosotros la llevaremos a que descanse en la carpa, ahí no hay ruido y podrá recomponerse.- Sugirió Eld.

-Está bien, denle un poco de agua y vigílenla, yo le avisare a Levi.

Llevaron a Petra dentro de la carpa y le sirvieron agua en un jarro pequeño y la dejaron tomar una pequeña siesta mientras se le pasaba la jaqueca y ellos vigilarían.

-Tks...que fastidio, yo quiera ver al capitán competir y el resto de los juegos...y aquí estamos cuidando a esta bruja. – Se quejó Aurou, sin darse cuenta de que Petra solo se hacia la dormida y escuchaba todo.

-Calma, ordenes son órdenes. – Respondió Eld conciliador.

-En primer lugar, la chica no puede ver nada y dudo que así intente hacer algo y en segundo lugar, la señorita Hanji no es nadie para dar órdenes solo es la hechicera de apoyo en esta misión, nadie dijo nada sobre que fuera una autoridad ¿Por qué hacerle caso?

-El capitán confía en ella para cuidar de esta muchacha, así que si le dio autoridad, hay que respetarlo. Solo deja de quejarte por favor.

-Tks...bien.

-Por favor deja de imitar al capitán. No es agradable

-¡Yo no lo imito! ¿Y qué mierdas tiene de malo tener un modelo a seguir? – Recrimino Aurou – Él es sorprendente, el guerrero perfecto, solo quiero ser tan bueno como el algún día..

- También admiro mucho al capitán, pero tu exageras ¿Sabías que te vistes similar a él? Por favor, dime que es solo una coincidencia.

- No sé de qué demonios hablas.

Los dos hombres siguieron conversando por un largo rato, sobre cosas triviales para matar el tiempo ignorando a la joven que supuestamente dormía plácidamente sobre una manta en el suelo acobijada por una capa que le prestaron.

Eld y Aurou comenzaron a sentir el hambre venir y el primero salió a buscar algo que comer para los tres (por si Petra despertaba con hambre también). Cundo se encontró solo Aurou se quedó sentado en una silla y de aburrido tomo un pedazo de madera que encontró por ahí y empezó a tallar con su cuchillo alguna figura, se le daban bien ese tipo de cosas, se distrajo pensando en que podría hacer, talvez un caballo de madera para su sobrino que lo esperaba en su tierra natal o algún oso para su pequeña hermanita.

Petra había deshecho las cuerdas que amarraban sus manos, manteniendo la mirada fija en sus ataduras, imaginó cada hilo que conformaban las cuerdas para luego sentir en las manos como iban desatándose hasta que se cortaron de la nada. Una vez libres sus manos ajusto la capa para que no le diera la luz en los ojos cuando saliera, tomó una bandeja de metal en sus manos y golpeo con una fuerza impresionante la cabeza del hombre que debía vigilarla, ni la sintió moverse. No lo mató pero si lo dejó inconsciente.

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora