Capitulo 66

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No había sido fácil dormir a Eleonora, pero Aliena lo había logrado. Conseguir aquel líquido fue bastante fácil, pero lograr que entrase en el sistema de aquella mujer era muy difícil. Su sabor era amargo, un amargor difícil de esconder (especialmente si se usa una cantidad como para dormir a alguien por dos días). Sabía que aquella mujer no era ninguna estupida si encontraba un sabor diferente en los alimentos que acostumbraba y sabía que como mujer de hábitos arraigados no aceptaría un plato diferente a lo que estaba acostumbrada. Entonces, recurrió a meter frutas podridas en su mermelada para tener éxito (y encima tendrían algo externo a lo que culpar).
Para esa noche tenía que si o si ganarse a Petra, porque sinceramente ya no se sentía capaz de seguir fajándose la panza y ese día apretó un poco más.
-Lo siento - le dijo a su vientre en un diálogo inaudible -. Pero es la única manera en que puedo esconderte, te prometo que nunca más te asfixiaré.
No sabía si era o no seguro apretar tanto su vientre, pero no tenía a nadie a quien preguntar ni cómo saberlo, pues no se atrevía a consultar con ningún médico o matrona, su única asistencia eran los conocimientos de Marie...pero la situación de ambas en sus embarazos era muy diferentes, Marie no tenía que andar ocultando al público que estaba embarazada.
Tendría que tragarse su fatiga y continuar sonriendo durante toda la noche y quizás hasta tendría que bailar.
-¿Te incomoda algo? - preguntó Petra al mirar hacia atrás.
-Para nada ¿por qué lo pregunta mi lady? -quiso saber Aliena.
-Estás muy atrás ¿No prefieres ir a descansar esta noche? - le preguntó.
-No, para nada, solo estaba pensando y me distraje - apresuró el paso hasta llegar a la muchacha de ojos color miel.
-En realidad, puedes volver a tu habitación, no me ofenderé.
-Tonterías, estoy bien.
-Pero estás sudando...
-Es por el calor -interrumpió Aliena, una respuesta muy estupida.
-Estamos en otoño - observó Petra, con la vista fija en la piel de gallina en Marie. Aliena maldijo a su prima.
-Le agradezco mucho que se preocupe por mi, pero le prometo que estoy bien.
Petra dejó de insistir.

La joven bruja en vestido dorado, esperaba que por su fatiga se iría temprano o al
Menos se quedaría sentada mientras ella iba con Mikasa a escabullirse de aquella fiesta. Llegó al salón donde fue presentada antes de bajar y ir en dirección al rey, seguida por las dos damas encimosas. Todos la miraban como si fuera una nueva adquisición, un botín de guerra, una estatua valiosa saqueada de un territorio hostil. Quería apurar el paso para atravesar ese pasillo corriendo y que dejasen de mirarla así, pero si tenía que fingir ser una perfecta prometida debía comportarse y caminar con lentitud y la elegancia de un cisne. Con la vista al frente, mirando siempre al hombre que orquestó la muerte de uno de los seres vivos que más quería en el mundo, sin poder mostrar sus verdaderas emociones. Iba acompañado por tres hombres y tres mujeres, cuyas facciones se veían muy similares a Mikasa. Todos de pelo negro y lacio, ojos rasgados negros y pómulos altivos. Pero Mikasa tenía labios más carnosos, ojos un poco más grandes y su piel era de un tono más sonrosado que el de ellos. Unas vestidos de dorado, con las vestimentas tradicionales de su tierra. Finalmente llegó a su destino, e hizo una reverencia ante todos.
-Mi dulce prometida - llamó el rey - te presentó
Ante estos representantes de Hazuru, con quien hemos tenido tan  buena relación por muchos años. Mi cuñado Koichi, príncipe de Laimin y principal embajador - el mencionado era un hombre de la edad del rey de largo cabello atado en una coleta, la saludó con un movimiento de cabeza -, su esposa Kyomi- la dama de porte elegante y flores en la cabeza la saludo más amablemente -, su mano derecha Makoto - el hombre más gordo del grupo y calvo solo la miró - y Mi sobrino Haruka - el muchacho más joven tampoco saludo.
-¿Quienes son las otras dos damas ? - quiso saber Petra cuando la invitaron a sentarse sin que presentaran a las dos muchachas jóvenes vestidas de color oro, pero sin ninguna joya. Las risas no se hicieron esperar.
-Ellas...ellas son siervas de confianza que traen de su palacio. Ven, siéntate a mi lado - apresuro todo como si hubiera hecho alguna ofensa sin querer y quisiera disimularlo, no tenía ningún sentido para ella. El banquete inició y una vez que el rey comenzó a hablar con quienes estaban sentados a su lado, los demás hicieron lo mismo.
-Veo que ya elegiste a tus damas de compañía - observó el rey al mirar hacia las dos mujeres que entraron con Petra.
-...si, supongo que si - finalmente Petra entró en razón que hasta que no les diera lo que querían (o las hiciera creer que se los daría) no iban a dejarla en paz. Que creyeran que ascendieron de rango, no le hacía daño nadie.
Aunque casi se sintió mal por la luz que llevó a sus ojos con esas palabras, pero de nada le iba a servir ser honesta con ellas y compadeciendo las no solucionaba nada. Para ella, no sería el fin del mundo para ninguna de estas dos damas que estaban bastante bien acomodadas en sus ya privilegiadas posiciones sin tener que ser amigas de alguna reina. No comprendía la necesidad de obtener más fingiendo que te agrada alguien (pero ella no podía saber la frágil situación de ambas primas y no iba a preguntarles sus verdaderos motivos para ser damas de compañía).
Las conversaciones se entremezclaban, Petra no le mencionaba en ninguna porque no le interesaba y solo jugaba con la dieta en su plato.
-Lady Ral - llamó Koichi, ella prestó atención -. ¿Prefiere lo dulce a lo salado?
-Qué?
-Veo que solo ha cogido la fruta y alguna que otra hortaliza ¿No le parece bien nuestro arroz?
-Ah...yo...es que nunca lo he probado y no sabía que era...
-Ella sabrá apreciarlo - el Rey llamó con un gesto de la mano a un sirviente para que le sirviera a Petra arroz.
-Parece nieve...- el rey río. Ella no estaba segura de si eso tenía sal o no y aunque quería preguntar, ya la estaban viendo fijo. El rey tomó un poco en la cuchara el arroz del plato y lo acercó a los labios de su prometida. Ella quiso tomar la cuchara y comer por sí misma pero Stephan insistió en alimentarla el mismo. El arroz sazonado tradicionalmente con soya no hacía ningún daño a Petra...pero desgraciadamente la salsa de soya se había derramado y tuvieron que salarlo con sal.
No trago aquel bocado y a fuerzas sonrió ante los que la miraban mientras sentía la bilis asomarse por la garganta. Escupió aquel bocado disimuladamente en su servilleta y buscó con la mitad a algún perro que quisiera su comida.
-Tu prometida es una joven adorable -dijo el cuñado del rey -No es hermosa como mi hermana, pero corresponde al ideal de tu tierra, mi querido amigo - era una manera de llamar desabrida a Petra.
-A mi me gustan mucho los ojos de tu prometida - señaló Kyomi- . Un perfecto color dorado...como el de nuestra patria.
-Supongo que es suficiente como para haber rechazado a mi hermana menor en matrimonio - mencionó el joven Haruka - . No me mal entienda...usted es bella, y mi hermana aún con su fortuna, herencia y dote  no puede competir contra usted y su...legado.
-Haruka- llamó el rey - aunque aprecio mucho a tu hermana sabes que ella es muy frágil y no queremos incomodarla con la diferencia climática y el viaje.
-Si mi tía pudo aclimatarse ella también lo hará.
-Tu tía no nació con pulmones débiles. 
-Y de todos modos falleció en el parto.
-Eso le puede pasar a cualquiera - se volteó hacia Petra -Pero sé que a ti no, mi querida.
Petra sonrió pensando para sus adentros de que no pasaría, porque nunca le daría un hijo.
¿Donde rayos estaba Mikasa?
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Mikasa se había decidido por un vestido sencillo que no llamase tanto la atención y un grueso velo de color gris sujetado a la tiara de plata sujetada con alfileres, así cubría su rostro y no tendría dificultades para ver, su vestido era color perla gris, sin bordados de ninguna clase, botones brillantes y discretos. en la parte de adelante y usó su cabello recogido de manera que no se notase su peinado habitual. El vestido no dejaba ver sus rústicas botas y pantalones debajo. El peinado le tiraba el cuero cabelludo, pero no era algo que no pudiera soportar. Sin ese velo se habría visto gloriosa a pesar de la sencillez de su atuendo.
Podría haberse presentado en la fiesta como ella misma y saludar a su tía Kyomi (único pariente de su lado materno por el que de verdad sentía cariño y respeto) ya que ante todos por fin hizo las paces con el rey...pero entonces ya no podrían pasar con discreción y ni su padre se creería una reconciliación tan rápido (hasta ella reconocía que no era tan estupido). Demoró un poco más de lo acordado por el aumento de seguridad con los soldados escoltas traídos de Hazuru. Y dificultó poder el plan de entrar sin invitación. Haría todo lo que fuese para llegar a Eren, incluso si debía explotar todo el maldito castillo con gente adentro, incluso si debía aventar a Petra a los leones, incluso si tenía que asesinar a su propio padre. Pero si quería que saliera bien debía estar calmada y mantener la cabeza fría, tal como le había dicho Armin alguna vez...
Armin.
¿Volvería a verlo? Esperaba de corazón que si, pero sabía que ya debía dejar de ponerlo en constante peligro y la única manera de mantenerlo a salvo era alejándolo de ella. No era algo que quisiera hacer, porque era importante en su vida y en la de Eren, era la vocecita de la razón que siempre los salvaba de ellos mismos, el ingenioso, y su primer y único amigo de verdad. Porque si bien había conocido a Eren antes, lo de ellos jamás fue amistad meramente, que fueran demasiado jóvenes para darse cuenta de que eran más que amigos era otra cosa, un preludio antes de saber que significaba enamorarse. Armin, a él también lo amaba de la misma manera en que se ama a un hermano, y esa naturaleza fraternal que siempre le impidió verlo como un posible enamorado significaba amistad. Y por lo mismo era mejor mantenerlo alejado, incluso si de verdad no quería hacerlo y eso lastimaría a Eren, era todo lo que podía hacer por el, una máxima muestra de agradecimiento por todas las veces que les salvó el trasero. Él estaría bien sin importar qué. Eso era lo que quería creer.
Entró en base a distracciones al gran salón. Junto a todos esos idiotas indolentes llenándose la panza sin importar que hubiese gente con hambre y que las continuas guerras fueran vaciando las arcas poco a poco. Divisó a Petra sentada junto al rey mientras este hablaba sin parar con sus invitados de Hazuru sin prestar mucha atención a Petra.
Debía esperar con paciencia a que el baile comenzará para comenzar ya con el plan.
Mientras vigilaba todos los puntos que podían servir como un discreto escape.
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-No puedo creer que me convencieras de esto - mencionó Levi.
-Llevamos ropa interior delicadito, no te quejes y calladito.
-¿Como va el plan b?
-No es mucho, inténtemos apegarnos al plan A.
Ninguno de los dos podía ver al otro con claridad, lo que quería decir que él plan estaba funcionando, la hora de mantener completo silencio fue lo que los mantuvo completamente imperceptibles el uno del otro. Solo podían confiar que ambos sabían la ruta y ninguno se perdería.
Caminaron con el mayor sigilo posible, sin toparse con nada, y cualquier cosa, Hanji ya sabía imitar sonidos de ardilla perfectamente.
Hanji se detuvo por un momento a meter un poco de su pócima para dormir en el barril de cerveza de los guardias. Siguió arrastrándose sigilosa, detenido se en cada barril apartado para los guardias metiendo su pócima. Cualquiera de los dos planes solo funcionarían si salían por la misma entrada porque debía medirse con lo que tenía.
Entraron al palacio, esa fue la parte más sencilla. Lo difícil era: encontrar a Petra, neutralizarla y salir sin ser vistos.
Sonaba sencillo pero claro que no lo era.
Pues hay que considerar que el ungüento en su piel no debía entrar en contacto con ninguna clase de líquido y para no tener que usarlo todo había una estricta regla de no sudar. El aire fresco fue una ventaja.
Solo un par de kilómetros desde la entrada y llegarían al gran salón, otros guardias más en la entrada, más líquido para dormir.
Después de mucha paciencia, estaban solo a unos metros de del gran banquete. El plan salía a la perfección, pero por desgracia, los planes perfectos pueden fallar.
Habían dos dificultades: la primera, no podían saber en realidad donde estaba el otro porque sin verse ni escucharse no podían avisar si algo iba mal; la segunda, el asunto del líquido.
Lo segundo era lo más fácil, completamente evitable si no sudabas, te alejarás de cualquier vaso, botella o barril. Por eso entenderán lo frustrante que fue cuando esto fue lo que comenzó la caída del plan A.
Levi fue el primero en llegar a la entrada del salón, lo habían hecho bien. Busco con la mirada al copero real, habían otros dos para atender a los invitados, pero solo él tenía el deber y obligación de llenar la copa del rey y a su círculo más cercano. Ya debía haber dado el primer sorbo para probar que no había nada de malo en el vino, lo que lo hacía perfecto. Solo tenía que ir hacia él, vaciar la botellita y esperar a que todos se distrajeran al momento de bailar, el monarca le entraría sueño. Pero lo atribuirían a una temprana borrachera. A la novia real la enviarían a sus aposentos y él seguiría a sus perros llevándola a su cuarto. Las damas se quedarían con ella. Pondría de la pócima en los brebajes de todos ellos y por fin entraría al cuarto. Sería cuando ya se acabará el efecto del ungüento probablemente, se lleva a Petra por la ventana y se deslizaría por los muros hasta el punto donde entraron y Hanji ya habría llenado con más pócima, llegarían a la carrera de Erwin y se asegurarían de tener a Petra dormida hasta llegar al hogar de Riko...de ahí ya no sabría que hacer cuando despertara.
Pero esto no fue lo qué pasó. Con los guardias reales no se toparon un barril de cerveza. Ellos eran más cercanos al rey así que no tenían permitido beber nada en toda la noche más que algo de agua en un jarro exclusivo para ellos en lugar de algún vino fino como el de los invitados o esa cerveza fuerte y barata de sus compañeros. Y en el intento de Hanji de encontrar el jarro, no pudo prever cuando el guardia estornudó con el jarro en el que se servía y derramó el líquido que tuvo la mala suerte de caer directo al cabello de Levi. Llevándose consigo el tinte que cubría la mitad de su rostro.
La primera parte del plan: un fracaso





¿Qué sucederá ahora que el agua se derramó en el camuflaje mágico? ¿Tendrán que hacer una escapada y secuestro épico y con escándalo o hay un plan b? ¿Cómo les caen Aliena, Marie y Lady Eleonora? ¿Y la familia asiática de Mikasa? ¿A donde planea escabullirse Petra? ¿Porque a la autora se le ocurre un plan tan rebuscado de secuestro y escape? ¿Teoría locas? ¿Opiniones? ¿Sugerencias? ¿Les gusto?¿lo odiaron? ¿Me extrañaron? ¿De qué color son mis calcetines? ¿Qué cenar: pasta o comida china?¿alguien más vio la última de john wick? ¿Peaches, peaches, peaches, peaches? ¿Alguien vio Suzume? ¿Algún día terminaré mis proyectos personales y este fic? ¿Por qué hago tantas preguntas weonas? ¿Alguien más se asusta con la IA?
Bueno...¿Qué he hecho? Pues, luego de un largo encierro por fin pude salir del país y volar a otro país...lo pase genial y mi destino fue a San Francisco, Las Vegas y LA...orgullosa de decir que solo perdí 20 dólares en las apuestas y que mi matrimonio express terminó en un amigable y rápido divorcio (cuidado con eso, Pedir que Elvis te case salen como 600 dólares...mejor vivir en pecado). Y varios dirán que soy una morbosa de mierda por ir a Alcatraz (tranquis que le gane al jefe de los presos en una pelea limpia de cuchillos hechos de jabón jajajaj) pero ustedes ya saben como soy así que tampoco debería ser sorpresa. No vi a ningún famoso así que fracase en mi plan de raptar a Tom Hiddleston , Sebastiana Stan y a todos mis husbando MCU para que se casaran conmigo pero al menos fui a Disney y a Universal. Y bueno volví gorda y pobre pero happy. Bueno, a nadie le importa mi turisteo, lo siento si los aburro pero es mi perfil de Wattpad y mis publicaciones así que escribo lo que yo quiero jajajjajajjajaka

Bueno, fue lindo aparecerme por aquí así que a seguirle con esta historia

Gracias por leer, votar y comentar (no sean fantasmas por favor)

Nos leemos bye

Una historia que el mundo olvidóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora