Someone to you (Adrinette) +18

══ ⋆★ Happiness Part 3 ★⋆ ══

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Title: Someone to You

Ship: Adrinette.

Genre: Angst, AU, Slash, Out of Character, Hurt/Comfort (H/C), WAFF (Warm And Fuzzy Feelings)

Word Count: 130,000+

Word Count per Chapter: 2200+

Rating: NC-17

Chapters: 40/52

Beta: Unbetated

Disclaimer: No son míos, si lo fueran seria esclavitud y está mal... o bueno, no podría decirlo en voz alta :v

Music:

✨Los comentarios, estrellitas, y las galletitas, me hacen feliz.✨

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Al día siguiente, Adrian sacó a pasear a Kuma. Ya que trotaba en las mañanas antes de trabajar, Marinette creyó que sería el momento perfecto para que los dos hicieran las paces. Y de alguna manera, convenció a Adrian para llevar al perro.

Adrian no habría tenido ningún problema si tan solo Kuma no fuera un perro perezoso. Se negó a correr y cuando lo hacía, terminaba arrastrando a Adrian como si él fuera la mascota y Kuma su dueño.

—¡¿Qué te hice?!— Adrian estaba apoyado sobre sus rodillas, respirando profundamente. Sus ojos miraron al aparentemente inocente perro, quien ladeó la cabeza como si se burlara de él. Virando los ojos, Adrian ató la correa en la pata de la banca del parque, —Quédate aquí. Iré por algo de beber, ¿ok?— Adrian miró a Kuma, como si esperara por algún tipo de señal de que el perro entendiera su orden. Desafortunadamente, Kuma dio una vuelta en su sitio y se recostó.

—Bueno, como quieras.— Sentenció yendo hacia la máquina expendedora más cercana.

Para cuando Adrian regresó, Kuma ya no estaba.

—Carajo...— frenéticamente movió la cabeza tratando de encontrar la enorme bola de pelos. Asustado, buscó por el lugar preguntando a cada persona que pasaba si habían visto a un perro blanco y grande. Pero todo lo que recibía eran negativas.

'Mierda, Marinette va a matarme.' Sabía cuánto era que Marinette amaba a Kuma, sin mencionar que Kuma ni siquiera era su perro en primer lugar. Un amigo se lo había confiado, y ahora que Kuma había desaparecido, Adrian no tenía ni idea de cómo soltarle las noticias a su amante.

Con un audible silbido, Adrian colocó sus manos alrededor de su boca y gritó.

—¡Kuma! ¿Dónde estás?— pero no, el perro no estaba ahí.

Ya había pasado una hora, y él seguía corriendo en círculos con el corazón latiéndole como loco. Adrian miró brevemente su reloj y estuvo en shock al ver que ya casi eran las ocho. Tenía que ir a la oficina a las nueve y claramente, tendría que dejar de lado la búsqueda del perro perdido.

Regresar corriendo a la casa no fue fácil, en especial cuando Adrian no podía salir con una excusa sobre cómo y por qué estaba regresando sin Kuma.

'Va a estar muy decepcionada. Carajo, ¿y si cancela el compromiso y me lanza el anillo a la cara? Merecido me lo tengo, pero aun así...' un número de escenarios de súbito fueron creados en su cabeza. Ninguno lucía complacido y ya podía imaginar el enfurecido rostro de Marinette en cuanto lo supiera.