Snuggles
One-shotChuuya moría de sueño, nunca antes había sentido la necesidad de acostarse en una cama, taparse hasta la nariz, abrazar una almohada y quedarse profundamente dormido. Quizá era porque últimamente había tenido mucho que hacer. O talvez por el hecho de que no había estado durmiendo lo suficiente. Pero aún así, nunca se había sentido tan cansado y sin ganas de nada como hoy. Para él esto era extraño, usualmente a esta hora (11:30am) ya debería de estar preparando sus cosas para empezar clases. Sin embargo, aún estaba acostado en su cama, abrazando su almohada, quejándose por lo bajo de la gran hueva que tenía.
—Justo se tiene que ir en este día, que mierda—. Suspiró.
También podíamos agregarle el que su compañero se hubiera ido el día de hoy a hacer no se qué cosas con unos documentos, y hubiese dejado a Chuuya completamente solo y desganado. Pero bueno, el pelirrojo no le quedaba de otra que quedarse dormido. Al día siguiente ya mandaría una nota a la universidad explicando su ausencia. Pero ¿hoy? Hoy solo quería abrazar a cierto pelicafé.
—Por qué hoy—. Volvió a quejarse.
Pataleo entre las sábanas, ni él sabía porque estaba tan irritado. No comprendía la razón de su enojo, porque realmente era un tipo de enojo sin razón, y eso lo frustraba más. Haciéndolo soltar quejidos por lo bajo. Decidió pararse de su cama, a mala gana, bajando al segundo piso por una taza de café con leche. No era fan de el café, pero sabía que al castaño le gustaba mucho esa bebida, y no pudo evitar servirse por el simple hecho de que lo extrañaba.
Bueno, tenía una razón por extrañarlo. Esta semana Dazai había estado saliendo constantemente, ya que estaba por inscribirse a una universidad para completar un nuevo curso que llamó su atención. Y estaba de aquí para allá de allá para acá. Y claro, eso también estresa a Chuuya, pues él de verdad quería pasar tiempo con el castaño. Aparte de que en la noche solo llegaba a recibir sus clases vespertinas y casi no tenía tiempo para él.
—Sinceramente el café es desagradable—. Dijo mientras olía su taza—. Cómo siquiera puedes tomar esto, es tan...ew—. Siguió quejándose, pero aún así tomándose dicha bebida.
Luego de terminar su tan horrible café, subió de nuevo al segundo piso, según él iba a darse un baño, pero cuando noto una sudadera café echa un nudo en su silla de escritorio cambió de opinión. La tomó en sus brazos y por inercia, la acarició con su nariz. Sí. Olía a la loción de Dazai. Sonrió inconscientemente, algo como oler la sudadera de su compañero lo puso tan feliz. Que ridículo.
—Bah, estoy solo, que tiene—. Dijo para luego tumbarse en su cama de nuevo, esta vez abrazando la sudadera muy cerca, escondiendo su nariz entre ella.
No sabe ni cuántas horas pasaron desde que se quedó dormido. Tan solo sintió cuando alguien acarició su mejilla con mucha delicadeza, supo de quien se trataba, más no quería abrir sus ojos. Metió su cabeza aún más dentro de la sudadera, escondiéndose de las caricias.
—Ya, chibi no seas así—. Río.
—Mmhh, déjame—. Murmuró dormido.
—Me duele que me trates así, dejame pasar—. Susurro.
—No, yo...estoy esperando a alguien—. Volvió a responder más dormido que despierto.
—¿Ah si?—. Río suave.
—Mmmh, estoy esperando a...Osamu—. Murmuró.
—Ohhh, comprendo, entonces te dejo para que esperes a "Osamu"—. Se burló.
—Tu voz es igual...—. Seguía dormido.
—¿Por qué será?—. Le siguió el juego.
—Talvez tú...hmm no olvidalo, Dazai aún sigue afuera—. Sonó extrañamente enojado y el castaño lo noto.
Guardó silencio hasta que sintió una mano tocar la suya, levantó su vista encontrándose con un Chuuya recién levantado, con sus ojos llorosos y su carita hinchada, el pelo todo alborotado y sus labios rosaditos. Dazai respiró profundo, observando detenidamente cada detalle del pelirrojo y suspiró. Era hermoso.
—Deja de verme así y metete a la cama—. Regaño el menor.
—Chibi, siento mucho el no pasar tanto tiempo contigo, de verdad—. Se sentó en la orilla de la cama para poder abrazar al ojiazul.
—No pasa nada, lo entiendo—. Ahora lo entendía, pues porque tenía al mismo Dazai abrazándolo.
—Puedo dejarte todas las sudaderas que quieras—. Ofreció.
—Eso me hace ver como un pervertido—. Río y el castaño río con él.
—Solo si tu quieres, lo digo porque te vi muy abrazado a mi suéter—. Mencionó.
—No lo menciones, hace como tres horas estaba tomando café solo porque te extrañaba—. Rodó los ojos, avergonzado de sí mismo.
—Eres demasiado lindo~—. Lo volvió a abrazar, sintiendo su calor.
Ambos chicos se abrazaron por varios minutos más, acariciandose mutuamente y dándose besitos de vez en cuando. Chuuya le devolvió la sudadera al pelicafé, quien inmediatamente se la colocó para seguir durmiendo con su Chuuya. Abrazados y felices.
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Dos noticias:Número uno: necesito que alguien me ame urgentemente esto de no tener contacto físico con alguien que me ame me esta matando.
Número dos: la autora rompió su racha de inmunidad al covid después de 2 casi 3 años 😃😃😃😭😭😭😭😭(me río para no mostrar que internamente estoy llorando un océano).
Y bueno, dejando esas dos cosas de lado, espero que les haya gustado un oneshot bastante cringe pero jaldkrlwkdjd es mi necesidad de afecto saliendo a la luz perdónenme. Anyway, los quiero mucho a todos como siempre se los digo, un abrazo, ah no, tengo covid 🙈ay no perdon, ahora si, ya me voy <3
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LOS AMO ª
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Soukoku: The Series
Fanfiction-One shots -Two shots -Three shots -Drabbles -Songfics Estan invitados todos a leer <3 [la portada no me pertenece, créditos a su respectivo/a autor/a] [los personajes tampoco me pertenecen, créditos a Kafka Asagiri]