Soukoku: The Series

62✨

Talk to me
Two-shot (NSFW)

Cuando Chuuya salía solo a misiones, todo se volvía muy difícil de sobrellevar, no sólo para éste, sino también para el castaño que tenía como esposo. Luego de varios años de experimentarlo, ninguno de los dos parecía acostumbrarse a ese hecho. Más que todo porque Dazai nunca lograba conciliar el sueño y Chuuya tampoco, y la dependencia emocional que tenían el uno del otro tampoco ayudaba mucho.

Pero realmente, ese no era su mayor problema en estos momentos. Chuuya entraba al hotel en donde había estado quedandose por cuatro días ya, por suerte, ya mañana era el último día y podría regresar a su casa, con su esposo. Caminaba tranquilamente hacia la habitación, dejando su abrigo por un lado y su sombrero también. Abrió una de las maletas sacando ropa más cómoda; un short y una camisa holgada, también tomó un vaso con agua y hielo, porque había habido mucho calor en el día así que necesitaba refrescarse.

Por fin se tiró a la cama, boca arriba con los ojos cerrados, colocando sus manos en su abdomen. Suspiró. Se sentía cansado, sin embargo su mente comenzó a brindarle sensaciones no esperadas. Se encontró a sí mismo pensando en la forma en que las manos de Dazai lo acariciaban, o en los besos húmedos que dejaba en su cuello, el sonido de su respiración cuando estaba muy agitado, o como se sentían sus dedos al momento de entrar en él. Chuuya respiró fuertemente, tratando de que ese tren de pensamientos se esfumase, lamentablemente, fue inevitable.

—¿Por qué...estoy pensando en eso?—. Susurró, manteniendo sus ojos cerrados, pero sus manos cada vez se dirigían más abajo.

Entre abrió sus labios, dejando salir leves suspiros, sus manos subían y bajaban de su pelvis a su abdomen, acariciando por encima de la ropa su piel. Se sentía muy bien, era lo único que Chuuya podía pensar.

—¿De verdad estoy haciendo esto?—. Se cuestionó a sí mismo.

Subió un poco la camisa que estaba usando, dejando al desnudo su torso y con una mano jugó con su pezón, estimulandolo por medio de apachurrones y movimientos en círculo. Su respiración se volvía acelerada con cada nueva sensación que tenía, con su mano libre, acarició sus muslos, subiendo poco a poco el short que utilizaba.

—Basta...—. Suspiró—. No puedo...parar ah~—. Soltó un pequeño gemido al sentir sus dedos rozar su falo.

No esperó ni un solo segundo más para envolver su mano en éste, comenzando con movimientos de arriba a abajo, de vez en cuando haciendo presión en la punta. Su boca se abrió mientras exhalaba temblorosamente, no quería hacer tanto ruido, ya que sabía que había gente a la par de su habitación. Su espalda se arqueó al sentir sus manos ir más rápido, y sus pies también sintiendo esos espasmos de placer.

—Dazai~—. Murmuró su nombre—. Mierda-ah—. Gimió suave ya que su líquido pre-seminal comenzaba a salir.

Realmente quería continuar hasta llegar a su clímax, pero se vio interrumpido por el sonido insistente de su celular, soltó un sonido de exasperación, y estiró su mano para alcanzar el dispositivo y ver quién se dignaba a llamarlo en en estos momentos. No es como si supiera que era lo que estaba haciendo, no podía culparle. Aunque si un poquito.

—Aló—. Susurró.

—¿Chibi? ¿Estás bien?—. Se escucho la voz del castaño, preocupado por el tono en el que oyó a Chuuya.

—Si—. Paso una mano por su rostro— ¿Qué quieres?—. Se sentó.

—Te escuchas cansado ¿de verdad estás bien?—. Insistió.

—Dazai...—. Hablo suave.

—¿Si?—. Respondió de la misma forma.

—Puedes...¿Puedes hablarme?—. Preguntó en un hilo de voz.