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Fem! Chuuya
One-shot

La estudiante estaba lista para irse de su hogar, si tan solo su hermana no le hubiera llamado tan temprano y se quedase hablando con ella por tanto tiempo, quizá no hubiera llegado tarde al colegio. Pero la mala suerte estaba con ella siempre.

Ni siquiera se hizo su característica coleta baja por un lado que siempre lleva, sino que se dejo el pelo así, suelto, ni cepillado, tan solo al aire libre. Pero se miraba genial, y eso era algo que todos le decían. Por aquella vez en educación física que se le cayó su goma para el pelo, y su pelo volaba al son del aire, todos e incluso algunas chicas, cayeron a sus pies desde ese día.

Salió disparada de su casa cuando terminó de hablar con su hermana mayor, quién se encontraba de viaje en algún lugar de Europa, y corriendo lo más rápido que pudo, agradecía internamente haberse metido al club de atletismo, llegó a la entrada de su instituto, que estaba a dos milímetros de cerrar.

Cansada, dio un suspiro y se permitió caminar. El timbre para entrar a clases había sonado hace tiempo ya, quizá unos 10 minutos, por lo qué, también iba tarde a clases. Se reprochó, diciéndose a si misma que nunca más le contestaría una llamada a su hermana. No iba prestando atención a su camino, porque iba buscando su goma para el pelo, que sí, hasta ahorita se dio cuenta que no la llevaba, y desesperada busco entre su mochila, pero fue en vano, no la encontró y para colmo, chocó con alguien.

-Lo siento, voy tarde-. Fue su excusa.

-Para ir tarde vienes muy lento ¿no crees?-. Conocía a esa voz, sonará algo cliché, pero ella siempre estuvo enamorada de ese idiota, Dazai Osamu.

-A-ah eso...bueno, perdí mi goma para el pelo-. Subió los hombros.

-¿esto?-. Dijo mientras le enseñaba una cola negra, que era de ella.

-¿cómo tienes eso?-. Le vio enfadada.

-Se te cayó y lo recogí, hace días obviamente, pero no tuve tiempo de devolvertelo. Además ¿cuál es la necesidad de hacerte una cola? Te ves bien sin ella-. Le comentó, cosa que hizo que la chica se sonrojara.

-G-gracias, me tengo que ir, adiós-. Habló apenada, arrebatandole su cola y yéndose a su clase.

-Pero estamos en la misma clase-. Sonrió burlesco.

-Es cierto...bueno, acompáñame entonces-. Contestó, sin darse cuenta que sus palabras iban muy directas. Las mejillas del chico se tornaron en un tono rosado, sin notarse tanto.

-Claro-. Se limitó a decir.

Caminaron tranquilos los dos, la pelirroja porque sabía que si iba tarde ya no había vuelta atrás, y el castaño, porque disfrutaba de la compañía de esta, y no quería que terminase. Llegaron a su respectiva clase, y tocaron la puerta, se encontraban en Literatura, con el maestro Ango, así que, ambos sabían que no se salvaban de esos malditos castigos.

-Ya valimos..-. Dijeron al unísono, se vieron a los ojos y rieron suave.

-¿Van a entrar?-. Preguntó el profesor, serio.

-Si-. Y ambos ingresaron al aula. Todos sus demás compañeros les miraban extrañados, no sabían que ellos se llevaban bien.

-Ya saben cuál es su castigo-. Fue lo único que les dijo para luego continuar con su clase.

A todo eso, Chuuya aún no se había agarrado su cabello en esa coleta que siempre traía, ganándose miraditas hambrientas, no de comida, claro está, de sus amigos(no amigos) Dazai notó eso, y no pudo evitar sentir celos(sí, sentía celos pero no lo admitiría) de la chica ojiazul, el aceptaba completamente que ella fuera hermosa, perfecta en todos los sentidos, pero no aceptaba que sentía algo más allá que solo compañerismo.

Soukoku: The SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora