Soukoku: The Series

27✨

I need you
One-shot (NSFW)

El subordinado del pelirrojo estaba perplejo, no sabía si moverse o no, hacer algo al respecto, o simplemente ignorar que su superior estaba apunto de comerse a un maldito rubio que estaba ahí adentro. Al final prefirió ignorarlo, ya sabía que la pareja de este llegaría en cualquier momento (por ordenes del mafioso) a buscarlo y llevarlo de vuelta a su hogar. Ojalá fuera así.

Llegadas las, aproximadamente, 11 de la noche, el castaño se adentró al bar en donde Chuuya residía, borracho y flirteando con un hombre, mucho mayor que él, al ver tal escena (el pelirrojo encima literalmente, del otro hombre, con botella en mano e intentando besarlo) su sangre hirviendo, se coló por sus venas. Sus ojos tornandose oscuros y temerosos, en esos momentos, solo quería asesinar a quién sea que se le pusiera en frente.

Se acercó peligrosamente a los dos chicos, arrebatando a Chuuya mediante esta acción. Al pelirrojo sentir los brazos de su pareja rodearlo, reaccionó un poco. Abriendo los ojos sorprendido, pero luego solo se echó a reír. El rubio, por otro lado, estaba entre pegarse un tiro ahí mismo, o inventarse una excusa rápida para salir de la situación en la que el ejecutivo lo puso. Pero no había excusa, el había permitido que le tocase, de una manera no-tan-santa, y el castaño lo sabía, por ende, ¿de que le servía dar excusas baratas?

Chuuya se aferró a Dazai, restregando su rostro en el pecho de éste, mientras que el antes mencionado, posaba fuertemente sus manos en sus caderas, y en su cabeza solo se repetía una palabra <<mío>>. Su vista se dirigió al rubio que yacía inmóvil, a punto de salir corriendo de ahí estaba, cuando la mano libre del más alto lo tomó por sorpresa.

-Tengo entendido que estabas permitiendo que MI Chuuya se te acercara de esta manera-. Habló en un tono grave, posesivo.

-No es así, Dazai-san, él me tomó sin previo aviso, es un ejecutivo, un superior a mi...por qué...porqué debería de empujarlo, sería una falta de respeto-. Rompió el contacto visual.

Dazai se limitó a sonreír, sacando de su garbandina negra, una pistola, y apuntando directo a la cabeza del hombre, le repitió estas palabras,

-¿Quieres que sea rápido, o prefieres el dolor?-. Preguntó, acercándose a él, sin soltar a su pareja.

-N-no...-. Dio un paso para atrás.

-Un paso más, y te disparo-. Su rostro estaba serio, el rubio paró en seco, tragando duro, logró articular las palabras.

-Perdóneme, Dazai-san-. Se inclinó en una reverencia, éste, al escuchar esas palabras, se enfureció más y sin pensarlo, pegó el arma a su sien, quitando el seguro de esta.

-¿que te perdone?-. Apretó el agarre de la pistola.

-P-perdóneme, por favor-. Estaba a punto de llorar. Pero la voz cantarina de el ojiazul se escucho.

-Ps ps ps D-dazai~~ no lo hip vayas a m...matar-. Río al terminar de hablar. Esas palabras hicieron reaccionar al chico, soltando el arma, y el rubio se enderezó, y salió corriendo.

El mafioso comenzó a besar la mandíbula, que estaba tensa por la situación en la que estaba, del más alto, mientras éste cargaba a su pareja y lo metía al auto. Hizo para atrás los sillones, dejando así, más espacio para que los dos cupieran. Aún seguía enfadado, y quería hacérselo saber al más pequeño, que lo más probable, era que ni siquiera estuviera en sus cinco sentidos.

-D-dazai...-. Jadeó.

-¿Qué se supone que hacías con ese?-. Tomó con fuerza su menton, obligando a verlo.

-N-nada-. Sus sentidos volvían poco a poco, no había tomado tanto. Quizá unas 5 copas de su vino favorito, pero no era exgerado.

-¿Nada? Estaban a nada de comerse la puta boca-. Gruñó, sin soltar el mentón del otro.