-One shots
-Two shots
-Three shots
-Drabbles
-Songfics
Estan invitados todos a leer <3
[la portada no me pertenece, créditos a su respectivo/a autor/a]
[los personajes tampoco me pertenecen, créditos a Kafka Asagiri]
Está bien. Si. Lo sé. Sé muy bien que mi novio es popular, se que es lindo, se que es atractivo, se que su personalidad es atrayente, que es inteligente y una increíble persona, lo sé. Pero, también sé que quiero asesinar a todas esas personas que se acercaban a mi pequeño Chuuya para darle regalos por San Valentín.
No es común en mi sentir celos, o ser posesivo. Porque se que Chuuya merece su espacio, así como el me da el mío. Nos respetamos y nos tratamos con confianza. Era obvio que confiaba en el. Pero esas sonrisas que daba, esas palabras que decía "Gracias, que lindo/a", sus ojos que brillaban con cada regalo que le daban. Mierda. Me hacía sentir fuera de lugar ahí.
No es que a mi no me dieran regalos. Claro que me los daban. Pero entre nosotros dos, las personas prefieren a dicho pelirrojo, por el simple hecho de que los trataba bien a pesar de que los rechazaba. Si es que eso se puede llamar rechazo. Por que tan solo les decía "no estoy interesado en tener algo con alguien, pero me encanta tu obsequio"
Una persona normal hubiera mandado a la vuelta de la esquina porque literalmente todas las personas del instituto sabían y conocían sobre la relación que él y yo manteníamos. Era frustrante.
Pero solo lo ignoré. No quería verme como una persona tóxica. Además de que era tan mal novio, que no le traje nada, aparte de mis besos, a mi linda pareja. Los regalos de las demás personas lo compensaría, no creo que si le fuera a dar un regalo fuera algo distinto. Sería uno más del montón, pensándolo así. Y eso me enfadaba.
Muchas chicas, también chicos, pero más chicas, se me acercaban para darme regalos. Los recibía, eran dulces gratis, y las cartas las guardaba en mi casillero para ni siquiera leerlas. Y siempre que me pedían "Dazai-san, sal conmigo" les mandaba a la mierda. Como debía de ser.
Salvo por cierta chica, se llamaba Natsume. Ella era mi amiga de la infancia. Creo que nuestros papás se conocían desde un principio. Y si, la conocí antes que a Chuuya. Quizá cuando teníamos 3 años. El punto es, que a ella no la podía mandar a la mierda. Así que por puro compromiso acepté pasar con ella este día.
No resultó tan bien.
Y lo sabía, porque tenía una corazonada. Que me decía que no lo hiciera. Pero le hice caso omiso.
-Dazai-kun, ¿Quieres una manzana? Las odio, me repugnan-. Dijo la chica asqueada, viendo la manzana que traía como refacción.
-Eh, gracias-. Respondí por lo bajo, aceptando el alimento.
Hablar con ella, sabiendo que me miraba de otra forma. Era inevitablemente incómodo. No porque no la quisiera cerca mío. Sino porque solo la concideraba una amiga cercana, quizá muy cercana. Y no quería que nuestra amistad se estropeara por eso.
-¿Sabes?-. Escuché que me habló.
-Hmm-. Hice ademán para que prosiguiera.
-A pesar de que se que no te gusto-. Sonrió triste-. Me alegro que seas feliz junto a Chuuya-san-. Volteó su vista al piso. Pude notar sus lágrimas. Me sentí muy mal pero no sabía que hacer para que dejara de llorar.
-Natsu, nadie merece tus lágrimas. Ni siquiera yo, así que no llores por un idiota como yo ¿si? Nuestra amistad no va a cambiar. Y gracias, por siempre ser esa mejor amiga-. Dije tranquilo.
-Gracias Dazai-. Dijo secando sus lágrimas con sus manos, y entregandome un regalo.
Gardenias blancas.
-Para Chuuya-san. Se que eres tan olvidadizo que no le trajiste nada-. Río, olvidando su tristeza por unos minutos.
-Cállate, después de todo las pagué con tu dinero-. Exclamó divertida.
-¿¡Con mi dinero!?-.
-Si-.
-Eres mala-.
-Lo soy. Ahora ve, que siento que tu novio está por asesinarme-. Dijo dándome la vuelta para que viera a Chuuya.
-Gracias Natsu. Te debo una-. Grité alejándome de ella y llegando a mi pareja.
Se veía serio. Y sabía porque era. Ja, ni que el no hubiera hecho lo mismo.
-¿Amiguita?-. Fue lo único que pregunto.
-Algo así-. Rasqué mi nuca. Su semblante pasó de uno oscuro a uno sorprendido al ver las flores que traía.
-¿Te las dio ella?-. Dijo curioso.
-Técnicamente no. Pero si-. Dije
-¿O sea?-. Levantó una ceja.
-Son para ti-. Respondí estirando mi brazo para que las pudiera agarrar.
-Q-q-qué-. Note su sonrojo. Reí enternecido.
-Feliz día de San Valentín a mi novio popular-. Le sonreí.
-Oh cállate, tu también recibiste regalos. Y no los rechazaste. Incluso pasaste el día con esa chica-. Dijo tomando las flores pero frunciendo el ceño.
-¿Natsume? Es mi mejor amiga Chuchu. No te pongas celoso~-. Lo molesté.
-Has silencio idiota. No estoy celoso-. Dijo bajando su mirada-. Es solo que...los miraba muy felices...juntos-.
-Chuuya. La única felicidad que necesito es contigo. Y solo contigo-. Dije acariciando su mejilla.
-Para ti-. Dijo mientras que con su mano libre, me entregaba un álbum.
-Oh~ gracias chibi-. Dije emocionado.
-Te...te amo Osamu-. Susurró, levemente.
-Yo también te amo-. Me acerqué y lo abracé muy fuerte, porque en realidad, lo amaba demasiado.
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Quería poner a Dazai como novio con celos toxicos pero luego fue de "no bro, no la da" y ps ansndjsjs así quedó.
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Una foto en donde se puede apreciar como Chuchu se nos fue quedando más pequeño con el paso de los años. Y Dazai se volvió una pinche torre. Gracias, fin del comunicado.
