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Sweet
One-shot

Dulce. Eso era, muy dulce. Casi exagerado, bueno, era, exagerado. Pero que podía hacer, si el joven que le atendió, le dió su café con DOS cucharadas más de azúcar, aún que no había la necesidad de siquiera hecharle. A él le aborrecía el sabor dulce en su café. Lo prefería negro, sin leche, sin azúcar y espeso, muy espeso. A veces eso le recordaba lo amarga que era su vida. Al menos, hasta que ese hombre le dejó.

Molesto, tomaba sorbos de su bebida, odiando su sabor por completo, al punto de tener un aura de destrucción a quien se le ocurriese hablarle, acercarsele, incluso respirar cerca de él ¿Qué culpa tenía el de que ese mesero pelirrojo se equivocara de pedido y le trajera el café más dulce de la tienda? Claro, no tenía la culpa. Y ansiaba por reclamarle a ese chico, si tan solo no tuviera este la mirada perdida. Se notaba que no estaba bien.

Abrió su laptop, listo para ponerse a trabajar en los informes que le debía al director de el colegio donde trabajaba. A pesar de que él no era una persona que amara su trabajo, eso le tocó, eso cumplió. Pero no podía evitar ser un perezoso, odiaba trabajar, lo sabía, aún trataba de convencerse que era algo bueno. Que era algo que al final lo beneficiaría. Puras mierdas, pensaba el castaño.

Abrió la aplicación que usaba para escribir sus informes, pasar notas y hacer exámenes. Y comenzó a teclear. Distraído, olvido que su café aún estaba ahí, con esas dos cucharadas de azúcar que tanto detestaba, pero, inconscientemente tomó un sorbo de este, llevándoselo a los labios, y, cuando se dió cuenta, hizo un gesto de disgusto, a la vez que se quejó en voz alta, sin querer, claro.

-¡Qué cosa más horrible, yo lo pedí sin azúcar!-. Toda la gente se le quedó viendo feo, como si fuera alguien raro, aún que ya lo era. ¿Cómo no iba a ser raro un joven, que aparentaba unos 25 años, con vendas por todo su cuerpo? Ahora agréguenle que haya gritado eso. Normal.

-Joven...¿Tiene algún problema con su bebida?-. Se acerca un mesero, diferente al que le atendió.

-Lo siento...-. Suspiró resignado-. Es solo que lo pedí sin azúcar, y, pues ya sabe, le pusieron azúcar-. Dijo avergonzado.

-¡Lo sentimos mucho, con gusto le cambio su café, tome asiento por favor! No tardo-. Hizo reverencias al castaño, quien solo le decía que estaba bien, que no era necesario.

Volvió a sentarse concentrado en todo el papeleo que tenía que terminar, sin sentir la presencia del chico pelirrojo que lo veía fijamente. Por su mente pasaban todo tipo de escenarios cliché, en donde ambos se enamoraban, todo bonito, lleno de color rosa. Oh, el amor ¿Qué sabía el de pelo rojizo, que tenía tanta razón?

Con duda, caminó hacia donde estaba el joven castaño, con la bandeja en mano, intentando que no le temblase esta, estaba nervioso lo admitía. No solo se había enamorado de él, sino que le había dado una bebida incorrecta. Se bofeteó mentalmente, prometiendose ser más cuidadoso con sus clientes. Con todos, no solo con él ¡Ay si, cómo no!

-Disculpa...-. Habló bajito el mesero, pero al darse cuenta que no lo escuchó volvió a decir-. Disculpe, aquí esta su café sin azúcar-. Dijo, pero aún no le hacía caso, se puso nervioso-. ¡Aquí tiene joven!-. Exclamó dejando la bebida caliente en frente de él.

El castaño le vio sorprendido, iba a reclamarle, pero cuando lo vio, se quedó callado y solo sonrió. Con amabilidad, y sin querer sonar y quedar como mala persona, le preguntó,

-¿Fue usted quién me atendió?-. Lo vio a sus ojos, azules, demasiado lindos.

-Si, siento mucho haberle confundido su café, mil disculpas-. Habló, ya no tan tímido como antes.

-Si si, no te preocupes no pasa nada. Pero deberías de sonreír más-. Apoyó su cabeza en sus manos, mientras lo miraba, como si estuviera enamorado de él.

-O-oye...ahora no Dazai estoy en el trabajo-. Le susurró, muy bajo, pero el otro le alcanzó a escuchar.

-Lo siento chibi es que fue muy divertido~-. Río-. Bien, te dejo, por favor, no confundas otra vez mi café estaba demasiado dul-.

-Dulce, lo se, lo siento-. Hizo una reverencia, no porque en su vida normal hiciera eso con su novio, pero estaba trabajando, y había confundido la orden de su mismísima pareja.

-Ya ya, no haga eso. Nos vemos Chuu~ tengo que ir a entregar estos informes-. Se despidió emocionado, para gritar por último-. ¡Por cierto! ¡Cuando llegués a casa tenemos que hablar Chuchu!-.

El castaño se fue feliz de ahí, sabiendo el bochorno que le había causado al más bajo. Que solo le soltó un diccionario de insultos por telepatía. Mientras toda la gente se le quedaba viendo enternecida, ¡Ay como era el amor joven! ¡Tan dulce!

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MAÑANA ES EL DÍA EL DÍA DONDE TODO EL FANDOM DE BDS MUERE AJSJDNDNSJAH no de verdad, no estoy lista para el episodio 89 I'm not. Si Dazai me propusiera tirarnos de un puente ahorita, lo haría. Pero bueno, al mismo tiempo quiero que ya salga porque...bueno porque tengo la esperanza de que Chuuya regrese con una de sus muchas entradas triunfales NSNDBDJAJSBDB.

Si mi religión es el Soukoku, el Fyozai es mi pecado, pero o sea, shipeo el Fyozai como si fueran un tipo de dos hermanos que son genios pero los separaron al nacer, me explico? No de una forma romántica JANDNDHAHSB es que bruh

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Si mi religión es el Soukoku, el Fyozai es mi pecado, pero o sea, shipeo el Fyozai como si fueran un tipo de dos hermanos que son genios pero los separaron al nacer, me explico? No de una forma romántica JANDNDHAHSB es que bruh...super genios los weones ah. Dan ganas de ponerme a estudiar, uffa no que mentira, porque me pondría a estudiar JAJAJAJAJAJAJ

Por último, GRACIAS POR LEER NO SABEN LO FELIZ QUE ESTOY POR YA CASI LLEGAR A 1K <3 LXS AMO.

Soukoku: The SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora