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Omegaverse! AU (NSFW)
One-shot

Era un día bastante lluvioso, nublado y hacía un frío del infierno. Los dos amantes se encontraban arropados por ponchos y abrazados, para mantener el calor. Tenían puesta una película de superhéroes, pero ninguno de los dos prestaba atención a dicha obra, pues estaban muy concentrados en no morirse de frío. Porque joder, había muchísimo frío.

-En estos días es en cuando más odio haber nacido como Omega-. Alegó por lo bajo el pelirrojo.

-¿Por qué?-. Preguntó su novio, pegándose más a su pequeño cuerpo.

-Porque la temperatura corporal de los Omegas es más baja que la de los Alfas y cuesta mucho regularla. Además que eso hace que mis defensas bajen y me termine dando gripa-. Espetó enojado.

-Oh, ¿quieres que pongamos la chimenea?-. Cuestionó a punto de levantarse pero su pareja lo impidió.

-No, quédate aquí-. Se tapó mas con el poncho y tomó el brazo del castaño para acercarlo a él.

-Está bien Chuchu-. Pasó su brazo por sus hombros y colocó su cabeza en su pecho. Sus respiraciones eran lentas y tranquilas, los dos disfrutaban del calor del otro.

Se empezaron a quedar dormidos, pero de un momento a otro, la temperatura del ojiazul bajó extremadamente, al punto de temblar aún teniendo dos ponchos encima y a su Alfa rodeandolo.

-D-dazai tengo mucho frío-. Se quejó.

-Lo sé, estas helado-. Susurró.

-Abrázame-. Le pidió.

-Lo hago Chibi...podemos, intentar una cosa...solo si tu quieres-.

-¿hmm? Oh...-. Habló sabiendo a lo que se refería.

Sí, eran pareja, pero nunca habían llegado a un acuerdo para marcar a Chuuya como su Omega oficial. Ni tampoco habían pasado algún celo juntos, y dado por hecho que el celo de ambos caía, mágicamente, la próxima semana, sus instintos para aparearse salían a la luz. A los dos aún les aterraba pensar en que pasaría luego de que el pelirrojo fuera marcado. ¿Cambiaría algo? ¿Y si quedaba preñado? Esas preguntas rondaban por sus cabezas cada vez que sus celos se avecinaban. Pero esta era la primera vez, que ambos lo tenían la misma semana, al mismo tiempo.

Querían hacerlo, pero el miedo ahí estaba. Dazai buscaba la aprobación de Nakahara, porque si este le decía que no, él no iba a forzar nada entre ellos. Respetaba y amaba mucho a ese chico por lo tanto nunca le haría algo que le pudiera afectar.

-H-hagamoslo-. Dijo en un hilo de voz.

-¿estás seguro?-. Preguntó acariciando su rostro.

-Sí, lo estoy-. Le vio a los ojos, decidido.

-Chibi...de verdad, si algo te lástima o te hace sentir incómodo, dímelo por favor-. Pidió en un tono dulce.

-No soy de cristal Osamu, puedo soportarlo-. Suspiró sintiendo la mano de su compañero en su cuello, dándole leves caricias.

-Lo se, solo intento cuidarte-. Se acercó a su oreja, dando una lamida a esta y mordiendole el lóbulo, haciendo que el pelirrojo soltara un jadeo, disfrutando de eso.

-H-hagamoslo, Osamu-. Murmuró, extasiado, ahora, por los besos húmedos que dejaba el más alto en su cuello.

Sus besos pasaron a pequeñas mordidas que dejaba en el blanquecino cuello del ojiazul, haciendo retorcer de placer al antes mencionado. Sus manos se adentraron en el suéter que traía puesto, explorando su piel bajo su ropa, quemandolo con cada roce que daba. El pelirrojo enredo sus dedos en el cabello sedoso del castaño, jalandolo al sentir el chupetón que dejo en la parte más sensible de su cuello.

Soukoku: The SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora