Capítulo 15. Amenazas

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Saw

No encontramos nada, absolutamente nada, y llevamos tres semanas fuera. Es inaceptable, completamente inaceptable.

Solo pueden estar huyendo hacia el noroeste, es el único paso que hemos dejado libre, los expulsaremos alejándolos si es que no podemos cazarlos.

Y en cuanto lleguemos a la Tierra de los lagos, esa horda será asunto de las manadas de los lagos. El trato con ellas es completamente hostil, porque ni siquiera contamos con poder comunicarnos con ellos.

Si les empujamos a la horda, también les mandaremos un mensaje.

Pero Axe no está conforme, sigue sin confiar es esta estrategia, y desgraciadamente es la única que nos queda.

Al enemigo que no ves no lo puedes combatir con espadas y cuchillos.

—Una semana más y nos volvemos —le digo a Axe—. Si la manada de los lagos nos los devuelven los estaremos esperando.

—No van a volver —me dice completamente convencido—. Ya han demostrado que no son una panda de deltas descerebrados, sabrán que los esperamos, no van a pasar en tan poco tiempo.

Pero llevamos demasiado tiempo fuera y sin obtener resultados, dejaremos más alfas en las fronteras, habrá partidas regulares, todos estaremos pendientes, incluidos los de Clear Mountain, pero no podemos hacer más y él me lo concede.

Yo necesito volver, pero no sé sí Axe también quiere hacerlo, no sé qué pasa por su mente.

Desde la noche en la que nos unimos con la manada de Clear Mountain duermo en su tienda, pero no hemos vuelto a hacer nada.

Solo estamos juntos, para mí, para mi naturaleza de alfa guerrera todo me pide que le vuelva a retar que le vuelva a doblegar, pero en mi mente no quiero volver a hacerlo, porque si nuestra jerarquía no cambia, se siente completamente incorrecto.

Es mi amigo, pero le odio por lo que me obliga a hacer y a no hacer.

Cuando entro esa noche a su tienda, el olor es fuerte, llevo días sin estar con nadie, y eso solo es una trampa para mí misma.

Siempre huele a lluvia, y desde hace años es mi olor favorito.

—Tienes que dejar de venir —me dice, la situación es insostenible, y quizás cuando volvamos será aún peor.

—¿Se te ocurre una idea mejor?

¿Acaso soy la única que lo quiere mantener con vida?

—Quizás podría quedarme en la frontera, mi sitio ya no está claro.

—Dagger te reclamará con él. —Me quito las protecciones de cuero, nunca dormimos completamente desnudos, pero Axe muestra su pecho bien formado, sus músculos finos y fuertes.

Y ese es el problema, Dagger.

—No puedo volver con él, Saw, cuando estoy cerca siento que me pierdo.

—¿Y aquí no estás perdido?—Todo huele a lluvia y a musgo, son nuestros olores, con los que nos hemos criado—. No quiero volver sin ti.

—¿Te das cuenta de que igual de imposible es lo mío con Dagger que lo tuyo conmigo? —Ya me rechazó una vez, no sé porque insisto en no salir de su vida, de no sacarlo de la manada.

—La diferencia, Axe, es que yo puedo vivir estando a tu lado.

Me giro en la esterilla fina colocada en el suelo, vuelve a hacer calor para usar mantas, la tierra está fresca.

—Nosotros no deberíamos amar así. —Pero son sus brazos los que me rodean de nuevo, y me giro dentro de ellos.

Quizás hay demasiadas cosas en nuestro mundo que no podemos controlar, muchas normas, mucha jerarquía. Los alfas no nos emparejamos, no formamos familias, nosotros somos de la manada.

Pero por una vez me gustaría que las cosas fueran diferente.

Siento de nuevo el peso de la jerarquía, como mis piernas de abren para tomarle entre ellas, pero eso no va a pasar, y los dos lo sabemos.

Le tumbo colocándome a horcajadas sobre él, mete su mano dentro de mi ropa, acariciando mi clítoris que ya está erecto.

—Esto no está bien —le digo, pero es tan obvio que es ridículo.

Y lo hace, gira su cuello, me lo ofrece, y me dan igual las jerarquías, Axe es mío, y nunca he renunciado a él. Bajando de él le abro las piernas, y en mi mente, aunque es completamente equivocado, aunque es mi superior, aunque nunca va a corresponderme, él es mío; y le muerdo el cuello ofrecido a la vez que me meto dentro de él.

El sexo alfa nunca es suave, nunca son caricias, nunca es más que un acto furioso, fuerte y placentero. Pero Axe gime bajo mi cuerpo, y yo tengo que acallarlo con mi boca, noto su polla dura contra mi abdomen y lo acaricio tan fuerte como yo me meto dentro de su culo.

—Me da igual que tu mente sea de Dagger, porque tu cuerpo es mío, y no pienso dejarte.

Es una amenaza no un declaración de amor, y él la toma claramente, tirándome al suelo y subiéndose sobre mí.

Cuando se corre sobre mí mientras aún sigo en su interior, siento que es una amenaza que voy a cumplir hasta sus últimas consecuencias.




Axe

Como pensaba ha pasado una semana, y la horda ha desaparecido, no van a volver, no tan pronto.

O quizás yo los he sobrevalorado y no solo eran cuatro deltas mal organizados y que han tomado rumbos independientes.

El estrés por la vuelta me puede, da igual lo que suceda en mi tienda por las noches, da igual el gusto que he tomado porque Saw me domine, da igual que luego duerma en paz oliendo su húmedo olor a musgo fresco.

Da igual, porque esto no es más que una burbuja, porque lo que unos pocos alfas digan o hagan no cambia nada.

Porque no quiero volver a estar delante de Dagger, porque es allí donde no me siento yo mismo desde hace mucho tiempo.

Porque en realidad no sé quién soy.

Las marcas de Saw en mi piel me confunden y me excitan a partes iguales, pero mi idea de quedarme en la frontera cada vez me atrae más. Saw no es ninguna solución, y no es justo lo que le estoy obligando a hacer.

Pero ella no es razonable, la veo completamente capaz de atarme y llevarme sobre su hombro como un maldito omega al que encadenará a la pata de su cama hasta que la quiera como ella desea.

Y porque la quiero no puedo volver, no voy a destruirnos a los dos.

Solo espero el momento, me quedaré en la frontera y ella no podrá evitarlo porque sin derrotarme públicamente sigo siendo su superior.

Estamos recogiendo el campamento cuando escuchamos los gritos, todos cogemos nuestras armas, pero ninguno estamos preparados para ver lo que aparece ante nosotros.

Es pequeño, está completamente herido y huele a puro terror.

Pero es incluso más hermoso que Blue, es un omega que se derrumba a mis pies.


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¿Otro omega?


Nos leemos.


Besitos.

Sara

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