Capítulo 28.No es tan sencillo

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Oven

He pasado toda la noche mirando esas cortinas improvisadas, el único lugar con algo de intimidad que hay en nuestro barracón.

Pero los sonidos siempre llegan, los llantos de Mop se escuchan, no soy capaz de irme, de dejarlos.

Yo siempre he cuidado de Mop, pero ahora está con Slate, y me siento inútil.

Y mi otra preocupación tampoco me deja salir de allí, un omega, otro maldito omega.

¿No que se estaban extinguiendo?

Pues ahora aparecían hasta debajo de las putas piedras.

No es que yo esté muy puesto en los temas de jerarquía de los alfas, pero esto lo sabe hasta un gamma de teta.

Dagger tiene un omega, un omega preñado. Y si aparece otro omega, es del siguiente alfa más poderoso.

Premio, y ese es mi puto alfa, el Primer alfa de los Primeros.

A ver, que esto iba a pasar más pronto que tarde, que yo solo soy un sustituto, pero joder, no pensé que fuera tan pronto, que apareciera un omega.

Ni tampoco esperaba que me afectara tanto.

¿Qué debería hacer? ¿Quedarme aquí y recoger las pocas cosas que he dejado allí cuando vaya a limpiar?

Quizás ya no me llamaran para limpiar sus cabañas. Ojalá y me vuelvan a mandar a las cocinas, pero eso no tiene pinta de que suceda.

Quizás las letrinas, o quizás...

Y lo escucho, Mop ya no llora, el sonido es bien distinto.

El celo de Mop ha entrado en su última fase, en una que yo también conozco, pero que está viviendo con Slate.

El beta que se supone está enamorado de mí.

Me rio, pero de mala gana, en un solo día he perdido todo.

He perdido al alfa idiota que solo me quería para lo que me quería, que oye, yo también, sin problema.

He perdido al beta que decía que iba a estar por mí siempre, y he perdido a mi amigo, al que siempre he ayudado yo.

Me levanto, los gammas todavía duermen, ya nadie me necesita aquí.

Cuando salgo hace frío, el otoño ha llegado pronto y frío.

Todos duermen, y se siente tranquilo. Menos yo, no estoy tranquilo para nada tranquilo. Y ni siquiera sé a donde debo ir ahora.

—¿Dónde demonios has estado? —escucho a mi espalda, he tomado el camino de las cocinas, porque no sé que hacer.

Cuando me giro allí esta Hammer, todo su pelo rubio y largo alborotado, su cara de haber dormido tan poco como yo.

Y hago la cosa más estúpida que he hecho en mi vida, me acerco a él y le abrazo.

Él se queda estático al principio, pero me abraza de vuelta, no hay nadie, pero no es seguro, no es nada seguro estar así afuera, pero no puedo dejar de abrazarle.

Quizás sea la última vez que pueda hacerlo.



Hammer

Después de la llegada de Axe y el nuevo omega, Honey, las cosas se complicaron, la manada se complicó.

Otro omega, bendita Diosa, ¿por qué me haces esto?

Y la voz de Oven blasfemando suena en mi cabeza, siempre suena en mi cabeza.

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