Capítulo 21. Buenas noticias

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Blue

El sanador lo ha confirmado, embarazado, estoy embarazado.

Aunque ya lo sospechaba, no puedo evitar llorar de alegría, Dagger me envuelve entre sus enormes brazos, y no sé que me está diciendo, pero cuando el sanador se va y nos deja solos, siento como su pecho se agita.

El alfa, mi alfa, también está emocionado y aunque no llora como yo, sus ojos están humedecidos.

Me encanta cuando me abraza, me hace sentir tan querido, tan protegido, pero yo también quiero darle consuelo, quiero mostrarle cuánto le quiero. Alzo el rostro, tomo el suyo entre mis manos y acaricio la superficie de sus mejillas sin barba, cierra los ojos, sus pestañas oscuras filtran la humedad de sus ojos.

Los acaricio y le beso.

—Gracias —me dice, pero las gracias se las doy yo a él, las gracias y mil besos, pequeños pero que voy profundizando al final.

Necesito a mi alfa, le necesito mucho.

El sanador ha introducido sus dedos en mí, ha notado la dureza protectora, pero mi ano no va a lubricarse a partir de este momento igual, nos ha informado. Aún así yo noto como me mojo solo con la lengua de Dagger acariciando la mía.

Él abre los ojos, siento su deseo en ellos pero se separa, o al menos lo intenta.

—Espera, espera —me pide, pero ya estoy a horcajadas sobre él. Pero las grandes manos de Dagger me agarran para ponerme lejos de su cuerpo.

Noto su entrepierna dura, no lo entiendo.

—El sanador dijo...

—El sanador no tuvo un padre omega —le silencio con un beso—, no va a pasar nada malo.

—Pero...

Dagger sigue dudoso, pero yo estoy excitadísimo, yo quiero estar con él, y sé que no va a pasar nada malo.

Esas mismas manos grandes y fuertes me vuelven a colocar sobre él, me besa suave, muy suave.

Y del mismo modo suave me desnuda y besa toda mi piel, mi ano está completamente lubricado, pero Dagger se asegura introduciendo sus dedos y provocándome muchísimo placer.

—No va a pasar nada malo. —Pero la duda en sus ojos es evidente, también la enorme erección saliendo de sus pantalones.

Es un sexo suave, suave y tranquilo lleno de la misma emoción que nos ha proporcionado la noticia de que seremos padres.

Debo reconocer que estoy más cansado que habitualmente, y eso que no ha sido nada parecido a nuestras largas jornadas sexuales tras la unión.

Noto sus besos, noto su despedida, pero un sueño agradable me atrapa antes de escuchar la puerta cerrarse.

Dagger

Ser el líder de una manada como la Silver Moon no es fácil, somos muchos, y las viejas costumbres a veces cuesta mantenerlas cuando el número crece año tras año.

Pero si por mí fuera, volvería a mi cabaña, y comenzaría a construir el nido para mi omega y mi futuro hijo.

Cuando llego al consejo Hammer ya está allí lidiando con las quejas sobre lo hacinados que se encuentras los betas, sobre el problema en el molino, con los robos entre vecinos.

Le aprieto el hombro en señal de reconocimiento y agradecimiento, y él inclina su cabeza levemente ladeada en señal de respeto.

Hammer es unos años mayor que yo, no nos criamos juntos, pero nunca hubiera podido elegir a un primer alfa mejor que él.

Siempre controlado, siempre responsable, siempre leal. La elección de que fuera él el que se quedara a mi lado, de que asumiera parte de mis funciones fue completamente acertada.

Cuando Loan, comenzó a insistir en los gastos que generaba nuestras alianza con Sweet Watter; la deuda que acabaríamos aculando si no aumentábamos el cobro de los molinos y un sinfín de cuestiones económicas que me aburrían enormemente pero de las que no podía estar ajeno, noté la vibración en la garganta de Hammer.

El tono insolente de la beta no le estaba gustando lo más mínimo. Y la mujer rebajó el tono, las cosas podían exponerse de muchas formas, y la de ella, no era la apropiada.

Pero no le faltaba razón, empezábamos a ser demasiados, tendríamos que abrir nuestro recinto, construir nuevos barracones, ganarle terreno al bosque.

Necesitábamos más molinos, necesitábamos aumentar los campos de cultivo, necesitábamos una nueva ampliación.

Después de aprobar las nuevas medidas, Loan parecía más satisfecha, también con que renegociáramos algunos acuerdos económicos con nuestros aliados.

Ahora llegábamos a otro punto igual de importante.

—Mi omega está embarazado —una exclamación de júbilo se extendió entre los presentes en el consejo. Un omega embarazado era garantía de prosperidad. —En unas semanas realizaremos los ritos de agradecimiento a la Diosa, y todas las hembras embarazadas serán parte de la ceremonia.

Loan frunció un poco el ceño, no tenía que decirlo, el costo de la ceremonia sería muy elevado, sobre todo tan cercano a la celebración a nuestra unión.

Pero no realizar los ritos no estaba dentro de ninguna opción, y eso ella misma lo sabía.


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Ya estoy de vuelta, jejej, me hago la interesante como si me hubierais echado de menos a mí a mis cositos.

Ha sido una semanita intensa, pero ya de vuelta a la normalidad me moría de ganas de subir un capítulo nuevo.


Como este es muy cortito, y os he echado de menos, voy a subir en un rato el siguiente, ¿qué os parece?

Buen domingo.

Besos

Sara

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