La misión con un final incierto...

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Los días pasaban y Vegeta ya podía dominar perfectamente la gravedad, pero necesitaba aun mas, decidió comunicarse con ella -Diga?- se escucho un largo bostezo -Mujer, quiero que eleves la gravedad- -Que?! no tenias la suficiente para que comiences de a poco?, diablos es muy temprano aun- mi furia comenzó a crecer -Deja de holgazanear y haz lo que te ordeno!- un suspiro hondo se escucho del otro lado -PUES NO! CLARO QUE NO! AUN ME QUEDAN 4 HORAS MAS PARA DORMIR Y NO LO VOY A DESPERDICIAR POR TU ESTUPIDO ENCARGO, ADIOS!- sin más corto la comunicación, quizás tenga razón, aun no amanecía pero daba igual, lo necesitaba lo antes posible -Ashh quien se cree que es- mustio molesta y decidió seguir durmiendo...

Temprano por la mañana decidió ir a la bendita sala medica, para su sorpresa no ha venido a traer el artefacto a su laboratorio, necesitaba tener la cámara para ajustarle la gravedad, decidió marcarle pero se estaba tardado mucho -Diablos contesta...

El se encontraba entrenando, su rastreador seguía sonando sin parar distrayéndolo de su entrenamiento, de malos modos conteste -Que quieres!- -Oye, no me haz traído la cámara de gravedad, como quieres que lo eleve si no...- suspire -De inmediato enviare a mis guardias- corte la comunicación, desactive la cámara de gravedad y lo guardé dentro de esa cosa diminuta, llamo al guardia para que se lo entregue en cuanto antes, por casualidad se parecía mucho a una de las "capsulas" que le había entregado la niña, debe admitir que el suyo había sido de gran ayuda para guardar las naves durante las conquistas, era fácil de llevar y era una gran ventaja ya que a el le gustaba viajar en su nave personal -Dígame señor, estoy a sus ordenes- -Entrégale esto a la científica- continúe entrenando con los robots que hasta ahora eran de utilidad... 

El guardia le entregó la cámara de gravedad y se puso a trabajar de inmediato, una vez allí dentro se encontró con un completo caos, estaba llena de ropa tirada por doquier, restos de platos sobre el suelo hecho pedazos, de polvo, bastante sucia, decidió limpiar un poco, comenzó a quitar la ropa y envió a uno de los guardias que lo lavaran, comenzó a barrer y limpiar el piso, una vez algo decente continuo por el arreglo, habían algunos paneles rotos que no dudo un segundo en reemplazar -Diablos, creo que mejor será entregarle una copia de la original y ya- decidió que era lo mejor y comenzó a modificar la gravedad de esa cámara ya que le urgía -Creo que con 400 esta bien- no estaba segura que tanto podía soportar pero algo hacia que admirara  su fuerza, solo le había entregado con 200 y tan solo unos días le tomo para que se ponga al corriente, si seguía avanzando a este ritmo no tardaría en volver a elevarla, decidió avisarle que ya estaba listo y de inmediato vinieron por el, continuó trabajando en la otra cámara de gravedad por las dudas, necesitaría un copia de este también...

Una vez allí dentro comenzó la gravedad a 300, se sentía algo pesado, en el aire podía oler a aquella mujer, maldijo por lo bajo y seguí entrenando, poco a poco me fui acostumbrando a ese olor pero de pronto imágenes de la mujer desnuda volvieron a su mente, enojado ante tales pensamientos elevó su energía y descargó su furia dando puños y patadas al aire, se sentía molesto, más aún cuando su cuerpo comenzaba a reaccionar, habían noches en la que soñaba con ese cuerpo entre sus brazos y no hacia mas que enfurecerse, quizás sea por la época de celo, aun así no tengo tiempo para desperdiciarlos en esta tontería, sus pensamientos se vieron interrumpido cuando uno de los guardias gritó desde afuera -Señor! Freezer esta volviendo hacia el planeta, calculamos que dentro de unas horas aterrizara- -Diablos..- apagó la cámara y la encapsulo, se fue a duchar de inmediato y vistiéndose con el traje real para esperar su llegada, sabía que algo bueno no vendría... 

Una vez descendiendo con calma desde la nave se divertiría un poco... ha llegado a sus oídos que existe un planeta con sujetos fuertes en el límite de otra galaxia, lo quería para el, pero le daba flojera conquistar ese planeta, una vez en el trono mando a llamar al príncipe que no tardó en llegar -Buenas tardes señor Freezer, que se le ofrece?- encantado al ver al pequeño mono arrodillado ante sus pies sin inmutarse le comunicó la noticia -Pues hay un planeta lejano la cual quiero obtener, si no es problema envía a tu ejercito a pelear por mi quieres? últimamente ando estresado, creo que necesitare algunos masajes

El apretó los puños, de nuevo enviarían a su gente a que muera en manos enemigas, rechine los dientes sin levantar la mirada -Creo que lo mejor será que los acompañes Vegeta, creo que necesitaran algo de tu ayuda- la risa malvada burlándose no hacia mas que enfurecerme -Con gusto iré, preparare a mis hombres, mañana tempra... - -Para hoy mismo quiero que vayan- se sorprendió, seguro era una conquista difícil, sabia que disfrutaba ver los pocos hombres que regresaban al planeta con vida -Como ordene señor, con su permiso- me levanté del suelo y di la orden de inmediato para la nueva conquista... 

Ella limpio el sudor de su frente, estaba cubierta de aceite, decidió dejar de trabajar en ello y salir de la cámara de gravedad para guardarla, necesitaba ducharse, una vez allí dentro se relajo, se vistió lo mas rápido que pudo y volvió a la sala, uno de los científicos le entrego una carta quien ella con su rastreador pudo observar, le pedía que salga fuera del palacio hacia el pueblo y buscar algunas cosas, ella extrañada ante tal pedido no le quedo mas remedio que aceptar, fue directo hacia su habitación a buscar su motocicleta, aprovecharía a recorrer fuera del palacio... cuanto más se acercaba mas podía ver hombres volando en dirección al palacio, una vez allí preguntaba y de malos modos le indicaban donde se encontraba lo que ella necesitaba, pero había mucha gente asique decidió ir a pie -Padre no te vayas! quédate con nosotros...- lloraba un niño aferrado a los pies de ese hombre, la mujer a su lado también lloraba -¿Por que? que hemos hecho?- preste atención a mi alrededor, muchas personas conmocionadas, se preguntaba que era lo que sucedía... -Ese mal nacido, ya lo pagara- continúe mi camino y me estaba angustiando ver a los niños llorando por sus padres, se acordaba cuando ella lo hizo el día que la secuestraron, los comprendía, entre la multitud encontró el lugar que buscaba, una anciana la atendió- Dime que buscas?- -Es de parte de palacio, necesito..- -Ah si, aquí tienes- me entrego una enorme caja que no podría moverla ni con toda mi fuerza, decidí encapsularla y me anime a preguntar -¿Que está sucediendo?- vi en los ojos de aquella anciana la mas pura tristeza -Freezer comenzará una nueva conquista, los hombres que ves allí están siendo reclutados para esta misión, lamentablemente la mayoría de ellos no volverán con vida- la observe asombrada, con un poco de ánimos me atreví a decir -No te preocupes, los Saiyajins son fuertes, seguro volverán a casa sanos y salvos- vi como la anciana dio un golpe en la mesa para responderme -No entiendes nada niña! las personas que reclutan pocos sobreviven, al tirano le da placer extinguirnos de a poco, abre los ojos, el siendo mas fuerte de aquí con un dedo podría destruir este planeta si quisiera, por que crees que manda a los demás para que conquisten por el? nos están llevando hacia la muerte lentamente, es más si han reclutado al Príncipe también significa que aquel planeta donde vayan hay sujetos más poderosos, la mayoría mueren y el príncipe vuelve mal herido siendo el mas fuerte de todo este planeta- su respuesta me dejó en shock, no se había percatado de lo que en realidad se trata todo esto, por cuestión de fuerza un planeta entero se encontraba bajo el mando de un ser sin corazón, de pronto el nombre del pequeño llego a su mente como un rayo, Vegeta... sin esperarse se angustio, ese niño habría sobrevivido ante las misiones que se les hayan asignado? miro hacia el cielo, se acordó que a pesar de ser niños este le había comentado de este tal Freezer, sintió pena por el, que tan pequeño sentía la responsabilidad de ser fuerte para derrotarlo, al diablo con el príncipe, ayudaría a que estos hombres se encarguen de entrenar a como de lugar....

Cosas del destino....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora