Un gusto haberte conocido...

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Ella de un momento a otro se acordó que debajo de una charola había dejado una enorme tableta de chocolate, se preguntaba si era buena idea convidarle después de todo según su madre no era sano que los pequeños coman dulces... Lo busco entre los platos y allí se encontraba, tenia pensado comérselo a escondidas cuando sus padres se distrajeran.. lo guardo entre sus ropas para después...

¿Y que es lo que haces aquí?- le pregunto la niña un tanto curiosa -Entrenar- comento un tanto cortante -Entrenamiento de que tipo? te refieres a la escuela?- preguntó algo desconfiada -¿Escuela?- sin saber a que se refería la niña -Exacto, educación- -Eso es lo primero, pero me refiero al entrenamiento físico, debo derrotar a alguien muy fuerte en este planeta- la niña lo vio un tanto desconfiada, no se notaba que era una persona educada pero al verlo bien el cuerpo no era igual a los otros niños, se notaba como si hiciera ejercicio de más, cosa que esta prohibido en su planeta ya que atenta contra el desarrollo del crecimiento o eso pensaba, lo observo y tenia pequeñas cicatrices en sus brazos, se preguntaba si no era también un esclavo ya que se notaba que no tenia una infancia normal ya que no era tonta y esas cicatrices no eran por "caídas" -Alguien fuerte? que sucede con el? por que lo quieres derrotar?- lo vio serio y por un momento pensó que no había sido buena idea preguntarle eso -Pues hay un hombre muy malvado gobernando el planeta y el reino ajeno, no hace mas que esclavizarnos y... ahh no se porque te digo estas cosas- mustio molesto -No! esta bien, lo entiendo.. yo sentí lo mismo cuando la nave fue hacia mi planeta y destruyo todo a su paso- Lo observo seria, después de todo supo atar cabos -Ese hombre despiadado fue quien mando la orden de secuestrar personas en mi planeta verdad?- comento algo triste -Si..- Asintió un tanto molesta entendiendo que se trataba de la misma persona -Pues sabes que? al diablo con el, estoy segura que cuando seas grande y te vuelvas fuerte lo podrás derrotar.. ese maldito no hace mas que destruir cosas y querer tomar lo que se les antoje, no se merece que existan personas como el- el niño la vio algo distinto, por primera vez se sintió acompañado del sentimiento, jamás se había abierto con nadie en contar sus cosas privadas pero ella sin conocerlo le había dado algo de apoyo, nunca tuvo la oportunidad de conocer a alguien tan inteligente y sostener charlas maduras.. sus compañeros no hacían mas que hacer tonterías todo el día, no había tenido una charla tan profunda sin embargo algo dentro de el sintió como si alguien le diera mas fuerzas para lograr aquel objetivo que nadie sabía, después de todo no la volvería a ver y nadie se enterara de cuales eran sus planes...

La charla se volvió interesante y por alguna razón la compañía del otro les fue agradable, un tanto en desventaja ya que por lo que pudieron saber el no era mas que un esclavo y ella libre de hacer o que se le antoje...

Decidieron salir del castillo pero cuanto se elevo en el aire Bulma se asusto no podía creer lo que estaba viendo -Puedes volar?- pregunto asombrada, siempre quiso ser un ave para volar así- ¿tu no?- pregunto extrañado, que clase de raza era que no podía volar? -No- dijo agachando la mirada y el niño se exaspero, como diablos se marcharían si no podía volar- Me puedo subir a tu espalda?- pregunto tímida -Claro que no!- le grito -¿Y como pretendes llevarme genio?- callo unos segundos dándose cuenta que tenia razón, era muy lejos donde debían ir para no cruzarse a nadie, maldiciendo por lo bajo se acomodo dándole la espalda, ella subió pero no la sostuvo, ella como pudo se aferro lo mas fuerte mientras reía a carcajadas, le daba miedo volar sin ningún cinturón de seguridad pero disfruto ese breve viaje, cuando aterrizaron desencapsuló la nave y se lo entrego junto al chip al niño -Bueno, me largare- el niño ya se retiraba cuando la niña le grito -Espera! no me haz dicho tu nombre.. -Me llamo Vegeta- -Mucho gusto, soy Bulma, muchas gracias por salvarme- se acerco y le dio un beso en la mejilla de despedida, le tendió la barra de chocolate de regalo por haberla ayudado a escapar -Tu jamás me haz visto y yo no diré que fuiste tu quien me ayudo a escapar, es un trato, por cierto eso es un chocolate, adiooos- la pequeña subió a la nave y se marchaba, el príncipe quien después reacciono con sus mejillas coloradas y enojado al mismo tiempo creo una bola de energía, iba a apuntar directo sobre la nave para hacerla polvo- Kjjj ¿Cómo se atreve?- Su energía iba a ser disparada cuando el mismo guardia se acercaba, iba a estar en problemas, la nave estaba demasiado lejos y su débil ki no era percibido, creo un plan y desquito su rabia en el suelo- Príncipe! ¿Dónde esta la niña? - Hmmp le he dado una lección por haberse escapado, vete y déjame solo - El guardia impresionado ante la seriedad de su de príncipe lo hacia sentirse orgulloso, después de todo seria su Rey en unos cuantos años, miro con nostalgia el rastro de algo colorido en el suelo y supuso que era de la niña, después de todo si se enteraban que uno de los esclavos se escapo de la celda y se enteraban de este incidente ambos estarían en graves problemas... 

Una vez que el guardia se encontraba lejos observo lo que le había dado la niña en un paquete colorido y en cuanto lo abrió un delicioso aroma salió de el, lo olfateo un rato curioso y dudoso si comerlo o no -que mas da?- Sin pensarlo le dio un mordisco, y se sorprendió ante tal delicioso sabor, jamás había comido algo así, era dulce pero con algún toque amargo -Asique.. con que chocolate ehh?- tiro el envoltorio en el suelo y se dirigió a toda velocidad a destruir los platillos que había quedado en el laboratorio antes de que se metiera en problemas...

Bulma por su parte veía como se alejaba del planeta -Adiós niño grosero- con una sonrisa se alejo del cristal para sentarse en la silla, esperaba que la coordenada este correcta, sino quedaría deambulando por el espacio... pero el destino le tenia otra jugada, no era un adiós para siempre sino un hasta pronto...y se marcho... 

Tan pronto como llegó Bulma a su planeta aterrizo muy mal, con un gran estruendo, definitivamente necesitaba una mejora, encapsulo su nave y comenzó a caminar, estaba en un bosque.. pasaron horas y la pequeña comenzó a comer, se iba a hacer de noche y aun no encontraba ni una pista que la guíe hacia su casa, su ropa estaba sucia, tenia sueño y no iba a dormir en el suelo, habían víboras y arañas y quien sabe que otro insecto asqueroso habitaba allí...

En la casa de los Brief estaban abatidos, su pequeña había desaparecido semanas y ni un rastro de ella hasta que encendió el televisor, comunicaban que en un país había aterrizado una nave extraterrestre, las búsquedas de su pequeña fueron un fracaso, tuvo varios aliados dado su gran importancia como científico de distintos países para buscar a su hijita -Cariño debo ir a investigar esa nave- con urgencia el señor empaco sus cosas y fue hacia el lugar... tardaron horas en llegar a un bosque, muy lejos de los habitantes y no podía entrar por tierra asique decidieron viajar sobre el cielo.. llegaron a un lago y una esfera extraña se encontraba allí, con cautela se acercaron pero no podía nada a través del cristal -debemos bajar- comento uno de los científicos- parece que la tierra aun tiene temperatura, quiere decir que no hace mucho ha aterrizado- con cautela se acercaron para tomar notas y demás -Esto es extraño, parece que alguien esta ahí dentro! tengan cuidado!- Bulma abrió sus ojos y escucho una voz familiar, era su padre! abrió la nave y eran ellos, -PAPIIII!- grito en un llanto y fue en busca de el para darle un abrazo mientras ambos se reencontraban, se sentían felices de saber que la pequeña Bulma había aparecido, quien no paraba de llorar -tranquila mi pequeña, estas aquí con nosotros..- Durante su camino a casa Bulma les contó lo que había sucedido, el Dr. Brief por su parte escucho atento a su historia, le dio mas ánimos para investigar sobre la nave y la idea sobre extraterrestres haría que el mundo humano abra los ojos sobre que no están solos... por suerte la pequeña estaba bien y les contó sobre un pequeño llamado Vegeta le había ayudado a escapar, se lo agradecerían toda la vida, como padre dolería mucho perder a un hijo, pero se sentía afortunado de tener a su pequeñita de regreso en casa...

Cosas del destino....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora