Un pequeño error...

32 5 0
                                    

A millones de Kilómetros un ser había conseguido trabajo en la patrulla galáctica, estaba emocionado pero su particularidad es que era muy despistado... Un tanto agotado por las horas de trabajo hacia que se apresurara en entregar el trabajo aunque seguramente se encuentren desprolijos, no quería perder el trabajo -Tus informes muchacho- Jacob quien se encargaba de recibir esos trabajos era amigo de Bulma -Vaya, cuantos planetas destruidos, bien, continua así- dicho esto se marcho, debía arreglar su nave, la humana se la cruzo por la mente, hacia tiempo que no la veía, decidió esperar un día libre para viajar hacia el planeta Tierra...

Un golpe en la puerta se oyó -Bulma, te encuentras ahí?- mi madre atendió por mi, limpie mi boca y salí a ver de quien se trataba -Jacob! cuanto tiempo sin verte! que te trae por aquí?- -Adelante pasa, estamos almorzando, siéntate enseguida te traeré algo de comer- comento su madre alegre al recibir visitas -He venido a ver a tu padre, necesito ayuda con mi nave, crees que puedan repararlo?- -Claro- comente gustosa -Ahh pero que niña tan linda, holaa- les hacia muecas para luego reírse -Estas trabajando de niñera o que?- -Son mis hijos- -QUEEEEE- parecía algo sorprendido -Hasta que por fin has conseguido alguien que te aguante, quien es el pobre diablo?- apreté mis puños con rabia, lo golpee fuerte -Por si no lo sabias estoy comprometida, su padre es el mismísimo príncipe de los Saiyajin- dejó a Bra en su asiento algo asustado -¿Estas loca? meterse con esos hombres salvajes? vaya si que has perdido la cabeza- su padre interrumpió, de no ser por el ya lo habría golpeado de nuevo -Dime muchacho, en que puedo ayudarte?- dicho esto se marcharon dejándome sola...

Una vez reparada la nave salí a visitarlos en el laboratorio de mi padre, ellos hablaban sin parar sobre cosas poco importantes, de pronto un pitido llamo su atención, había un aparato muy dañado y decidió ayudarlo -Puedo repararlo?- -Claro, seria de mucha ayuda- decidí tomar mi tiempo libre por la tarde en reparar la pantalla...

El ser había estado holgazaneando toda la noche y por la mañana debía entregar el nuevo informe sobre planetas destruidos, por el sueño ha colocado mal un solo numero y algo agotado entrego el informe a su jefe Jacob -Debería tomarme unas vacaciones, esto es demasiado- pensaba en su familia, eran de bajos recursos y su trabajo muy importante era un orgullo para ellos, no debía desperdiciarlos en cosas sin sentido, un tanto animado dijo -Bien, a trabajar!- continuo su rumbo viajando sobre el espacio para encontrar restos de rocas esparcidas por el espacio...

-Creo que debemos pasar la información- -Ah por cierto, me podrías ayudar? el informe es algo extenso, deberías prestarme una de esas... como se llama?- intentando hacer gestos lo entendí perfectamente -Impresora?- -Exacto, pero lo malo es que el jefe desea que sea a puño y letra- algo negativa le dije -Eres un holgazán- -Pues si no lo sabias ya he ascendido de rango, ahora soy el jefe de 158 patrulleros- eso me sorprendió -Vaya, felicidades- dentro de ella pensaba que aun seguía siendo un empleado normal, tome el rastreador y comencé a dictarle, se agobio ante tanta información -Son varios...- con algo de tristeza podía leer las causas -Es que el Dios Bills ha despertado, es normal que destruya planetas, en algunos casos son otros seres quienes lo destruyen, pero ese es el trabajo de el otro rango, perseguir a cualquier clase de delincuentes espaciales- -¿Que? el señor Bills? pero si ha salvado la tierra hace no mucho tiempo- el algo incrédulo comenzó a negar -No es posible- haciendo gestos con su mano -Bien, no perdamos el tiempo- comencé a dictarle para que completara la planilla, el nombre del planeta, su tamaño, su aspecto, su gravedad, su fauna, todo lo que conllevaba su informe, las horas pasaban entre descanso y el trabajo, se hartó al ser tan lento para escribir y multiplicó su pantalla y ella misma comenzó a escribirlas -Eso te pasa por no haberme dicho antes que tu jefe puede leer todos los idiomas del universo, eres un tonto- -¿Que culpa tengo yo? tu no me haz preguntado-

Los días continuaron igual, hasta que todo se fue abajo... -No puede ser...- algo en su pecho se quebró -¿Que sucede?- se acerco y lo único que pudo mustiar fue -Lo siento Bulma, no sabía- las lagrimas comenzaron a caer por mi rostro, lo leyó varias veces, no podía caer en la realidad -Quizás haya sido un error..- negué, estaba todo alli -Planeta Vegita, gravedad es de 10 veces mas que la tierra... hm hm hm.. luna cada 8 años... es el mismo..- no pude evitar ahogarme en mi llanto, el corazón dolía, las esferas del dragón tardaría un año en regresar a la normalidad, el pitido se oyó de nuevo, había otro informe, en la pantalla apareció el planeta Namekusei y 7 planetas mas -Con un demonio...- salí a encerrarme a mi habitación, quería desahogarme...

Piccolo ya sabia lo que le había sucedido a su planeta natal, se encargaría de proteger las terrestres, era su única salvación, pero algo malo estaba por ocurrir...

Un año mas tarde se encontraban todos reunidos en la Corporación discutiendo sobre las esferas del dragón -Primero debemos restaurar el planeta Namekusei- -Pero por mas que esperemos no podremos revivir a los habitantes, pasara mas de un año- -Y si Kami sama crea otras esferas?- -Ya ha dicho que no- -Crees que se pueda pedir que cree unas nuevas que puedan servir?- -QUE NO!- -Y si pedimos que los Namekusei se trasladen hasta aquí?- -De que sirve si están muertos- -Solo contamos con un deseo, debemos ser precisos- las esperanzas estaban perdidas, no quería oír mas, debía dejar sus deseos personales a un lado e intentar que las esferas Nameks se restauren, alli tenia 3 deseos por cumplir pero eran limitados, se angustio mas de lo que pensó, no volvería a ver a Vegeta, las posibilidades de revivirlo eran nulas....

-ALGUIEN LLAMO A SHENLONG!- limpie mis lagrimas y vi como fueron volando a toda velocidad -¿Que?- pregunte algo alarmada -NO HAY TIEMPO- Krilin fue tras ellos, de inmediato fui hacia el laboratorio, busque por todos lados el radar del dragón -No está- se acordó que hace unos meses habían entrado a "robar" pero no se habían llevado nada -Maldición!- debió haberse dado cuenta antes, se pregunto que tan fuerte era la seguridad de su hogar, tomo su nave y se dirigió a toda velocidad...

La pandilla Pillaf había reunido las esferas del dragón para sus propios planes, por error de ellos habían pedido sin querer un millón de zenis, habían utilizado la ultima oportunidad de hacer algo por los Namekusei, viéndolo de esa manera era inútil ya que en el planeta Tierra todo se encontraba en paz y no era necesario intervenir en el destino de los demás, pensó angustiada que jamás volvería a ver a su amado, tendría que criar a sus hijos sola...

-Demonios, hemos llegado tarde- comento Piccolo -¿Y ahora que haremos?- pregunto Krilin-No se puede hacer nada...- viendo como las esferas se esparcían por el cielo para volver el color a la normalidad...  


Mientras tanto la población estaba un poco asustada, uno de los policías iba en camino pero su compañero les advirtió -Debe ser un experimento de la Corporación Cápsula- es verdad, tomo su megáfono y comenzó a gritar -CALMA CIUDADANOS, ES UN EXPERIMENTO DE LA CORPORACION CAPSULA! REPITO, ES UN EXPERIMENTO DE LA CORPORACION CAPSULA- la gente aliviada continuó su rumbo sin prestarles atención...

Cosas del destino....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora