La consecuencia...

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Los días se tornaron aburridos, dentro de el extrañaba discutir con ella, pensaba en como era posible que con pocas palabras logre sacarla de sus casillas, se parecía mucho al carácter Saiyajin, quito sus pensamientos y siguió entrenando, debía admitir que su olor era exquisito, jamás había sentido algo así, pensó que algo malo le estaba ocurriendo, quizás la explosión le hacia pensar estupideces , un guardia lo sacó de sus pensamiento -Príncipe Vegeta! la científica tuvo que ser trasladada a la sala científica, se encuentra en un estado muy critico de deshidratación- no pensaba que seria para tanto -Bien, atiéndela como se debe, en cuanto se recupere que vaya de inmediato a trabajar- -Si señor, como ordene- pensó que había llegado muy lejos pero no debía porque importarle...

Los científicos con sumo cuidado le iban quitando la ropa, tenia una marca enorme en la espalda, había sido golpeada, con suerte en el tanque de recuperación estaría como nueva, no estaba seguros si seria compatible ya que este estaba diseñado para los Saiyajin, parecía muy frágil, no querían tener problemas con el príncipe por el golpe asique le comento lo mas superficial, una vez dentro del tanque el liquido comenzó a subir de a poco hasta taparla por completo, quizás deberían hacer un estudio mas a fondo sobre esa nueva especia humana así se evitaría inconvenientes por su estado de salud, apagaron las luces y se retiraron del lugar, era cuestión de tiempo para que se recupere...

Era de noche y aun no conciliaba el sueño, no podía entrenar ya que la mujer aun no estaba lista para reparar la cámara junto con los robots, tuvo que admitir que le gustaba su forma peculiar de venganza pero que le quede claro que con unos simples cacharros no le iban a arrebatar su vida si es que tenía pensado asesinarlo, sin querer sonrió, no sabe lo fuerte que es, sentía como si le faltara algo... su collar, su emblema de príncipe, comenzó a buscar en su habitación y no se encontraba allí, se molesto lo descuidado que se estaba convirtiendo -Argh ya parezco al idiota de Kakarotto- se puso a pensar donde fue la ultima vez que lo vio... en la explosión, el recuerdo de ese mal momento lo alteró, apretó los puños y juraba que se iba a vengar de esa estúpida.. humana? esa raza... en algún momento ha oído de el.. con calma se dirigió hacia los tanques de recuperación en su habitación personal, en efecto, estaba allí junto a su ropa hecha añicos y aun costado su emblema real, tomó lo necesario y se retiro del lugar, pero con su agudo oído Saiyajin pudo detectar que una de los tanques estaba encendido, le pareció extraño ya que no hubo conquistas ese día y su curiosidad le pudo mas, de todas formas era el Príncipe y hacia lo que se le de la gana en su castillo, la habitación estaba a oscuras, pero de nuevo ese dulce y peculiar aroma le llamo la atención, era posible que se trate de la misma mujer? se adentro en la grande sala para ver que al fondo de la habitación había un tanque en funcionamiento, eso quería decir que el tanque tenia una persona dentro, se fue acercando y en efecto, sus mejillas se tornaron rojas al ver un cuerpo de una mujer, desvió la vista rápido pero su curiosidad y pudor estaban a flor de piel, volvió la vista y se acerco mas hasta que al fin pudo verla claramente, estaba en posición fetal completamente desnuda, su corazón comenzó a latir rápido a la par que sus ojos observaron cada detalle, era delgada con la piel blanquecina, se veía débil a simple vista, quedo embelesado y a la vez extrañado, su cuerpo era diferente a las de las mujeres Saiyajin, que estúpida comparación, claro que seria distinto si son de razas completamente diferentes, no existía el color oscuro dado el sol, tampoco masa muscular, solo habían curvas y un aspecto delicado, su respiración se aceleraba aun mas, se notaba suave, mas carnoso, quizás seria mas blando su cuerpo, sus pensamientos lo llevaban hacia otra situación aun así no se perdería de explorar el cuerpo de una mujer, jamás ha estado frente a una en esa situación y con pasos firmes comenzó a rodearla, su espalda se veía de un color fuerte que desentonaba con su tono de piel, era un golpe? saco todos sus estúpidos pensamientos, ¿Cómo alguien es capaz de golpearla ferozmente cuando la mujer no tenia las fuerzas suficientes? que cobarde, apreté mis puños, pero aun así seguí observando aun mas, de pronto mi vista se desvió hacia el color de su cabello, quede en shock -¿a caso podría ser?...- no lo creo, debe ser alguna raza parecida.. sus pensamientos fueron interrumpidos al oír ruido del pasillo, reaccione rápido, tome una sabana y cubrí por completo el tanque de recuperación, estaba mal que la dejen desnuda frente a tantos hombres, sonreí al imaginar si se enterara, se enojaría como los demonios, cerré las puertas y fui volando hacia mi habitación, me sentía extraño, como un calor sofocante en mi cuerpo, definitivamente la explosión le hizo mal, tome una ducha fría para calmar mis emociones y poner mis pensamientos en orden, no tenia tiempo de distracciones...

Los guardias entraron a evaluar el estado de salud de la científica quien se iba recuperando de a poco, quizás deberían tomar precauciones por si algo parecido le volvía a suceder...

Un día completo había pasado cuando Bulma por fin se recupero.. comenzó de a poco despertando sus sentidos, me dolía la cabeza pero me desperté, me sentía demasiado liviana, abrí mis ojos, me asuste al ver solo agua verdosa con mis manos toque lo que tenia en mi rostro, el oxigeno, con calma oprimí un botón desde adentro, de a poco el liquido comenzó a bajar, como pude me levante y el cristal se abrió, quite la manta y me di cuenta que estaba completamente desnuda, me invadió la vergüenza, quien sabe cuantas personas la habían visto así... mi ropa no se encontraba por ningún lado, no sabia que hora era, tome esa misma sabana y camine hacia la entrada, habían guardias -Hola, alguien sabe donde esta mi ropa?- negaron con su cabeza, unas risas provenían del pasillo y me metí de nuevo cerrando la puertas tras de mi, espere paciente y solo encontré mas sabanas, con cuidado me tape completamente y me dirigía hacia mi habitación de inmediato para ducharme, en el espejo pude ver como mi espalda quedo con un enorme color morado -Debe ser cuando me tiraron sin piedad con la esquina de una cubeta o cama, malditos salvajes...- no lo sabia, estaba muy oscuro, se preguntaba que hacia en el tanque de recuperación, no había nadie allí, se encontraba sola, me pregunto si al fin ha hecho la estúpida declaración, suspire cansada, sabia que una nueva venganza se le avecinaba... unos golpes en la puerta desviaron su atención -Mujer, tienes ordenes precisas que te pongas a trabajar de inmediato- claro, no le iban a dar el día libre por estar herida -Ya voy enseguida! me estoy cambiando- los pasos firmes se fueron alejando, me vestí lo mas rápido que pude a pesar del dolor en mi espalda y salí hacia la sala científica...

Cosas del destino....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora