XXVII. Siento Algo En Mi Pecho

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La primera hora de la mañana y los primeros rayos del sol entraron por la ventana del tercer piso. No muy lejos, dos cuerpos se compartían el calor mutuamente. Wei Ying y Lan Zhan seguían dormidos, envueltos en una chaqueta escolar, apoyándose en el otro para descansar.

En toda la madrugada, ninguno se movió excepto para reacomodarse y buscar más calor en el frío del lugar y la noche. Wei Ying se había hundido en el cuello del Lan, mientras que este se apoyó en su cabeza, era una escena poco común y tierna.

- Muchas gracias señor.

- Pasen rápido

- ¿Cómo pudiste dejar tu teléfono?

- ¡Aquí está! Que alivio, si un profesor lo hallaba primero no volvería a ver a mi bebé en mucho tiempo. – la chica abrazó su celular. – Aun tiene un poco de carga.

- ¿Qué es eso? – dijo la amiga de la otra chica. – Owww

- ¿Qué? – regresó la otra chica. – Esto será una bomba en el foro de la escuela

La chica tomó su teléfono, y apuntó a la escena que tenía enfrente. El famoso Lan Zhan y su persistente acosador, Wei Ying, estaban dormidos, juntos, abrazados, algo muy íntimo a la vista de cualquiera. Aquello significaba dos cosas, uno, ellos habían pasado la noche juntos y segundo, el segundo jade no estaba más disponible.

- Está despertando. – dijo la otra al ver los ojos de Lan Zhan abrirse lentamente

Pronto el rostro de Lan Zhan palideció más de lo que ya era y reaccionó a lo que sucedía. Tenía a Wei Ying encima suyo y él estaba a su lado, tan cerca de él. Además de eso, había gente observándolos, era un desastre. El pánico se apoderó de Lan Zhan, se levantó rápido y con cuidado para salir de allí.

Las chicas rieron tímidamente, habían visto al segundo jade avergonzado, o eso creyeron ver. Ellas siguieron su camino dejando atrás al bello durmiente que con nada del ruido y movimiento se pudo despertar un poco.

- Oye.

- Ya basta Lan Zhan. – se quejó Ying

- ¿Lan Zhan? Estás demente, ¡son las 11:00 Wei Ying!

- ¡¡¿Queee?!!

Wei Ying volvió a su realidad, su primer clase era a las 8:00, una clase de 3 horas que ahora había perdido. Afortunadamente nunca había faltado, así que no afectaría a su calificación. Lo primero que vio al despertar, no fue el apuesto rostro del Lan, en su lugar era el de dos amigos.

- Entonces es cierto. – comenzó a reír Huaisang. – Anoche te quedaste aquí con el segundo jade

- ¿Cómo pasó? – Wen Ning preguntó

- Yo... - Wei Ying estaba por explicar cuando notó verdaderamente la ausencia de Lan Zhan. - ¿Dónde está? ¿Me dejó?

- ¿Y qué esperabas? – Jiang Cheng no sabía que clase de expresión era esa que hacía, ¿estaba decepcionado? – Él se levanta a la primer hora del día, ya está a media de su segunda clase

- Lo sé, solo... - en sus manos estaba la chaqueta de Lan Zhan. Lo último que recordaba era que el chico lo había echado de su lado. Él se acurrucó en una esquina y poco a poco se durmió. – Huele a él. – murmuró para sí

- Vamos, tienes que ir a bañarte. – Jiang Cheng le ayudó a pararse

- No tendremos clase hasta la 1:00, tienes tiempo. – explicó Ning

Wei Ying seguía un poco aturdido, no sabía que pensar. Primero el Lan lo había empujado enojado por lo que hizo, sin embargo, también lo había cubierto con su propia chaqueta, lo cuidó.

Deudas de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora